28 de mayo de 2013

Acerca del especismo en el ámbito animalista



«Hasta que no reduzcamos el especismo en la sociedad, seguiremos tratando los síntomas en vez de curar la enfermedad. Al final, sólo un descenso sustancial del especismo puede emancipar a los no-humanos.» Joan Dunayer


La discriminación basada en la especie también afecta al activismo

En el contexto cultural antropocentrista en el que vivimos actualmente existe una categoría moral para los individuos humanos y otra para los individuos no-humanos.

A los humanos se les considera personas; las leyes les reconocen derechos y les protegen como sujetos de derecho. Los prejuicios como el racismo y el sexismo son rechazados socialmente y penados por la ley.

En cambio, a los no-humanos se les considera propiedades de los humanos; carecen por completo de derechos; y la sociedad ni siquiera tiene consciencia de que esto sea un problema. 

Esa diferencia radical supone que el problema del especismo y la explotación de los nohumanos tenga un carácter peculiar que no se parece a ninguna situación estructural en la se vean afectados los humanos.

Por tanto, hacer un activismo centrado en denunciar el especismo que afecta a los no-humanos estaría moral y estratégicamente justificado por el contexto social antropocentrista en el que vivimos, en tanto que no existe otra forma de concienciar sobre esta injusticia. Sin embargo, lo que no estaría justificado en ningún caso es diferenciar o dar preferencia a unos animales nohumanos frente a otros. 

Todos los animales sintientes merecen el mismo respeto básico. Todos ellos son igualmente individuos y tienen los mismos derechos básicos. Por lo que hacer una campaña activista en favor de unos individuos concretos en base a la especie que pertenezcan es ya de por sí especista. Esta discriminación es inmoral y refuerza ese prejuicio en una sociedad como la nuestra en donde todos los no-humanos son igualmente discriminados y explotados, considerados propiedad de los humanos.

Por tanto, un activismo que defiende los Derechos Animales debe partir de un planteamiento moral de respeto a todos los animales, no solamente a los no-humanos. Ahora bien, dado que los no-humanos son específicamente discriminados y oprimidos por el especismo, su situación especial sí justifica una atención específica como forma de activismo.

El planteamiento correcto es pedir respeto para todos los animales sin distinción. Esto son los Derechos Animales. Las razones por las cuales los demás animales merecen respeto son las mismas por las que los humanos merecen respeto. Son las mismas. Porque la especie no tiene relevancia ética a la hora de establecer la consideración moral.

Imaginemos que alguien está abusando de un perro y de un gato —o cualquier otro animal— pero solamente rechazamos y denunciamos la agresión al perro. En ese caso estamos siendo especistas. Si denunciamos el 'maltrato' a un perro cuando en esa misma situación no solamente está siendo agredido un perro sino también otros animales de distinta especie entonces estamos siendo especistas. Estamos discriminando a las víctimas por la especie en la que están catalogadas. Y esto mismo es lo que estamos haciendo cuando decidimos participar en una campaña que denuncia la explotación de una o determinadas especies de animales, ignorando al resto de personas nohumanas que no son de esa especie.

¿Por qué sólo pedir respeto para los toros, o sólo para los perros, o sólo para los delfines? No tiene sentido. Discriminar a las víctimas de una misma injusticia según su especie —la explotación animal— sería como discriminar a las víctimas por su color de pelo. La especie es irrelevante. Y para quienes explotan a las víctimas también les es irrelevante su especie. A ellso sólo les importa que sus víctimas son humanos. Como no son humanos entonces creen que está justificado que los utilicemos para nuestros fines.

Vivimos en una sociedad culturalmente antropocentrista. Esto es, se establece una radical y acentuada separación moral entre el ser humano y el resto de animales. A los seres humanos se les reserva una categoría especial y única y generalmente toda iniciativa —ya sea legal o de cualquier otra clase— tiene siempre como finalidad beneficiar únicamente a los humanos aunque sea a costa de otros animales. 

Si no cambiamos primero esa forma de pensar, nada va cambiar para las víctimas del especismo. La explotación animal es un efecto directo de ese prejuicio.

Aunque es cierto que el especismo no es el único problema moral en nuestra sociedad, la discriminación del especismo no tiene ni de lejos el mismo nivel de comprensión y rechazo que tienen otras discriminaciones similares como el racismo y el sexismo. Éstas últimas son hasta cierto punto conocidas y rechazadas en nuestra sociedad. Pero el concepto del especismo es incluso desconocido para la gran mayoría de la gente. Esta diferencia, entre otros puntos, justifica que el especismo reciba cierta prioridad en un activismo por los Derechos Animales.

Partiendo de la base de que el especismo es una discriminación injusta como el racismo y el sexismo; imaginemos que alguien promoviera una campaña para que en cierto país de cultura machista se ilegalice la violación de mujeres rubias. Es decir, una campaña a favor solamente de las mujeres rubias, a pesar de que en el país hay mujeres castañas, morenas y pelirrojas,... que también son víctimas de violaciones. ¿Por qué solamente a favor de las mujeres rubias? Esa discriminación carece de justificación tanto moral como contextual —puesto que no solamente las mujeres rubias son víctimas de violación. El color de pelo es irrelevante. Todas las mujeres, todos los seres sintientes en general, merecen igualmente ser respetados y protegidos de los abusos sexuales.

Del mismo modo, cuando se hace una campaña injustamente discriminatoria a favor de determinados animales en base a su especie [perros, focas, delfines, gatos, toros...] se está incurriendo en el mismo error que en el ejemplo anterior. No existe ninguna razón que justifique discriminar entre animales por motivo de especie. La especie no tiene relevancia moral —como tampoco lo tiene el color de pelo— a la hora de establecer la consideración moral.

Por ejemplo, entre las víctimas del especismo, los perros no son los únicos animales nohumanos explotados. Ellos no son los únicos animales explotados para ser usados como comida —tal y como ocurre en algunos países asiáticos—. ¿Qué supuesto motivo justifica moralmente que una campaña pida que solamente ellos dejen de ser explotados e ignore al resto de animales? 


¿Por qué el especismo sigue predominando en el ámbito animalista?

El motivo por el que existen ese tipo de campañas puede deberse a varias causas. En algunos casos, se debe a prejuicios personales y subjetivos de los propios activistas. A ellos les importa más lo que les ocurre a los perros —o a los toros o las focas— que lo que les ocurre a los peces, a las serpientes o a las medusas. A pesar de que todos los no-humanos son igualmente discriminados y explotados.

En otros casos, lo hacen en base a criterios corporativos porque así entienden que sus organizaciones conseguirán más apoyo y dinero de la gente. La gente será más receptiva si les hablas sólo de de perros, que de otros no-humanos sobre los que apenas tienen conocimiento o empatía. No actúan como activistas o como ONG´s sino como empresas de captación de dinero y clientes, con muy poca ética.

Asimismo, hay activistas que piensan que las campañas especistas pueden servir como «puerta de entrada» a la cuestión general del especismo. El mismo argumento que se suele utilizar para defender la promoción del vegetarianismo. Sin embargo, los hechos indican más bien que ese tipo de campañas sirven justamente para lo contrario: distraen la atención del problema principal para focalizar toda la atención en una muy determinada forma de explotación animal que se considera especialmente "cruel" o innecesaria. No hay más que hablar con la gente o leer los comentarios en páginas y foros. Ese tipo de estrategia no sólo es moralmente reprobable, sino que sería también una táctica inútil y contraproducente.

Todos esos motivos que he expuesto no son excluyentes entre sí. Pero sí son igualmente erróneos. A mi modo de ver, lo que deberíamos hacer es posicionarnos claramente en contra del activismo especista. Al contrario de lo que afirman muchos animalistas, criticar lo que otros hacen es perfectamente legítimo y necesario. Quienes reaccionan de forma hostil, no hacen más que repetir la misma actitud de las personas que reaccionan de forma hostil al mensaje del veganismo porque contradice sus prejuicios o sus hábitos. 

Un activismo ético no puede aceptar el especismo

El veganismo debe aplicarse coherentemente. Si somos veganos y nuestra alimentación, vestimenta,... es vegana, entonces ¿por qué nuestro activismo no deber ser igualmente vegano? Lo único coherente es hacer un activismo vegano. Es decir, un activismo que incluya siempre a todos los animales que son víctimas de la explotación especista.

Un activismo abolicionista que sea especista es tan injusto y erróneo como un activismo bienestarista. Este último pide jaulas más grandes o jaulas más cómodas en lugar de exigir que las jaulas desaparezcan. Pero el activismo especista, aunque supuestamente sea abolicionista, es igual de injusto porque solamente pide que unos animales de cierta especie salgan de esas jaulas en lugar de que todos ellos —sin distinción de especie— sean igualmente liberados de nuestra explotación.

Como activistas por los Derechos Animales deberíamos exponer persistentemente la igualdad de todos los seres sintientes. Pero el activismo animalista está dividida en sectores especistas: gente que se centra exclusivamente en ballenas, en perros o en gatos, o en aves esclavizadas para alimento,... y así sucesivamente discrimina entre las víctimas según su especie.

Mientras no promovamos los derechos de todos las víctimas del especismo, la lista de abusos permanecerá interminablemente larga y nuevas formas de abuso continuarán apareciendo. Si alguien se considera partidario y defensor de los Derechos Animales, debería rechazar cualquier forma de discriminación especista.

Si ser vegano implica adoptar de manera coherente el principio del veganismo en todos los ámbitos de la vida [alimentación, vestimenta, trabajo,...] entonces ¿por qué no va a ser lo mismo cuando se trata del activismo? El veganismo pide respeto por igual para todas las víctimas de la explotación animal y rechaza cualquier forma de explotarlos por cualquier modo o propósito.

Un activismo que no reivindique explícitamente respeto para todos los animales—y rechace igualmente toda forma de explotación animal— no es un activismo vegano. Entiendo que esto no debería ser promovido o apoyado por alguien que se considere vegano.

El veganismo abarca a todos los animales no humanos, pues todos ellos son injustamente discriminados y son explotados por la opresión especista. Discriminar entre ellos en función de la especie es utilizar un criterio especista que refuerza el prejuicio de que algunos animales son más, o menos, importantes que otros. Esto es especismo.

En definitiva, si alguien apoya este tipo de campañas entonces considero que no está concienciado sobre la injusticia que reside en nuestra actual relación con los demás animales, por mucho que se autodenomine «vegano», porque está apoyando el especismo. Veo que muchos animalistas parecen tener en general una actitud que rechaza cualquier tipo de crítica; como si ellos no pudieran equivocarse o cometer errores. Sin embargo, todos por igual estamos sujetos al equívoco y al error; y si apoyamos campañas especistas considero que nos estamos equivocando gravemente.

6 comentarios:

  1. :D lo compartiré en mi Facebook

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  2. Interesante reflexión, pero no estoy de acuerdo en muchos puntos...aunque seguiré pensando en ello..
    si un vegano quiere colaborar en la defensa de todas las especies animal, y se especializa o se hace partícipe de una organización determinada, por ejemplo de gatos, no considero que esté discriminando necesariamente al resto. Puede seguir ofreciendo su apoyo en lo que le sea posible para otros grupos dedicados a otras especies bien diferentes, por ejemplo simios o Santuarios con animales comúnmente considerados de granja. No creo que centrarse en una o varias especies sea necesariamente excluyente del resto, lo importante es aportar algo. Ya que aveces no se puede abarcar todo a la vez, y resulta más productivo o eficaz trabajar por partes, que a su vez colaboran con el mismo propósito y la misma idea, la cual engloba el respeto de todos los no-humanos.

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    1. Creo que esas objeciones que planteas son un reflejo de los mismos argumentos que he tratado de rebatir en este ensayo.

      Si un vegano hace activismo sólo por los gatos entonces es evidente que está discriminando al resto de animales. Eso es un hecho objetivo. No veo cómo se podría discutir eso siquiera. Si alguien se centra en preocuparse sólo por los niños entonces es evidente que está discriminando a los adultos. Son hechos; no son juicios ni valoraciones. Discriminar significa "dividir, separar". Pero discriminar no es necesariamente algo malo en sí mismo desde el punto de vista moral. Ahora bien, hay discriminaciones que pueden estar justificadas en sentido moral, mientras que hay otras que no lo estarían porque incumplen principios éticos básicos. Lo explico en este ensayo:

      https://filosofiavegana.blogspot.com.es/2011/08/un-comentario-acerca-de-la.html

      Si alguien decide hacer activismo, por ejemplo, sólo en contra de la explotación de delfines entonces está discriminando injustamente al resto de animales que están igualmente sometidos a la misma explotación. Está discriminando sólo en base a la especie, excluyendo al resto de animales sólo por no pertenecer a esa especie. Esa es una discriminación injustificable desde el punto de vista moral. Este tipo de discriminación es a lo que denominamos como especismo.

      ¿Te parece correcto que alguien hiciera campaña sólo en contra de la violación de las mujeres blancas excluyendo al resto de mujeres que no son blancas pero que también son víctimas del mismo crimen? Es exactamente el mismo tipo de criterio que aplican las campañas especistas: discriminan entre las víctimas por alguna característica que no es moralmente relevante.

      Las campañas especistas no piden respeto para todos los no-humanos; sólo piden respeto para los animales catalogados en la especie concreta que defienden. Si queremos fomentar el respeto para todos los animales no humanos, y que dejen de ser discriminados injustamente, entonces no es coherente ni razonable que apoyemos campañas que discriminan según la especie. Es absurdo. Estaríamos apoyando campañas que se basan el mismo criterio erróneo que se supone que pretendemos denunciar.

      Si nos oponemos al especismo entonces no deberíamos apoyar esas campañas. En su lugar podemos elegir promover el veganismo. El veganismo no excluye a ningún animal que sea víctima de la explotación humana y no discrimina según la especie. Por tanto, la opción correcta es apoyar el activismo vegano y no las campañas especistas.

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  3. Hola , discrepo completamente de la mayoria de tus puntos y quisiera revatirlos , tomarlos de ejemplo para un video que estoy haciendo

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    1. No trabajo con vídeos, así que si quieres intentar rebatir algo, puedes hacerlo por escrito aquí.

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