En ocasiones he visto exponer el argumento de que ningún otro animal aparte del ser humano sigue tomando leche después de pasado el periodo del lactancia; queriendo demostrar con ello que es inapropiado que el ser humano tome leche cuando es adulto, tratándose además de leche procedente de otros animales.
Entiendo que ese tipo de argumentos se exponen de forma bienintencionada con el fin de concienciar a la gente para que deje de consumir animales. Sin embargo, entiendo que es un tipo de argumento equivocado.
El único animal que utiliza computadores es el ser humano. ¿El solo hecho de que ningún otro animal haga esto significa que habría algo malo en ello o que no debamos hacerlo? Así ocurre con muchas otras actividades de las que podríamos poner ejemplos similares. Si alegar que otros animales no hacen X es una razón para que nosotros no hagamos X entonces, por lógica, eso valdría no sólo para el hecho de tomar leche de otros animales sino tambien para todo lo demás que sólo hacemos los humanos y que no hacen otros animales.
Hace algún tiempo vi en un documental de National Geographic una escena en la que una hembra de león marino daba de amamantar a su cría. De sus mamas se expulsaba tanta cantidad de leche que ésta se derramaba por el suelo. Al poco rato apareció un albatros que se puso a intentar beber la leche que había derramada por el suelo.
El ser humano no es el único animal que bebe leche de otros animales. Los otros animales —especialmente cuando se ven acuciados por la necesidad— suelen comer todo aquello que puedan conseguir, sin importarles si están siguiendo el supuesto comportamiento natural que nosotros les hemos atribuido.
La conducta de otros individuos no es un criterio válido para establecer si nosotros estamos actuando bien o mal. Lo relevante es si lo que hacemos incumple alguna norma ética, por ejemplo, si implica utilizar o dañar a alguien sin justificación. El hecho de haya humanos que beben leche de otros animales no implicaría de por sí ningún problema si sólo tenemos en cuenta la conducta de otros animales.
Ahora, si tenemos en cuenta la ética, entonces el consumo de productos de origen animal sí que se trata de un problema, porque esta práctica supone utilizar el cuerpo de alguien para nuestro beneficio sin su consentimiento. Instrumentalizar a otro animal para servir a nuestros propósitos implica tratar a un sujeto —un ser consciente— como un mero objeto para nuestro beneficio.
La explotación animal conlleva violar el principio moral básico de igualdad. Ninguno de nosotros desea que otros nos trataran como simples cosas, valorándolos sólo por el beneficio que sacaran a nuestra costa. Todos los seres sintientes tenemos los mismos intereses fundamentales: deseamos que se respete nuestra integridad física, nuestro deseo de vivir y desarollar nuestra propia vida.
La explotación animal implica daños físicos y psicológicos —frustraciones, mutilaciones, sufrimiento, muerte— que atentan contra los intereses básicos de estos animales y que no podemos justificar moralmente. Participamos en esta explotación sólo por costumbre, y porque nos da placer consumir trozos y secreciones de otros animales, no por necesidad.
Por cierto, aunque lo más habitual en países occidentales es el consumo de leche de vaca, creo que es importante señalar que no sólo las vacas son explotadas por su leche. También lo son otros animales como, por ejemplo, ovejas, cabras, burras y camellas. Creo que es importante mencionarlo porque no es correcto explotar a ningún animal sintiente, sin importar su especie.