29 de agosto de 2011

¿Cómo sabemos que los animales sienten?

 

El tema del que trata este ensayo es acerca de si los otros animales, aparte de los humanos, pueden sentir y cómo podemos saberlo.

¿Cómo sabemos que cualquier animal —humano o no humano— siente? Bien, al menos sabemos que nosotros mismos podemos sentir. Lo sabemos por experiencias directas que tenemos cuando, por ejemplo, alguien nos grita al oído, o tocamos una superficie caliente, o vemos un color. Pero ¿cómo sabemos que los demás individuos también sienten?

Es evidente que no tenemos la capacidad de poder experimentar directamente la sensación de nadie más aparte de la que experimentamos cada uno por sí mismo. La sensación es un estado de conciencia, un fenómeno subjetivo, y como tal nunca puede ser observado directamente. La sensación es un fenómeno que experimentamos subjetivamente, y sólo podemos deducir que otros lo están sintiendo por varias indicaciones objetivas.

¿Estaría justificado deducir que los otros seres humanos sienten al igual que siento yo? Y si es así, ¿hay alguna razón por la que tal deducción no sea justificable en el caso de otros animales?

Casi todas las señales externas que nos llevan a deducir sensación en los humanos pueden ser vistas en individuos de otras especies. Por ejemplo, en el caso de la sensación de dolor, las señales de comportamiento suelen ser: retorcimiento, contorsiones faciales, quejas, alaridos u otras formas de grito, intentos de evitar la fuente de dolor, signos de miedo y angustia ante la perspectiva de su repetición, y otros.

Sin embargo, comportamientos externos, como el hecho moverse o emitir sonidos, no serían demostrativos por sí solos. Ni tampoco lo serían las señales que un aparato pueda recoger de la actividad cerebral.

Ahora bien, sabemos que otros animales poseen sistemas nerviosos similares a los nuestros, que responden fisiológicamente como los nuestros cuando el otro animal está en circunstancias en las que nosotros experimentaríamos cierto tipo de sensaciones, como es el caso de la sensación de dolor.

Aunque los humanos tienen un córtex cerebral más desarrollado que el de otros animales, esta parte del cerebro está relacionada con las funciones de razonamiento abstracto y no con las sensaciones, emociones y sentimientos. Las sensaciones, emociones y sentimientos estarían más bien generadas en zonas primarias de la red neuronal, como el diencéfalo y el tálamo.

Asimismo, sabemos que el sistema nervioso de los otros animales se desarrolló conjuntamente al nuestro con un sentido biológico de supervivencia del organismo —evitar lo perjudicial y encontrar lo beneficioso. Y es conocido que la historia evolutiva de los seres humanos y otros animales no divergieron hasta que las características centrales de nuestro sistema nervioso ya habían sido establecidas del mismo modo para todos. Por esto deducimos que todos los animales vertebrados, y al menos una gran parte de los invertebrados, son seres conscientes.

La capacidad de sentir es indispensable para la supervivencia de un animal, puesto que ocasiona que eviten las fuentes que les causan daño y se inclinen hacia aquellas que les favorecen. Por lo que sería claramente irracional suponer que los sistemas nerviosos que son muy similares, que tienen un origen y una función evolutiva en común, y que resultan en formas de comportamiento similares en circunstancias similares, deberían de funcionar de una forma radicalmente diferente a nivel subjetivo.

De este modo, cada evidencia con la que contamos actualmente apoya la teoría de que los demás animales sienten, esto es: experimentan sensaciones, deseos, emociones, intenciones.

Es absurdo suponer que otros animales sienten "menos" porque son animales "inferiores". De hecho, existen evidencias que demuestran que muchos de sus sentidos son bastante más desarollados que los nuestros: la capacidad visual del águila; el oído increíblemente agudo del murciélago; el tacto extremadamente sensible de los peces; el asombroso olfato de las hormiga. Estos animales dependen más que nosotros ahora de una experiencia detallada de su ambiente circundante.

Aparte de la complejidad de la corteza cerebral —que no percibe la sensación de forma directa— los sistemas nerviosos de los otros animales son casi idénticos al nuestro, o muy parecidos, y sus reacciones claramente similares. Su experiencia sensitiva resulta muy evidente, principalmente en expresiones básicas como el miedo.

Podríamos pensar que esto ya sería suficiente para solventar la cuestión; pero todavía quedan algunas objeciones que debemos responder.

Por ejemplo, hay una línea de pensamiento que sostiene que no podemos significativamente atribuir estados de consciencia a seres sin lenguaje. Pero esta postura no parece plausible. El lenguaje puede ser necesario para el pensamiento abstracto a cierto nivel pero los estados de sensación son más básicos, y no tienen nada que ver con el lenguaje. Los bebés humanos son incapaces de usar el lenguaje. ¿Debemos deducir de ello que un bebé no puede sentir? De ningún modo, puesto que contamos con evidencias de que los bebés son seres conscientes, así como las tenemos de la posesión de conciencia sensitiva en los otros animales. Por tanto, el lenguaje no puede ser un criterio relevante para determinar la posesión de sintiencia, por no mencionar que en realidad sabemos que otros animales poseen lenguaje

Desde una perspectiva racional, no podemos aceptar la creencia de que sólo otros humanos pueden sentir y al mismo tiempo negar esto mismo en otros animales. Antes las evidencias con las que contamos ya no podemos poner en duda que las actividades de los demás animales están directamente relacionadas con la sintiencia —la facultad de sentir.

Por todo ello, podemos afirmar de forma razonable que los animales sienten. Nosotros sentimos porque, al igual que el resto de animales, poseemos un sistema nervioso que procesa las percepciones en forma de experiencias subjetivas. De esta manera podemos concluir que ante los argumentos mostrados no habría buenas razones, científicas o filosóficas, para negar que, al igual que nosotros, los demás animales sienten —son seres conscientes. Si no dudamos que otros humanos sienten entonces tampoco deberíamos dudar de que otros animales también lo hacen.

7 comentarios:

  1. Bueno, parece que después de este descubrimiento tendremos que modificar el argumento:
    http://www.xatakaciencia.com/biologia/las-plantas-sienten-el-peligro-y-los-dientes-de-quien-las-devora?fb_action_ids=598529870162069&fb_action_types=og.likes&fb_source=aggregation&fb_aggregation_id=288381481237582

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    1. A mí me parece que te estás equivocando. Porque en el artículo que enlazas se utiliza erróneamente la palabra sentir como sinónimo de percibir. Pero ocurre que aunque sentir implica percibir, la sintiencia no se limita a esto sino que se trata de percibir sensaciones o experiencias subjetivas. Y esto sólo lo puede permitir la posesión de un sistema nervioso. Del cual las plantas carecen.

      Por esto, pemíteme aclararte que las plantas no sienten. Las plantas perciben y reaccionan a estímulos. Pero no sienten. De la misma manera que el agua percibe el calor o el frío y reacciona a esos estímulos. Pero el agua no siente. Sentir no es sinónimo de percibir, reaccionar ni procesar información. Aunque sentir implica todo lo anterior, no se limita o reduce a todo eso, sino que consiste en un salto cualitativo (los denominados qualia) mediante el cual somos conscientes de que existimos y de los sucesos que nos ocurren. Sentir significa experimentar sensaciones o tener percepciones subjetivas. Por ejemplo, ver colores, oír sonidos, padecer dolor,... Este es el fenómeno peculiar que se conoce como sensación y que es la base de la conciencia.

      La neurociencia ha comprobado que para poder sentir es necesario poseer un sistema nervioso activo. El sistema nervioso es la causa de que sintamos. En eso consiste su función. Y no se tiene ninguna constancia de que otro órgano o elemento en otros seres pueda ejercer dicha función.

      La misma razón por la que sabemos que las plantas no sienten, vale igual para otros seres (minerales, virus, bacterias,..) que carecen de sistema nervioso.

      Si lo deseas, puedes leer el siguiente artículo en donde explico este punto con más detalle:

      http://filosofiavegana.blogspot.com.es/2012/06/y-que-pasa-con-las-plantas.html

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  2. Buenas, estaba reflexionando sobre el tema de la sintiencia y me estoy haciendo un lío, siento si soy algo pesado preguntándote todo el rato jaja.
    A ver, el hecho de que yo respete a otros humanos se basa en que tienen intereses, y los intereses nacen de la capacidad de sentir. Imaginemos que todos los animales funcionaran como máquinas, sé que está demostrado que no es así (realmente eso dependerá de lo inteligente que sea el animal en cuestión), y que la capacidad cognitiva no es relevante a la hora de considerar moralmente a un individuo; sólo importa la capacidad de sentir ¿no? Pero, si programamos un robot para que perciba “dolor” o “placer” para distinguir qué cosas le convienen de las que no, ese robot tendría intereses en cuanto evitar el dolor y sentir placer, incluso si le pusiéramos sensores de frío y calor, para que de esa forma detectase cuál es su temperatura idónea, etc. ¿Por qué ese robot no merece consideración moral alguna pero un humano con deficiencia psíquica (por ejemplo) sí? Digamos que éste humano solo se ocupa de cubrir sus necesidades más básicas, así como lo hace el robot. Al fin y al cabo el dolor es tan solo un mecanismo para sobrevivir, tal como el que podemos programar para la máquina.
    Un saludo y gracias.

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    1. Había pensado que el robot quizás no sea consciente de sí mismo, ¿pero es la consciencia una capacidad cognitiva en sí, o nace de la subjetividad del sentir? El robot "sabe" lo que es malo para "él" ¿podría considerarse esto consciencia?

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    2. En una de las entradas que tienes sobre la sintiencia pones de ejemplo a las lombrices; "Es conocido el hecho de que las lombrices descargan endorfinas cuando reciben un daño. Las endorfinas son hormonas que segrega el organismo con el objeto de atenuar la sensación de dolor. Las lombrices no tienen propiamente cerebro pero tienen sistema nervioso. Y es el sistema nervioso lo que ocasiona la capacidad de sentir, es decir, la subjetividad."
      Pero es lo mismo que hace una planta cuando se le daña y segrega sustancias para reparar esa rotura, ¿no? Quizás no siente "dolor" tal y como nosotros lo conocemos ya que es algo propio de poseer sistema nervioso, pero sí otro tipo de mecanismo de supervivencia, ¿por qué sólo respetar a los que comparten nuestras mismas "herramientas" biológicas de supervivencia? Lo que quiero decir es que hay animales que funcionan como un robot/planta/bacteria cognitivamente hablando, lo único que les diferencia de éstos es tener sistema nervioso, que no es más que un mecanismo de supervivencia, al igual que el que tiene una planta o una bacteria pero diferente, ¿hace falta tener sistema nervioso para tener intereses? Una planta o una bacteria son capaces de detectar peligros y amenazas para su vida, ¿por qué no puede considerarse eso interés por seguir viviendo pero sí en el caso de un animal que funcionara igual -me refiero a que sólo hace tareas básicas guiadas por el instinto como curarse una herida, alimentarse, etc,- pero que tuviera sistema nervioso?

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    3. Bueno, si un robot pudiera efectivamente sentir, tal y como sentimos los animales, entonces debería ser incluído en la comunidad moral como sujeto de derechos. Yo no veo el problema en eso, salvo que tal escenario pertenece a la ciencia-ficción y no a la realidad.

      Las plantas no tienen sistema nervioso ni ningún otro órgano similar que pudiera hacer la misma función que realiza el sistema nervioso centralizado en los animales. Solamente un sistema nervioso centralizado puede generar sensaciones. Y sólo a partir de las sensaciones aparece la conciencia. Por tanto, no hay ninguna prueba, indicio o evidencia acerca de que las plantas puedan sentir.

      Yo creo que quizás confundes la inteligencia con la sintiencia. Son dos cosas completamente distintas. Sentir dolor es un fenómeno radicalmente distinto del hecho de ponernos a pensar (imaginar, recordar, prevenir) sobre el dolor. De hecho, ésta es una confusión muy habitual. De todos modos, la capacidad de sentir nada tiene que ver con la inteligencia. Sintiencia e inteligencia son dos facultades distintas, independientes y autonómas.

      Aparte de que sentir no equivale meramente a percibir. Sí, las plantas o incluso las bacterias pueden percibir estímulos, por lo hacen de la misma manera que un termostato percibe la temperatura. No hay ahí ninguna experiencia, ninguna percepción subjetiva. La sintiencia parte de un tipo específico de percepción a la que llamamos sensacion. Esto es: dolor, placer, imágenes, sonidos, olores,... Además de estas sensaciones básicas, la sintiencia también abarca lo que entendemos por emociones, deseos, intenciones y sentimientos.

      La diferencia entre la percepción subjetiva y la percepción no-consciente de las plantas es la misma que hay entre la sensación y la digestión. Nuestro sistema nervioso también realiza muchas funciones reflejas que no forman parte de la sintiencia. Nuestro estómago detecta de forma no-consciente la presencia de alimentos y los asimila de acuerdo a procesos digestivos. Toda la función que realiza en general el aparato digestivo es tremendamente compleja pero no hay ni un ápice de conciencia ahí. Otra cosa es cuando tú sientes la digestión, sientes alguna molestia y dolor: ahí está la percepción subjetiva - la sensación. Son dos fenómenos cualitativamente diferentes.

      Por último, me gustaría señalar que no es relevante el hecho de que un organismo actúe para sobrevivir. Lo relevante es que pueda sentir. Solamente los seres con sistema nervioso centralizado pueden hacerlo. El mero hecho de una planta o una bacteria actúen para sobrevivir no deja de ser una reacción no-consciente y mecánica (igual que la digestión). Están programadas biológicamente para actuar así. Pero no hay conciencia en esas actividades. No hay intereses, porque un interés implica necesariamente que hay una emoción, un deseo o una intención. Y esto son fenómenos de percepción subjetiva. Cuando decimos que los animales (humanos o nohumanos) tienen intereses, nos referimos a que tienen conciencia de sí mismos y de lo que les sucede. Sienten hambre o sed, sienten calor o frío, sienten el deseo de moverse o el deseo de interectuar con otros individuos. Experimentan sensaciones que les motivan a determinadas conductas intencionales. Pero no es la conducta lo que define propiamente al interés, sino la experiencia interna que es la sensación.

      Espero haber podido aclarar aunque sea un poco tus dudas. Si tienes cualquier otra pregunta o comentario, no dudes en compartirlo.

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    4. Muchísimas gracias por tu respuesta, realmente lo que no llegaba a entender era el concepto de percepción subjetiva y de conciencia; cuando un animal no humano actúa de forma "mecánica" (esto estará delimitado por su inteligencia), así como lo hace una planta, la diferencia radica en que el animal tiene consciencia de sí mismo (tiene percepciones subjetivas) y que la planta no, algo tan obvio que no acababa de ver, un saludo.

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