1 de febrero de 2014

La cosificación


«Hasta tiempos muy recientes se ha entendido que domar un animal consiste en quebrar su voluntad. Anular su albedrío de tal modo que la bestia se torne indiferente a sus propios intereses y apetencias, que pasan a ser los de su amo.

Para lograr ese objetivo no cabe otro camino que el uso de la fuerza bruta, en varias modalidades. El castigo es la base, ya sea mediante el apaleamiento, el hambre, la reclusión o la tortura. Pero con eso no basta. Hay también que hacer ver al sometido que su libertad no existe; que es su amo quien decide lo que debe hacer o no.

Para ello, es imprescindible anular su iniciativa y capacidad de elección hasta insensibilizarlo respecto a su carencia. Tan solo así se consigue que, cuando se abre la jaula o se desatan las ligaduras, el animal siga inmóvil. Renuncia a ser libre porque la cárcel ya no está entre barrotes o ataduras, sino en su propia conciencia. Ya es un esclavo. En el argot de la doma, se le llama bestia rota.» - Eliseo García

De acuerdo al trabajo de autoras feministas como Martha Nussbaum y Carol Adams hay una serie de puntos fundamentales que estarían entre los criterios que conforman el hecho tratar a una persona como un objeto, es decir, la cosificación. Enumero algunos de ellos, en forma muy concisa, que ya he expuesto anteriormente en algunos ensayos de este blog. Todos ellos están intrínsecamente relacionados y expresan diferentes aspectos de un mismo fenómeno:

INSTRUMENTALIZACIÓN: el tratamiento de una persona como una simple herramienta para los fines de otra persona

NEGACIÓN DE LA SUBJETIVIDAD: el tratamiento de una persona como algo cuyas experiencias y sentimiento no deben ser tenidos en cuenta

REDUCCIÓN A LA APARIENCIA: el tratamiento de una persona principalmente en términos de cómo se ven, o cómo le parecen a los sentidos

 


Cuando asociamos la personalidad moral a la especie humana entonces al cuestionar o negar la humanidad de un individuo estás cuestionando o negando su estatus de persona. Puesto que se considera que sólo los humanos son personas esto conlleva que no ser considerado humano automáticamente te convierte en un ser inferior o en un objeto que no merece ni siquiera un respeto básico.

Así, la cosificación aparece cuando consideramos a los otros animales como si fueran un simple medio para satisfacer nuestros fines y no como individuos que tienen derecho a que sus necesidades e intereses sean tenidos en consideración en igualdad de condiciones, es decir, que sean considerados como fines en sí mismos y no como medios para los fines de otros.

En aquel punto, la cosificación coincide con la violencia. Pues la violencia consiste esencialmente en tratar a personas como si fueran objetos, tal y como expresa el profesor Gary Francione:

«La violencia trata a otros como medios para fines en vez de tratarlos como fines en sí mismos. Cuando actuamos violentamente contra otros —sean humanos o no humanos—, ignoramos su valor inherente. Los tratamos sólo como cosas que no tienen ningún valor, excepto el que nosotros decidamos darles. Esto es lo que lleva a las personas a involucrarse en crímenes de violencia contra la gente de color, mujeres, gays y lesbianas. Esto es lo que nos lleva a cosificar a los no-humanos y tratarlos como recursos que existen solamente para nuestro uso. Todo esto es erróneo y debe ser rechazado.»

La incapacidad para percibir a los demás animales como personas es un síntoma del especismo: la inculcación del prejuicio que dice que otros animales merecen ser tratados de forma moralmente distinta sólo por no pertenecer a la especie humana.

Estas características que conforman la cosificación no se van a evitar gracias a la prohibición de una práctica determinada ni van a ser resueltos mediante la eliminación de una forma concreta de abuso. Parece obvio, a mi modo de ver, que la clave para aceptar el derecho de los animales no humanos a no ser tratados como un medio para alcanzar fines humanos está, en primer lugar, en la educación y no en la represión. 

No tiene sentido pues intentar corregir, mediante regulaciones legales, un sistema que funciona precisamente bajo el supuesto de que los otros animales son medios para nuestros fines, si primero no se confronta y desafía esa creencia. Todo intento de evitar la violencia sin atender a sus causas se convierte en un imposible y está inevitablemente abocado al fracaso.

Los activistas enfocaremos mejor nuestros esfuerzos si nos dedicamos a participar y ayudar en esta labor educacional, en lugar de tratar de imponer una regulación legal que no aporta nada en absoluto para el proyecto de cambiar nuestra relación moral con los no-humanos. Un tipo de regulación que, en su idea y en su práctica, acepta de base la violencia contra los demás animales al no cuestionar el hecho de que los utilicemos como medios para nuestros fines. 

Erradicar el problema de la cosificación de los no-humanos es una labor que apenas acaba de comenzar. Respetar y valorar a los demás animales como iguales es una habilidad adquirida, partiendo de la base de nuestro sentido moral, y debería ser tarea de los activistas el instruir a los miembros de la sociedad en su adquisición y práctica. 

Todo esto tiene que partir lógicamente de la difusión de un nuevo paradigma moral que desplace la idea de los animales como objetos/recursos/cosas hacia la idea de los animales como individuos que poseen una mente, conciencia de sí mismos, emociones e intereses propios.

Para conseguir esto no es suficiente, aunque sí necesario, reconocer que los demás animales animales son seres sintientes. También es necesario reconocer su personalidad —su condición de personas

Sin un cuestionamiento claro y directo de la cosificación nunca lograremos que los no-humanos dejen de ser tratados como objetos y empiecen a ser respetados como personas.



Bibliografía:

La objetivación de los animales [2010] Félix Mariano Vallejos 

- La política sexual de la carne [2015] Carol Adams 


6 comentarios:

  1. Muy bueno el artículo. Quisiera que publiquen la bibliografía correspondiente.

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    1. Gracias. La bibliografía básica que ha servido de base para este ensayo la puedes encontrar enlazada clicando en las palabras que aparecen en negrita.

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  2. En cada explicación que dice persona hay una foto refiriendo a un animal, porqué se compara a los seres humanos con animales, como pueden reducirse de tal manera.

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    1. No solamente los seres humanos son personas. Los demás animales también son personas. Ellos poseen todas las características básicas que configuran la personalidad. Los demás animales son individuos con voluntad e intereses propios. Ellos son seres conscientes. No son objetos sino que son sujetos. Por eso deben ser considerados personas. Puedes leer una explicación más detallada en este enlace:

      http://filosofiavegana.blogspot.com.es/search/label/personas

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  3. Valiosa columna, muchas gracias por educarnos acerca de una realidad tan contigente y macabra que merece toda nuestra ingerencia humanista.

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  4. Qué buena explicación Luis! muchas gracias!

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