Hace unos días aparecía en el programa de divulgación Redes un capítulo dedicado a la cuestión de la violencia. Su visionado es especialmente recomendable para todos, y especialmente para quienes son conscientes del grave problema que es la violencia.
Aun después de ver el programa y comprobar que sus argumentos parecen convincentes podemos preguntarnos: ¿realmente ha declinado la violencia?
Hay que tener en cuenta que el análisis que hace Steven Pinker se limita a la violencia entre seres humanos; más concretamente a la violencia entre colectivos humanos: tribus, comunidades, naciones o la violencia interpersonal, pero no tiene en cuenta la violencia del ser humano contra otros animales.
Esta última forma de violencia no parece que haya disminuido sustancialmente. De hecho, en número de víctimas ha aumentado gravemente, a la par que ha aumentado el número de la población humana y la industrialización de la explotación animal. Los seres humanos seguimos utilizando a los demás animales para todo tipo de fines desde alimentación hasta entretenimiento, y el número de víctimas de animales esclavizados y asesinados asciende a miles de millones cada año.
Creo que sería algo bueno reflexionar acerca del hecho de que no solamente los seres humanos son víctimas de la violencia sino también otros animales. Si entendemos que no está bien hacer a otros lo que no deseamos para nosotros mismos; es decir, oprimir, agredir o quitarle la vida a otro humano, también podremos ver que además de los humanos los otros animales tampoco quieren ser sometidos, ni dañados, ni que destruyan su vida.
Tal vez el prejuicio más arraigado en la mente humana es la idea de que somos esencialmente diferentes y superiores a los demás animales y que tenemos el derecho de utilizarlos para nuestro beneficio, es decir, el antropocentrismo. No sólo el más arraigado sino también el más inadvertido puesto que realmente muy pocos se lo han cuestionado seriamente.
Durante un segmento de la conversación, Punset comenta que le resulta curioso que la reducción de la violencia en la sociedad humana no haya venido acompañada de un aumento paralelo del vegetarianismo. Pinker replica que preocuparse por el bienestar los animales no conduce necesariamente al vegetarianismo porque aunque nos hagamos vegetarianos las otras personas seguirán comiendo animales y podemos mejorar el bienestar de los animales mediante regulaciones que aseguren una cierta calidad de vida y una muerte indolora.
Planteemos esas réplicas al contexto humano: ¿no es acaso nuestra obligación moral respetar a los seres humanos aunque haya otros muchos humanos que no lo hagan? ¿Acaso no es nuestra obligación moral respetar a las mujeres aunque haya otros muchos que abusen de ellas? La objeción de Pinker resulta éticamente absurda, pues está alegando que está bien cometer un mal simplemente porque hay otros muchos que lo cometen. Aparte del hecho de que todos los cambios sociales comienzan siempre por un puñado de personas antes de convertirse en movimientos masivos.
Por otro lado, si no existe ninguna razón ni necesidad que justifique utilizar de alimento a los animales entonces preocuparnos por la condición en que los utilizamos y los matamos no resuelve el problema moral de que estamos infligiendo daño a los animales injustificadamente. Extrapolemos una vez más el caso al contexto humano: ¿es correcto utilizar de comida a seres humanos si nos preocupamos por proporcionarles unas condiciones confortables y una muerte indolora?
Planteemos esas réplicas al contexto humano: ¿no es acaso nuestra obligación moral respetar a los seres humanos aunque haya otros muchos humanos que no lo hagan? ¿Acaso no es nuestra obligación moral respetar a las mujeres aunque haya otros muchos que abusen de ellas? La objeción de Pinker resulta éticamente absurda, pues está alegando que está bien cometer un mal simplemente porque hay otros muchos que lo cometen. Aparte del hecho de que todos los cambios sociales comienzan siempre por un puñado de personas antes de convertirse en movimientos masivos.
Por otro lado, si no existe ninguna razón ni necesidad que justifique utilizar de alimento a los animales entonces preocuparnos por la condición en que los utilizamos y los matamos no resuelve el problema moral de que estamos infligiendo daño a los animales injustificadamente. Extrapolemos una vez más el caso al contexto humano: ¿es correcto utilizar de comida a seres humanos si nos preocupamos por proporcionarles unas condiciones confortables y una muerte indolora?
Pienso que hay que tener en cuenta que la violencia no se limita solamente a la agresión física. El hecho de tratar a un individuo como si fuera una cosa, como un simple medio para conseguir nuestros fines, también es violencia puesto que es una violación del respeto que merece como persona.
Para terminar, me gustaría comentar un último detalle. Durante el programa se dice que Inglaterra ha prohibido la caza del zorro. Pero eso es falso. Lo único que se ha prohibido es cierto uso de perros en dicha práctica, pero la caza del zorro sigue existiendo y es completamente legal. Se puede ver que la legislación al respecto dice claramente que la caza es legal mientras no se utilicen a perros para ciertos cometidos, tal y como comprobarse en la siguiente noticia:
«La ley prohíbe el uso de perros en las capturas, aunque pueden emplearse para seguir el rastro de la pieza.»
He encontrado un vídeo del 2008 donde se puede ver a unos activistas en Inglaterra salvando a un zorro de ser apresado. ¿Pues no decían que la habían prohibido?
Es decir, todo sigue igual salvo que no se pueden utilizar perros denominados "de presa" pero sí los "de rastreo". Se trata por tanto de un fraude moral y práctico, como son todas las leyes que regulan la explotación de los animales.
Como señalé anteriormente, la violencia no se refiere sólo a la agresión física, sino también al hecho de cosificar a seres sensibles. Asimismo, también existe otra versión de la violencia que consiste en la violencia contra la verdad, esto es, la mentira. Puede que esto se deba una confusión. Pero no es poco habitual el encontrarnos con el hecho de que se manipula o tergiversa la verdad con el objeto de lograr ciertos fines.
Muy buen artículo. Ví ese vídeo acerca del declive de la violencia y me planteé lo mísmo. Y también que, aunque haya personas se dediquen a intentar acabar con la violencia hacia los demás animales, no significa que lo hagan por el fín de la violencia en sí. Ya que algunos, muchos, son violentos contra otros seres humanos que no piensan como ellos. De hecho muchos, también, hablan de "derechos animales" y no son ni veganos.
ResponderEliminarUn saludo.
Muy buenos apuntes los que haces Luis.
ResponderEliminarLo único que no me convence es al final cuando dices: "también existe otra versión de la violencia que consiste en la violencia contra la verdad. Es decir, la mentira."
Creo que decir que "mentir es violencia" sobrepasa el significado de dicha palabra, por lo cual la desvirtúa.
Si una persona miente por una razón justificable, y sin ser una amenaza, no por ello estamos hablando de un acto de violencia.
Dentro de las mentiras, sólo veo como actos de violencia a las amenazas, pues son una mentira mientras no se cumplan.
Saludos,
David.
Hola, Beíta. Gracias por tu comentario.
ResponderEliminarEstoy bastante de acuerdo con lo que dices.
En efecto, hay muchas personas involucradas en la defensa de los animales cuyo objetivo real no es tanto acabar con la violencia o la explotación sino que tienen otros fines como, por ejemplo, luchar por erradicar el sufrimiento en el mundo, como es el caso de los utilitaristas, que consideran que el dolor es el mal en sí mismo.
Por otro lado, términos como "defensa de los animales" o "animalista" resultan demasiado ambiguos y sin contenido concreto. Por eso intento dejar claro que lo que yo defiendo es el Veganismo y la ética de los Derechos Animales. Espero poder exponer en breve los puntos que fundamentan esta postura moral.
Te mando un saludo.
Qué tal, David. Muchas gracias por tu comentario.
ResponderEliminarRespecto de lo que comentas en la primera parte de tu mensaje, obviamente considero que la mentira sí es violencia. La mentira es una transgresión deliberada que intenta impedir el acceso a la verdad. La ética racional exige de nosotros que tengamos como prioridad el conocimiento y difusión de la verdad. No concibo ningún caso donde esté justificado mentir. Por lo tanto, la mentira es inmoral y es violencia.
En cuanto al ejemplo que pones, el hecho de que la violencia estuviera supuestamente justificada no quiere decir que no sea violencia. Hay casos donde la violencia puede estarlo. Ciertos casos de defensa propia o de aborto, o la eutanasia son algunos de ellos.
Si la única manera de evitar que alguien te mate es matarlo tú a su vez, podría ser un caso donde la violencia pudiera estar justificada. Si la única manera de impedir que sufra una persona que padece una enfermedad o lesión incurable y degenerativa, y que está aquejada de graves dolores, es matarla entonces podría estar justificado el hacerlo. Del mismo modo, si debido a alguna contrariedad grave durante el proceso de embarazo la única forma de salvar la vida de la madre fuera abortar el feto entonces podría estar justificado el hacerlo.
Todos esos casos implican destruir la vida de alguien, y eso es claramente violencia, a mi modo de ver. Por supuesto, que se trata de casos muy concretos y excepcionales. El uso de la violencia en cualquier otro aspecto de la vida es claramente inmoral y rechazable.
La última parte de tu mensaje creo que no me ha quedado nada clara. Porque, contradiciendo la primera parte de tu mensaje, aceptas que la mentira pueda ser violencia en algún caso. Y además parece que sugieres que la amenaza está mal solamente si no se cumple. Pero la amenaza es un intento de intimidación, una agresión verbal, y es violencia. Está mal tanto si se cumple como si no. Si se cumple es todavía peor pues supone extender aún más la violencia. Quizás me puedas aclarar lo que intentabas decir realmente porque me has dejado un tanto confuso.
Un saludo.
Hola Luis,
ResponderEliminarDices: "No concibo ningún caso donde esté justificado mentir. Por lo tanto, la mentira es inmoral y es violencia."
La violencia es inmoral, pero que algo sea inmoral no quiere decir que sea violento, no son sinónimos. La violencia es un subconjunto dentro del conjunto de la inmoralidad. Existen cosas inmorales que no son violencia, por ejemplo, mentir (excepto cuando la mentira es una amenaza a la integridad de una persona).
Si alguien me dice por la calle que me va a cortar el cuello eso es una declaración violenta pues es una amenaza a mi integridad física. Si no cumple dicha amenaza entonces me habrá mentido, y dicho tipo de mentira pertenece al subconjunto de los actos violentos. En cambio, si alguien, para no quedar conmigo, me dice educadamente que le duele la cabeza entonces eso puede ser inmoral pero no es violencia.
Espero haberme explicado correctamente.
Saludos,
David.
Hola, David.
ResponderEliminarTe agradezco mucho tus observaciones.
Estoy de acuerdo en que inmoralidad y violencia no son sinónimos. Aunque la violencia, por lo general, es inmoral. A mi modo de ver, sólo está justificada en casos muy concretos y excepcionales. Incluso esos casos considero que están abiertos a la discusión.
Lo que quise decir en mi anterior comentario es que la mentira es violencia porque trata de impedir el acceso a la verdad. Y la verdad es un valor moral que no debemos quebrantar injustificadamente ni tampoco, en principio, impedir a otros deliberadamente que lleguen a ella. Si lo creemos conveniente, según sea el caso, podemos abstenernos de decirla o de colaborar en su búsqueda. Pero no veo justificado mentir en ningún caso.
Por violencia esencialmente entiendo la intención o comportamiento que tiene como objetivo conseguir que un ente sea lo que no es -ya sea destruyendo, dañando o distorsionando- especialmente cuando ese ente desea continuar en su ser, o es necesario que sea como es por algún motivo. Intentar hacer creer a otros que es verde algo que sabemos que es rojo, es violencia. Intentar acabar con la vida de un ser que desea vivir, es violencia.
La violencia puede ser hacia individuos. Pero también puede ser hacia normas morales, en el sentido de transgredir una norma moral. Tenemos un imperativo moral en atenernos a la verdad. ¿Por qué es inmoral la mentira? Porque es violencia contra la verdad.