14 de abril de 2016

«Evitando el Abandono del Veganismo: El Poder de la Ética»



En este artículo de la nutricionista y activista vegana Ginny Messina se trata acerca de la importancia de difundir el veganismo desde una perspectiva ética, argumentando que la ética resulta ser el enfoque más eficaz para conseguir que las personas no sólo se hagan veganas sino que permanezcan veganas.

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Evitando el Abandono del Veganismo: 

El Poder de la Ética

Ginny Messina

2015


Ayudar a la gente a hacerse vegana es genial. Pero carece de sentido si no les ayudamos a mantenerse veganos. La semana pasada escribí acerca de que exagerar los beneficios de una dieta vegana puede provocar que la gente abandone el veganismo. Uno de los motivos por el que las personas abandonan la dieta vegana es porque pierden la fe en sus beneficios. Esto está más cerca de ocurrir cuando se realizan afirmaciones inverosímiles sobre ella.

También corremos el riesgo de perder veganos cuando decidimos ignorar la ética. Aunque la salud personal puede motivar a la gente a hacerse vegana o vegetariana, la ética es mucho más persuasiva.

Investigando acerca de prevenir este abandono, he estudiado documentación al respecto que incluye:

* Estudios sobre ex-vegetarianos: de Faunalytics, la Asociación Vegetariana de Toronto y los psicólogos Childers and Herzog

* Investigaciones sobre cambios exitosos en la dieta. 
  
* Investigaciones sobre el cambio de dieta en veganos y vegetarianos. 

Los hallazos al respecto son relativamente consistentes acerca del poder de la ética en ayudar a la gente a permanecer vegana.

Por ejemplo, el estudio de Faunalytics encontró que la salud fue la motivación principal citada por la mayoría de los ex-vegetarianos. Un estudio de la Universidad Winthrop en Carolina del Sur también encontró que los vegetarianos que estaban motivados por la ética «demostraban sentimientos y convicciones más fuertes». Ellos apenas comieron productos animales y estaban menos cerca de desviarse [1].

Curiosamente, un estudio del departamento de psicología de la universidad de Surrey en el Reino Unido encontró que la ética era un motivador más fuerte que la salud para un cambio duradero a la hora de cambiar la dieta [2]. Los investigadores dijeron que «...si la intervención puede motivar a los individuos mediante otros factores aparte de la salud, como es la ética, entonces ese enfoque sería un mayor desencadenante de desenlaces positivos.»

¿Por qué la gente que se hace vegana por los animales está más motivada a continuar siéndolo? Puedo pensar en tres posibles razones:

1. La ética vegana es única

El estudio de la Asociación Vegetariana de Toronto descubrió que la mayoría de los ex-vegetarianos pensaban que podían conseguir los mismos beneficios con una dieta que incluyera carne animal. Y seguramente estaban en lo cierto.

Podemos —y debemos— decirle a la gente que una dieta vegana es una buena elección para una alimentación saludable; pero no podemos decirles que es la única opción. Una dieta basada en plantas que incluya pequeñas cantidades de productos animales puede ser igualmente saludable.

¿Pero y la ética del veganismo? Una vez que la asumes, ya no hay alternativa de vida. Esto es especialmente cierto para aquellos que abrazan la ética de Derechos Animales [3]. Si estamos de acuerdo en que los animales no existen para nosotros bajo ninguna circunstancia, el veganismo es en verdad nuestra única opción.

2. Los veganos con una motivación por la salud adoptan dietas más restrictivas y menos óptimas

Los veganos que sólo están motivados por la ética adoptan un enfoque más relajado en sus opciones alimentarias, lo cual consigue que la dieta vegana sea más fácil de llevar y que resulte más fácil de conseguir los nutrientes necesarios [4][5]. Los veganos con una motivación por la salud son menos proclives a tomar los suplementos adecuados [5]. Un grupo de investigadores señaló que «es posible que los veganos motivados por la salud, en su búsqueda de conseguir una mejor salud mediante la dieta, infravaloren la toma de suplementos, pensando que el consumo de vegetales es la mejor forma de obtener los nutrientes esenciales.» Si esto es cierto, resulta que la motivación por la salud implica un mayor riesgo de deficiencias nutricionales.

3. La ética es parte de lo que somos

En un estudio titulado «Moralización y Hacerse Vegetariano», los investigadores señalaron que «los valores morales son a menudo referidos como algo internalizado, esto es, como algo que es parte de uno mismo» [6].

Esto es importante porque muchos ex-vegetarianos dicen que no sentían que la dieta fuera parte de su «identidad». Quizás si hicieran la conexión moral —la conexión con sus valores internos— mucha más gente vería el veganismo como algo que es más parte de su identidad de lo que creen.

Hay una teoría que postula que quienes adoptan una dieta vegana por salud podrían asumir las consideraciones éticas más adelante, con la esperanza de que luego asuman otros cambios en su vida que reflejen la ética vegana. Pudiera ser. Pero —posiblemente debido a que las razones éticas para el vegetarianismo se internalizan de forma profunda— parece que los vegetarianos éticos son los más proclives a motivarse para permanecer vegetarianos [6].

Activismo Vegano: La Ética Primero

El problema con las personas que abandonan el veganismo es algo serio. Cuando la gente dice «yo fui vegano, pero...» esto perpetúa la idea de que las dietas veganas son difíciles o insalubres. Además, es posible que los ex-vegetarianos consuman más pollo que la gente que nunca fue vegetariana —lo cual no es sorprendente si los ex-vegetarianos estaban motivados por su salud [7]. Esto es algo que agrava todavía más el sufrimiento de los animales.

Yo promuevo la dieta vegana por razones éticas porque no tengo otra elección. No es posible argumentar que todos los productos de origen animal son peligrosos sin incurrir en una perspectiva sesgada. Yo no podría actuar así y luego decir que «me baso en la evidencia». Afortunadamente, parece que en todo caso la ética es un motivador más poderoso para adoptar una dieta vegana indefinidamente.

Con recursos limitados, parece ser mejor que nos enfoquemos en aquello que consigue crear más veganos que permanecen veganos. Y aunque prefieras adoptar tu propio enfoque para el activismo, al menos considera incluir la ética como una parte de tu mensaje.

[1] Hoffman SR, Stallings SF, Bessinger RC, Brooks GT. "Differences between health and ethical vegetarians. Strength of conviction, nutrition knowledge, dietary restriction, and duration of adherence". Appetite 2013;65:139-44. 

[2] Ogden J, Karim L, Choudry A, Brown K. "Understanding successful behaviour change: the role of intentions, attitudes to the target and motivations and the example of diet". Health Educ Res 2007;22:397-405.

[3] Menzies K, Sheeshka J. "The process of exiting vegetarianism: an exploratory study". Can J Diet Pract Res 2012;73:163-8.

[4] Dyett PA, Sabate J, Haddad E, Rajaram S, Shavlik D. "Vegan lifestyle behaviors: an exploration of congruence with health-related beliefs and assessed health indices". Appetite 2013;67:119-24.

[5] Radnitz C, Beezhold B, DiMatteo J. "Investigation of lifestyle choices of individuals following a vegan diet for health and ethical reasons". Appetite 2015;90:31-6.

[6] Rozin P MM, Stoess C. . "Moralization and becoming a vegetarian: The transformation of preferences into values and the recruitment of disgust". Psychological Science 1997;8:67-73.

[7] Barr SI, Chapman GE. "Perceptions and practices of self-defined current vegetarian, former vegetarian, and nonvegetarian women". J Am Diet Assoc 2002;102:354-60.


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Me gustaría añadir un par de reflexiones a continuación del artículo de Messina.

Resulta evidente que el contexto social en el que vivimos no ha sido hasta ahora favorable para el veganismo, sino más bien todo lo contrario, ya que vivimos en una cultura especista asentada sobre la explotación animal. Por eso, las personas que se deciden hacerse veganas se encuentran con que tienen que combatir sus propios hábitos y prejucios adquiridos, así como también la influencia negativa de personas no veganas con las que se relacionan en su vida.

Messina explica que es igual de importante motivar a que la gente decida hacerse vegana como ayudarla a que continúen siendo veganos frente a la presión interna [hábitos, prejuicios] como la externa [contexto social].

La estrategia que muestra ser más efectiva para que el veganismo sea interiorizado es apelar a nuestra propia conciencia moral y no al egoísmo. Así lo indican las recientes investigaciones en psicología acerca del cambio de conducta. Creo que esto converge en gran medida con lo expuesto sobre esa misma cuestión por el profesor Casey Taft y por el profesor Gary Francione.

A veces se oye decir que «a la gente no le importan los animales», pero me parece que la evidencia indica más bien lo contrario. Por ejemplo, las encuestas señalan que la mayoría de la gente tiene preocupación moral hacia los animales. En Estados Unidos de América [EUA] ha subido al 32% el porcentaje de encuestados que piensa que los otros animales deberían tener los mismos derechos que los humanos. Incluso en el contexto especista actual, ya habría al menos un tercio de la población que es potencialmente vegana. Opino que si en EUA no hay ya un 32% de veganos es debido a que el activismo animalista no está enfocado en la educación vegana.

El texto de Messina es otra aportación en favor de la tesis de que el enfoque ético no sólo sería la opción moralmente correcta sino que también es la más eficaz desde el punto de vista práctico para difundir el veganismo con éxito.

Quizás se le podría reprochar a Messina que su perspectiva considera el veganismo como una práctica —no explotar animales— y no como un principio moral. Si bien, ella señala que el veganismo, como práctica, sólo se puede sostener coherentemente con una base ética que considere que los demás animales no deben ser usados como medios para nuestros fines.

El veganismo fue definido originalmente como el rechazo moral a la cosificación de los animales y a la creencia de que existen para el beneficio humano. La mayoría de la gente suele pensar en el veganismo como una simple práctica, aunque esté fundamentada en consideraciones éticas. Yo pienso que debemos retomar su significado original y entenderlo como un principio ético.

Por cierto, si alguien tiene curiosidad por conocer las recomendaciones profesionales de Messina sobre la dieta vegana, puede consultar esta entrevista traducida al español.

6 de abril de 2016

"Libre de Maltrato Animal" = Pleno de Explotación Animal





Existe una tendencia, promovida por grupos animalistas, a declarar determinadas poblaciones como "libres de maltrato animal" basándose en el hecho de que han prohibido determinadas formas de explotación animal como la tauromaquia o el uso de animales no humanos en actividades circenses. Ciudades como Mallorca, Vitoria y Tavernes se han apuntando a esa declaración de ciudades "libres de maltrato animal".

Algo debe cambiar para que todo siga igual

Por supuesto, la gran mayoría de la gente que viven en estas ciudades come animales, viste animales, compra animales,... pero como han prohibido las corridas de toros o los circos "con animales" entonces ya todo está bien en nuestra relación con los demás animales. Ya podemos decir que son poblaciones "libre de maltrato animal". Y como casi todo el mundo considera que el problema en nuestra relación con los demás animales es el "maltrato" entonces ya no hay que preocuparse, puesto que ya no hay maltrato.

Ni la intención, ni el objetivo, ni la medida en sí misma, ni el efecto que causa, tienen que ver con respetar a los demás animales como personas y liberarlos de nuestra explotación.

Todo esto sirve exclusivamente para perpetuar la esclavitud dándole una apariencia renovada mediante la eliminación de determinadas actividades muy minoritarias que se consideran "crueles" —en el sentido de que causan un sufrimiento excesivo para el beneficio que de ello obtienen los humanos— y de ese modo poder proclamar que ya somos "humanitarios" y nos hemos librado del "maltrato".

El concepto de "maltrato animal" no cuestiona ni presenta ninguna objeción a la existencia de la explotación animal. El "maltrato animal" no cuestiona el hecho de que sometamos a otros animales como nuestra propiedad. El "maltrato animal" no cuestiona la esclavitud de los animales no humanos. El concepto de "maltrato animal" no cuestiona que consideremos a otros animales como recursos que existen para nuestro beneficio.

Ese tipo de medidas son un avance en la dirección de reforzar el paradigma bienestarista que dice que está bien oprimir a los demás animales aunque sin ser "crueles" con ellos. Debemos eliminar "la crueldad" para así poder seguir explotando a los no-humanos para nuestros fines, pero de forma "humanitaria".

El objetivo del antitaurinismo, y demás campañas monotemáticas, consiste en reformar la explotación animal eliminando determinados usos marginales considerados "crueles" para que el resto de la esclavitud se mantenga dentro de unos parámetros de "bienestar animal". 

Incluso prohibiendo las corridas de toros, los toros siguen siendo explotados. En Cataluña los toros siguen siendo utilizados en espectáculos ["correbous"], o como sementales, y siguen siendo enviados al matadero. Del mismo modo que aunque en un país esté prohibido comer perros y gatos, éstos siguen siendo explotados, pues son utilizados para servir de compañía, o como sujetos forzados a experimentación, entre otros usos.

La tauromaquia fue prohibida hace siglos en varios países. El uso de animales nohumanos en circos fue prohibido hace décadas en varios países. Nada de esto ha conducido ni remotamente a un desmantelamiento de la explotación animal. No hay conexión lógica ni empírica entre prohibir determinada forma de explotar a los otros animales y acabar con la explotación animal.

El efecto que tienen esas prohibiciones es el contrario: como ya se han prohibido "los peores abusos" entonces la gente considera que podemos seguir explotando a los demás animales puesto ahora que lo hacemos de forma "humanitaria" bajo determinadas regulaciones de "bienestar animal".

Las prohibiciones basadas en el "maltrato animal" son cambios meramente cosméticos y no afectan en nada a la estructura ideológica y social que causa y sostiene la explotación de los animales no humanos.

El problema no es el cambio gradual sino el cambio superficial

El problema en la medida bienestarista no está en que se trate de una supuesta reforma gradual. El problema está en el contenido y la forma y el criterio que conforman ese supuesto cambio. Un cambio puede ser meramente superficial o incluso contraproducente, como es el caso que nos ocupa.

No estoy criticando la idea de progreso y cambio gradual sino que critico el hecho de que ese cambio no va dirigido a erradicar el especismo y abolir la explotación animal. Al contrario, su objetivo es defender el especismo y nuestra esclavitud sobre los demás animales, e impedir que se cuestione seriamente nuestra relación moral con los no-humanos.

Vivimos en una cultura especista, que considera que los demás animales existen para ser dominados y utilizados por los humanos. Sin embargo, por muy predominante que sea ese prejuicio, esto no implica que debamos aceptarlo o que no debamos actuar para cambiarlo. Del mismo modo que el hecho de que vivamos en una cultura machista no implica que debamos aceptarlo o que no debamos hacer nada por cambiarlo.

Una cultura milenaria basada en la dominación y el desprecio hacia los no-humanos no se erradica de un día para otro; pero la vía reformista no es el camino para acabar con nuestra violencia que ejercemos contra los demás animales sino que es la forma más efectiva para perpetuarla indefinidamente.

No es ilusorio pensar que podemos erradicar el especismo. El prejuicio del especismo no funciona de forma esencialmente diferente a los otros prejuicios similares, y no hay razón para pensar que no pueda ser combatido y eliminado del mismo modo que otros prejuicios lo han sido.

En otras épocas no tan lejanas, prejuicios como el racismo, el machismo y la homofobia eran predominantes y la gran mayoría de la gente los asumía como algo normal. Pero gracias al pensamiento crítico y a los movimientos de activismo social esos prejuicios se fueron desafiando y erradicando progresivamente; primero en mentalidad de la gente y luego en la organización social.

Asumiendo y promoviendo el veganismo podríamos acabar con todas las formas de explotación animal; pero en lugar de asumir y fomentar el veganismo, la mayoría de grupos animalistas se dedica a ignorar deliberadamente al 99% de los animales explotados por el hombre; y para aquellos pocos a los que presta atención propone medidas para reformar su esclavitud.

Que la gente se haga vegana sí es un progreso moral; esto sí es un cambio real en nuestra relación con los animales no humanos

Por supuesto que todos los daños que infligimos a los demás animales no terminan con el veganismo; pero el veganismo es la base para que se produzca un cambio real en la forma en que nos relacionamos con los animales que no son humanos —y dejemos de causarles un daño que es injustificado, innecesario y evitable— en lugar de un cambio superficial que mantiene las cosas exactamente como ya estaban al comienzo promoviendo la falsa ilusión de que algo ha mejorado.