31 de diciembre de 2021

«La Mosca» o la crítica accidental al especismo


Antes de nada, me gustaría comentar que quien haya visto esta película [The Fly, 1958] se dará cuenta de que la portadas que se diseñaron para ella no reflejan la trama de su historia —no hay ninguna mosca atacando a humanos— y que sólo buscan provocar un efecto de pavor en el público.

Aviso que en este ensayo desvelaré partes del desarrollo de la película.

La película tiene dos conexiones con obras literarias clásicas: Frankenstein de Mary Shelley y La Transformación de Franz Kafka. Sobre esta última en particular publiqué un ensayo en este blog analizando cómo se trata de un relato que también sirve de critica no intencionada al especismo. A mi modo de ver, La Mosca es una versión del mismo tema: qué sucedería si un humano adquiriera un aspecto insectoide aun conservando su personalidad. Por lo general, la película suele verse como un entretenido filme de ciencia-ficción e interpretarse como una advertencia a las consecuencias indeseables e inesperadas de la investigación científica. Pero yo creo que además hay otras perspectivas sobre el asunto.

El argumento de la película es sencillo: un científico experimental intercambia por accidente parte de su cuerpo con el de una mosca, más concretamente la cabeza y parte de un brazo, mientras que aquella mosca adquiere una cabeza humana. Esta abrupta transformación física provoca un fuerte trauma en el protagonista que lo conduce rápidamente al suicidio con la ayuda de su propia esposa. Digo que es el protagonista porque la historia de la película gira en torno a él y lo que le sucede pero creo que en realidad aparece en menos escenas que otros personajes.

Lo curioso es que no se muestra ninguna evidencia de que el científico en cuestión haya transformado su personalidad sino que sólo ha transformado su aspecto, al igual que le sucedió al protagonista de aquel relato de Kafka. Como ya señalé al comienzo, las portadas de la película muestran una mosca atacando o amenazando a un ser humano, pero no hay nada de esto en la trama. El científico decide matarse sólo porque ya no es humano y no porque se hubiera convertido en alguien con instintos asesinos ni nada remotamente similar.

En nuestra época se está produciendo una crítica a la idea de que existe un cuerpo humano ideal al que debemos aspirar —un cuerpo normativo. Este ideal establece que nuestro cuerpo debe tener una forma particular para ser aceptable. No vale con que seamos humanos sino que debemos tener una determinada altura, un determinado peso, unos determinados rasgos, una determinada simetría. Se trata de un criterio estético, y no de un criterio de salud o de practicidad, que avergüenza a quienes no encajan en esos parámetros.

Muchos humanos cuyo físico se aleja del cuerpo normativo tienen dificultades para desarrollar su vida en sociedad debido al rechazo que padecen por parte de los demás. Así, aunque el protagonista no hubiera decidido matarse ya no podría volver a hacer una vida medianamente normal porque sería objeto de estudios científicos y de constante asombro o repulsa por parte del resto de humanos. Fijémonos que en que lo ha cambiado es parte de su físico pero su mente, su personalidad, es la misma. Quizás ya no sea humano pero sigue siendo una persona.

Lo que yo veo en la película es una consecuencia de la creencia de que los animales no merecen el mismo respeto básico que entendemos que merecen los humanos o que ellos directamente no merecen ningún respeto por sí mismos. Esto es precisamente un síntoma de nuestro especismo. No hay que realizar alguna clase de interpretación forzada sino que el propio filme lo deja bastante claro.

En la versión original podemos escuchar:

Inspector, it wasn´t wong to destroy that thing? [Inspector, ¿no estuvo mal destruir a esa cosa?]

A fly-headed human? No. [¿Un humano con cabeza de  mosca? No.]

En una versión doblada al castellano podemos oír:

— Inspector, ¿no hice nada malo en matar a ese ser?

— Si no era humano no.

De la mosca que por accidente adquiere cabeza humana apenas sabemos nada hasta que en una escena final del filme presenciamos que está gritando por su vida al haber caído atrapada en la red de una araña. La escena les parece terrible a sus testigos hasta el punto que uno de ellos mata a la araña y la mosca. Ya sabemos el total irrespeto que los humanos suelen mostrar por los insectos y otros invertebrados en general. La araña caza a otros animales instintivamente para sobrevivir. En cambio, el protagonista se mata a sí mismo sólo porque ya no tiene aspecto humano y esto aunque trágico también les parece algo de lo más razonable al resto de humanos. No les parece terrible que alguien decida matarse a sí mismo simplemente porque ya no es humano.