Personas concienciadas sobre la cuestión moral de los animales creen que esta técnica puede servir para evitar que la gente no consuma carne proveniente de granjas industriales y así se reduzca la
explotación animal necesaria para obtenerla.
Sin embargo, considero que esa creencia es errónea a varios niveles. Según lo veo yo, la carne in-vitro no sería en realidad la solución a nada.
La carne in-vitro es inmoral
En primer lugar, este producto necesita animales no humanos para ser utilizados en su producción. Para la producción de carne de laboratorio es necesaria la existencia de una reserva de animales no humanos esclavizados para poder
extraerles células periódicamente con las que cultivar su carne. La clonación de células madre es una técnica muy
limitada, así que se requiere extraer de forma rutinaria células de los individuos.
Es cierto que el uso de animales en la alimentación es el más numeroso de todos, pero todas las víctimas de una misma injusticia merecen la misma atención sin importar si su explotación es masiva o no.
Enfocarnos exclusivamente en el uso de animales para producir carne es incurrir en
la falacia vegetariana: una falacia que consiste en creer que la carne es el problema más importante. Esto es un prejuicio injustificado que no sólo ignora el resto de la explotación animal [lácteos, huevos, vestimenta, experimentación, entretenimiento] sino que también ignora la misma causa esencial del problema —el prejuicio que considera aceptable que utilicemos a otros animales para nuestro propio beneficio: el
especismo.
La cuestión de fondo no está la forma en que se explota a los animales, ni el número de explotados, sino que es el hecho mismo de que explotemos a otros animales. La explotación es en sí misma inmoral, aparte de lo cruel o masiva que sea. Del mismo modo que la violación sexual es en sí misma inmoral, y totalmente rechazable, independientemente de la crueldad con que se cometa o del número de víctimas que cause.
La carne in-vitro es innecesaria
Dejaré a un lado el hecho de que que no se ha podido demostrar todavía que la carne de laboratorio sea un producto económicamente viable, después de varias décadas lapidando tiempo y dinero en algo que además es innecesario e inmoral.
Parece que nos olvidamos de que ya existe la
carne vegetal, entre otros muchos
productos aptos para veganos, la cual es perfectamente apta para el consumo y económicamente asequible. Por lo tanto, toda la iniciativa de la carne in-vitro me parece no sólo problemática desde el punto de vista moral sino que además le quita atención y recursos a los productos veganos, como la carne vegetal, no que implican explotar a los animales.
Los productos veganos pueden
competir efectivamente en el mercado, y de hecho ya lo están haciendo, aun teniendo en cuenta que su cuota de mercado es todavía muy pequeña. Según vaya aumentando la demanda, su competividad será cada vez mayor y más eficiente.
Por otra parte, los alimentos veganos también puede competir en sabor con los que no lo son. Hace ya bastantes años que soy vegano y ni siquiera echo de menos lo que antes comía proveniente de animales. Lo cierto es que ahora disfruto mucho más de la comida, gracias a la cantidad de
alimentos y sabores nuevos que he conocido. Y tengo constancia de que no soy el único, ni mucho menos, al que le ocurre lo mismo.
Lamento que la visión de algunas personas sea tan limitada como para creer que los alimentos veganos no pueden competir en todos los aspectos con los productos de la explotación animal. También es de lamentar que prefieran apoyar la carne de laboratorio, que implica explotación animal, en lugar de apoyar los productos veganos como la carne vegetal que pueden sustituir la carne animal en todos los sentidos.
La existencia de
productos veganos que pueden sustituir y mejorar en todos los aspectos a los productos de origen animal no será un factor que motive a eliminar la explotación animal, porque esta eliminación depende de nuestra voluntad de respetar a los animales, pero sí será un elemento que ayude a facilitar la transición a una vida sin explotación animal.
No necesitamos comer animales, por tanto, todo el daño y sufrimiento que les causamos por este motivo, por pequeño que fuera, es innecesario y gratuito.
La carne in-vitro es perjudicial
Si nuestra intención es fomentar el veganismo entonces apoyando la carne de laboratorio estaríamos haciendo todo lo contrario.
Al apoyar la carne de laboratorio estaríamos fomentando la explotación animal; estaríamos fomentando la idea de que está bien explotar animales; estaríamos reforzando la creencia de que necesitamos consumir animales para vivir. Así promovemos la idea de que está bien vivir ignorando el veganismo.
Al apoyar la carne de laboratorio hacemos un daño terrible al veganismo y a todos los esfuerzos que ponemos en promoverlo.
Algunas personas creen que la concienciación moral no puede tener éxito en conseguir cambiar la mentalidad especista imperante en nuestra sociedad. Pero pienso que no debemos generalizar equivocadamente acerca de lo que la gente siente y piensa.
La gran mayoría de las personas que conozco están preocupadas por la situación de los demás animales y son perfectamente capaces de darse cuenta de la injusticia que estamos cometiendo. Otra cuestión distinta es que les falte motivación para cambiar, o estén condicionados por la
inercia social y la educación que han recibido.
Por supuesto, nadie cree que todo el mundo se vaya a hacer vegano. Del mismo modo que hoy en día no todo el mundo está en contra de la pederastia —si fuera así ésta no existiría.
No me parece casualidad que quienes apoyan iniciativas como la carne in-vitro tengan una postura claramente pesimista respecto del éxito del activismo de concienciación social, a pesar de que la realidad contradice ese pesimismo.
Resulta razonable suponer que una gran mayoría de personas se harían veganas en el futuro próximo —gracias al activismo educacional— y con ello se conseguirá que la explotación animal deje de existir como actividad institucionalizada y socialmente aceptada. Lo mismo que ocurre hoy en día con actividades como la esclavitud humana o el asesinato. No necesitamos que
todo el mundo se haga vegano para abolir la explotación especista sino que sólo es necesario que sea vegano
un porcentaje determinado de la población para conseguir progresivamente dicha abolición.
Creo que nos equivocamos por completo si creemos que la gente no tiene conciencia moral. ¿Acaso no la tenemos nosotros?
Las encuestas señalan que la mayoría de la gente tiene una preocupación moral por los otros animales. El problema es que las organizaciones animalistas han estado durante dos siglos lanzando un mensaje sobre regular las condiciones de la esclavitud en lugar de abolirla. Los animalistas han sido hasta ahora una parte del problema y nunca la solución a la injusticia que padecen los no-humanos.
Se supone que la gente que apoya este proyecto de alguna manera le importan o le preocupan los animales no humanos. Si es así, entonces lo que esa gente que todavía no es vegana debería hacer es elegir el veganismo y promoverlo. Lo que no deberían hacer es apoyar proyectos que explotan animales.
También hay unos cuantos grupos y personas que se dicen "veganas" y están apoyando la carne de laboratorio, aun a sabiendas de que implica explotar animales, porque alegan que esto supuestamente podría "reducir el sufrimiento". Pero no son veganos sino
bienestaristas. La organización bienestarista
PeTA es uno de los ejemplos más notorios.
El fin no justifica los medios. No importa qué supuestas consecuencias podamos conseguir a costa de esclavizar y asesinar a inocentes. No hay justificación moral que excuse de cometer un crimen.
Los partidarios del uso de animales para experimentación argumentan —igual que los defensores de la carne de laboratorio— que ese uso puede servir para "salvar vidas" o para "reducir el sufrimiento". De hecho,
la carne de laboratorio es una forma de experimentación con animales. Defender la carne de laboratorio es defender la experimentación sobre animales en particular y la explotación de animales en general.
El
consecuencialismo —la idea de que los fines justifican los medios y que los medios pueden ser incoherentes con nuestros fines— es una ideología que sirve para justificar cualquier crimen con la excusa de que se pretende lograr un supuesto noble fin. Los medios que utilicemos deben ser
coherentes y ajustados al mismo criterio ético que los fines.
La solución es el veganismo
En definitiva, podemos comprobar cuan absurdo resulta que se estén gastando recursos en un proyecto que además de inmoral es innecesario y dañino.
Si el problema está en nuestra forma de pensar acerca de los demás animales entonces podremos concluir que es en el activismo educacional en donde deberían enfocarse nuestros recursos con el fin de cambiar dicha mentalidad.
Si queremos eliminar la explotación animal entonces la opción ética y efectiva es la
educación vegana; así como apoyar las alternativas prácticas a la explotación animal con el objeto de lograr que cada vez haya menos excusas válidas para seguir intentando justificar la utilización de animales no humanos.