18 de junio de 2019

La hipocresía del antiveganismo



Un artículo publicado en Eldiario.es proclama que «el veganismo en la moda es hipocresía» refiriéndose a la nueva tendencia en algunas marcas de ropa de eliminar productos de origen animal. Me ha llamado la atención la cantidad de falacias y falsedades que contiene el artículo para ser tan breve en extensión. 

El artículo ya comienza fuerte:

«La moda vegana es una hipocresía, no me la creo", ha dicho a Efe Alejandro Gómez Palomo, director creativo de la firma Palomo Spain, que desde sus inicios utiliza tejidos de origen animal porque considera que son "más ecológicos". Palomo Spain utiliza plumas, cuero o lana en la confección de prendas, "lo no quier decir que no ame a los animales ni que sea respetuoso con el medioambiente", añade Gómez Palomo, quien considera que es mucho más contaminante el pelo artificial o el poliéster que suele acabar en los océanos, un problema que centrará este sábado la celebración del Día Mundial de los Océanos.»

Afirma el director de Palomo Spain que se puede amar a los animales y al mismo tiempo utilizarlos como recursos, criarlos en granjas y matarlos para arrancarles su piel. Es cuanto menos una curiosa forma de ver el amor. ¿Será por eso que dicen que hay amores que matan? 

Me gustaría aclarar que para vestir de forma vegana no es necesario usar poliéster ni pelo artificial. Aparte, es increíble que se pueda afirmar seriamente que los tejidos de origen animal son menos contaminantes que de los origen vegetal; si tenemos en cuenta que la industria ganadera es la más contaminante del planeta. Es precisamente de la ganadería de donde proceden los animales utilizados para servir de vestimenta. ¿Seguro que se han molestado en informarse sobre lo que hablan? Permítanme que lo dude.

Cuidado, resulta que el director de Palomo Spain no está solo en su diatriba sino que le acompañan otras voces:

«El veganismo es un lujo de millonarios", explica la responsable de desarrollo de materiales de Fashion Bussiness School Universidad de Navarra (ISEM), Silvia Soler González, quien asegura que vestirse con fibras naturales de origen vegetal es "complicado y muy caro".»

Mira, me acabo de enterar de que soy millonario. No tenía ni idea de que lo fuera. Al parecer, mi cuenta corriente tampoco lo sabe. Se lo comunicaré a mi banco para que la actualice. Si la responsable de la Fashion Bussiness School dice que el veganismo es 'un lujo de millonarios' tiene que ser verdad, ¿no? Entonces, los otros veganos que conozco, y que yo estaba convencido que tienen que trabajar para vivir, también son millonarios. ¿Y los otros millones de veganos en el mundo? Todos millonarios. Claro que sí.

Confieso que me suena un poco extraño aquello de que vestirse con algodón, lino o tejidos sintéticos es "complicado y muy caro". Fíjate que tampoco estaba al tanto de esto. Yo estaba convencido de que el veganismo no es caro. He comprobado que cuando voy a comprar ropa a las tiendas de saldo y a los supermercados —y demás lugares selectos que frecuentamos los millonarios veganos— los artículos más baratos suelen componerse de tejidos vegetales. Pero qué sabré yo que sólo soy un elitista millonario y no formo parte de una Fashion Bussiness School que claramente está en contacto con la realidad de la gente sencilla.

Atención, porque la responsable de la Fashion Bussiness School no ha terminado de iluminarnos con sus agudas observaciones:

«Un vegano excluye en su armario las piezas de cuero, piel, lana de oveja, cachemir, mohair, seda, plumas, perlas o nácar, todo lo que provenga de los animales. Pero ¿qué ocurriría si a las ovejas no se las esquilara?. "Sería un animal maltratado, su salud se deterioraría", dice la veterinaria Rebeca Abascal Guzón, quien recuerda que la oveja doméstica "no pierde el pelo de manera natural". Si no se les esquila "puede sufrir infecciones, no tener visión o tener incapacidad para moverse, dado el volumen y peso de la lana sobre su propio cuerpo", explica la veterinaria.»

Esto me lleva a pensar: ¿cómo se supone que las ovejas se las arreglaban antes de ser esclavizadas por seres humanos? ¿Acaso en la naturaleza morían todas invadidas por su propio pelo? Las ovejas ya existían en el mundo antes de ser sometidas por el hombre para servir de recursos. Todos los demás animales mamíferos pierden el pelo de forma natural y lo renuevan periódicamente, ¿por qué las ovejas no? Parece extraño. ¿No será quizás que las ovejas han sido seleccionadas deliberadamente por los humanos durante siglos y siglos para favorecer sólo la reproducción de las que eran más peludas y así poder aprovechar su pelo? Esto tiene más sentido. Sabemos que los humanos practican la cría selectiva de los animales que explotan, para así potenciar su aprovechamiento económico.

Por tanto, en el caso de las ovejas podemos ver que sufren un defecto de exceso de pelo que los humanos que las explotan les han causado deliberadamente, y ahora los mismos humanos que defienden la explotación animal usan ese defecto como excusa para seguir explotándolas. No, señores, no se hagan los caritativos con sus propias víctimas. Haber manipulado a otros animales no justifica que los continuemos explotando. ¿Las ovejas necesitas ser esquiladas debido al exceso de pelo que los humanos les han causado durante generaciones? Bien, pero eso no justifica que sigamos tratando a las ovejas como recursos económicos; ni a cualquier otro animal.

A continuación viene el punto quizás más confuso de las declaraciones de que nos regala este artículo:

«"¿Si coges piojos los dejas vivir o los eliminas?, ¿Si tu mascota tiene pulgas las matas o permites que sean sus mejores amigos?", se pregunta Soler, quien cree que es más peligroso consumir recursos naturales, que son finitos como los minerales, que animales que "se reproducen".»

Impresionante silogismo. La señora de la Fashion Bussiness School considera que como los animales 'se reproducen' entonces no son finitos. No importa que los animales necesiten nutrirse de minerales para vivir y reproducirse. Ahora bien, pienso yo, los humanos son biológicamente animales y se reproducen. De hecho, los humanos están aumentando su población exponencialmente en el planeta. ¿Sería correcto pues utilizar a los humanos para servirnos de recursos con los que elaborar vestimenta? Si algún argumento justifica moralmente la utilización de animales entonces también sirve para justificar la utilización de humanos en las mismas condiciones. La distinción de especie no es moralmente más relevante que la distinción de raza o de sexo.

Lo que no comprendo bien es la situación de las preguntas que expone al comienzo del párrafo; parecen un poco desubicadas de la cuestión. Planteamos la misma cuestión eliminando la distinción de especie: ¿Si sorprendo a un humano chupándome la sangre lo dejo vivir o lo elimino? ¿Si un niño a mi cargo tiene pulgas las mato o permito que sean sus mejores amigos? Son preguntas peculiares pero sigo sin ver claro su relación con el tema del veganismo. El veganismo se refiere a la cuestión del uso de animales. Así, los conflictos que puedan surgir con los animales libres no entran dentro de esta categoría. Es como si en el contexto de una discusión sobre el abolicionismo de la esclavitud humana, preguntáramos: ¿y qué hacemos si un humano intenta robarnos? ¿Y qué pasa si un humano intenta asesinarnos?" No son cuestiones que tengan relación con la moralidad de la esclavitud.

No se han acabado todavía las aportaciones de Fashion Bussiness School, que nos ofrece también el lado más místico de su pensamiento:

«El consumo animal se encuentra dentro del círculo de la vida, "y eso es regenerar nuestra propia esencia, nos mantiene en equilibrio", añade Soler, para quien el no consumo de animales conduce a un doble problema: su extinción y la superpoblación con todas las consecuencias".»

¿El consumo animal forma parte del «círculo de la vida»? Creo que esa expresión resulta demasiado vaga como para significar algo concreto pero, en todo caso, yo diría más bien que el consumo de animales sí que forma parte de un círculo comercial. La práctica de consumir animales forma parte de las costumbres sociales y no es algo que se produzca espontáneamente. Es por esto que consumimos piel de vaca como algo normal pero rechazamos consumir piel de perro. Es una cuestión cultural. Además, dentro del «círculo de la vida» también encontramos [1] canibalismo, [2] parasitismo,  [3] violación, [4] infanticidio, y otra serie de conductas que no consideramos que sean moralmente aceptables. El uso de humanos como esclavos también se intentó justificar, desde Aristóteles, como parte del «círculo de la vida».

Por otra parte, me pregunto cómo puede ser que el no consumo de animales conduzca al mismo tiempo a la extinción de animales y a la superpoblación de animales. ¿No es esto profundamente contradictorio? Por eso menciono que esta parte es la más mística de las declaraciones publicadas. En la mística supuestamente las contradicciones desaparecen. Pero en el mundo real que conocemos no.

Esperen aún, porque la cosa no termina aquí:

«Cuando se sacrifica un animal para comer, su piel, plumas o pelo se puede utilizar para la fabricación de ropa u otros objetos, "son materiales residuales", dice Soler, que está a favor del consumo responsable de carne y pescado, "no es necesario consumir proteína todos los días".»

Creo que esta declaración pasa por alto el hecho de que no necesitamos consumir animales para alimentarnos. Tampoco necesitamos utilizar animales para vestirnos. La necesidad no es una excusa que pueda sostener el uso de animales para propósitos como la vestimenta o la alimentación.

El despropósito continúa así:

«No hay que confundir el veganismo con el respeto al medio ambiente. "Que una firma sea vegana no significa que sea sostenible", puntualiza Soler.» Por ejemplo, la diseñadora Stella McCartney decidió no utilizar materiales de origen animal en sus colecciones, pero sin embargo, utiliza fibras sintéticas que en ocasiones no son bondadosas con el medioambiente, precisamente el hábitat de animales. "Es mucho más ecológico un abrigo de zorro que uno de piel sintética, ese pelo artificial es supercontaminante", añade Gómez Palomo. Hoy en día el 60 por ciento de las prendas que se consumen en todo el mundo se hacen con poliéster, que tarda una media de 500 años en degradarse por completo. Además, durante su periodo de vida, en los lavados, esa fibra desprenden micropartículas que acaban en ríos y mares deteriorando la cadena alimentaria. Se vive una moda acunada por la (mala) cultura de usar y tirar, que ahora, desde los grandes emporios se pretende mitigar con la filosofía vegana, en la que se pueden lucir prendas y no ser sostenible. "No hay huella animal, pero se está contaminando el planeta", dice Soler.»

En efecto, el veganismo es diferente de la consideración del medio ambiente. Quizás sea lo único sensato que se puede leer en el artículo. El veganismo se define por oponerse al uso de animales. El medio ambiente pertenece a otra categoría diferente. Eso sí, no hay nada en el veganismo que diga que uno debe sólo preocuparse por no utilizar a los animales y pueda despreocuparse de todo lo demás. En mi ensayo de respuesta a los ataques por parte de Claudio Bertonatti sobre el veganismo ya argumenté que el veganismo supone rechazar el uso de animales como una cuestión de ética básica. Es una cuestión de principios. Una vez que rechazamos el uso de animales, debemos analizar de qué forma podemos satisfacer nuestras necesidades a la vez que tenemos en cuenta otras preocupaciones morales, como es la destrucción del medio ambiente. Pero el uso de animales no puede ser moralmente contemplado como una opción ética; así como tampoco contemplamos el uso de seres humanos como meros recursos, es decir, como esclavos. Aunque la opción menos contaminante de todas las posibles fuera criar y matar humanos para usarlos como vestimenta, esta opción no sería moralmente aceptable. Lo mismo sucede con el uso de animales. 

Si el poliéster es contaminante entonces la solución éticamente aceptable no es utilizar animales; por la misma razón que la solución no puede ser utilizar humanos para servirnos de vestimenta. La solución es dejar de explotar tanto a humanos como a animales y a la vez intentar buscar materiales que eviten dañar, o dañen lo menos posible, el medio ambiente. Sorprendentemente, en un artículo sobre moda vegana se olvidaron de incluir voces de personas que se dedican a la moda vegana, como es el caso de la empresa Insecta, y que explican cómo se preocupan también por la conservación del medio ambiente, desde una perspectiva vegana.

En conclusión, me parece que la acusación de hipocresía sobre el veganismo es del todo desacertada ¿Dónde está realmente la hipocresía? Yo creo que la hipocresía está en decir que nos preocupamos por los intereses de los animales pero al mismo tiempo defendamos que está bien explotar a los animales. Es tan hipócrita como decir que uno se preocupa por los intereses de los humanos y al mismo tiempo defienda que está bien esclavizarlos. Hipocresía es que decir que estamos en contra de infligir daño a los animales y al mismo tiempo sigamos utilizándolos como artículos de consumo; causándoles un daño que no se puede justificar moralmente ni puede excusarse apelando a la existencia real de una necesidad.

La explotación de animales para vestimenta es un ejemplo claro de que el uso de animales no tiene nada que ver con la necesidad sino sólo con el prejuicio de ver a los animales como recursos para beneficio humano. La industria de explotación animal es pues una consecuencia de la mentalidad especista que considera a los animales como seres inferiores que existen para satisfacer las necesidades humanas.

Por cierto, como ya mencioné antes, que un artículo sobre moda vegana no incluya ninguna voz en favor del veganismo fue de lo más me llamó la atención. Hipocresía es también que un medio informativo diga que se dedica a informar al público pero luego publique un artículo que es pura propaganda a favor de la explotación animal y que no incluya siquiera otras posiciones sobre el tema que se trata. Esto también es hipocresía.