Uno de los argumentos que más habitualmente se suelen utilizar para intentar descalificar al veganismo consiste en señalar que se trata de un 'extremismo'.
Si bien es cierto que el veganismo es una posición radicalmente opuesta a la explotación animal no sería correcto calificarlo de 'extremista'. Pero incluso aunque el veganismo fuera una posición extremista esto no equivale a que el solo hecho de ser extremista lo invalide de alguna manera. Veamos por qué.
El intento de descalificar el veganismo calificándolo de extremista por su oposición radicalmente opuesta a la explotación animal sería un juicio inapropiado principalmente por dos motivos:
[1] El veganismo no se trata necesariamente de una posición extrema.
[2] El solo hecho de que una posición sea extremista no implica necesariamente que sea equivocada, inmoral o dañina.
Defender que los animales merecen no ser tratados como objetos y recursos para fines humanos no sería una posición extremista salvo que aceptemos que defender análogamente que los seres humanos no deben ser tratados como objetos y recursos resulte ser una posición extremista. ¿Por qué a la misma consideración moral sobre seres humanos no se la califica de extremista pero sí se califica de esta manera cuando se trata de otros animales? La sola diferencia de especie no ofrece un criterio justificado. Esta diferencia de criterio que apela a la especie es el prejuicio que denominamos especismo.
Si consideramos que situarnos totalmente en contra del asesinato, la tortura, la esclavitud, la violación sexual, es algo extremista entonces la única postura razonable en esos casos es precisamente ser extremista. Esos crímenes sólo merecen un rechazo total. ¿Por qué no deberíamos adoptar el mismo rechazo a esas acciones cuando las víctimas son otros animales sintientes, aunque no sean humanos?
El apelativo de "extremista" atribuido con connotación peyorativa está basado en realidad en una falacia: la falacia del término medio.
La falacia del término medio afirma que, para decidir cualquier cuestión, la respuesta correcta se encuentra necesariamente situada en la mitad entre dos puntos diferenciados. Pero este razonamiento es falaz, porque la verdad o la corrección de un hecho no tiene que estar situada necesariamente en un punto intermedio.
Un ejemplo para ilustrar la insensatez de esta falacia del término medio: cuando tengamos un grave conflicto con otra persona, tenemos por un extremo la opción de de asesinarlo y en el otro extremo contrario tenemos la opción de buscar una solución dialogada respetando su vida; el término medio sería darle una paliza. Si es cierto que "los extremos nunca son buenos" entonces lo correcto sería elegir darle una paliza. Esto es lo que resulta de asumir que lo correcto está siempre necesariamente en el término medio.
Además de todo esto, resulta que la posición que afirma que el extremismo es erróneo incurre en una contradicción lógica. ¿Por qué? Porque el rechazo al extremismo ya sería en sí mismo una postura extremista. Si la condena del extremismo se convierte en un postulado de base y no acepta la posibilidad de que el extremismo pueda ser una postura buena o correcta entonces esa condena es extremista y se contradiría a sí misma. De este modo, el rechazo al extremismo no se sostiene desde el punto de vista lógico.
En otras ocasiones he visto afirmar que el veganismo es extremista porque se opone al "ciclo natural de la vida". Pero esto no tiene ningún sentido. En primer lugar, porque apelar al ciclo de la vida o a la naturaleza no equivale a una justificación moral. Hay animales —aparte de los humanos— que matan a otros de su misma especie, practican el canibalismo y fuerzan sexualmente a las hembras. Todo eso forma parte del "ciclo de la vida". Así que dando por válido ese criterio de apelación a la naturaleza se podría justificar todo tipo de crímenes, también contra seres humanos. Este argumento se basa a su vez en otra falacia: la falacia naturalista ["si es natural entonces es bueno, correcto u obligado"].
El veganismo no se opone ni a la naturaleza ni a la vida. El veganismo sólo se opone a que explotemos a los demás animales; por las mismas razones morales que el feminismo se opone a que explotemos a las mujeres.
Por otra parte, el veganismo, a pesar de que se opone como principio a la explotación animal, no es necesariamente una posición extremista. De hecho, se puede situar entre la actitud de vivir ignorando que los animales son sujetos —y por lo tanto no deben ser tratados como objetos— y la actitud de condenar la vida misma debido a que es imposible vivir sin causar alguna clase de daño a otros seres sintientes aunque fuera indirectamente y sin intención de hacerlo.
El intento de descalificar el veganismo calificándolo de extremista por su oposición radicalmente opuesta a la explotación animal sería un juicio inapropiado principalmente por dos motivos:
[1] El veganismo no se trata necesariamente de una posición extrema.
[2] El solo hecho de que una posición sea extremista no implica necesariamente que sea equivocada, inmoral o dañina.
Defender que los animales merecen no ser tratados como objetos y recursos para fines humanos no sería una posición extremista salvo que aceptemos que defender análogamente que los seres humanos no deben ser tratados como objetos y recursos resulte ser una posición extremista. ¿Por qué a la misma consideración moral sobre seres humanos no se la califica de extremista pero sí se califica de esta manera cuando se trata de otros animales? La sola diferencia de especie no ofrece un criterio justificado. Esta diferencia de criterio que apela a la especie es el prejuicio que denominamos especismo.
Si consideramos que situarnos totalmente en contra del asesinato, la tortura, la esclavitud, la violación sexual, es algo extremista entonces la única postura razonable en esos casos es precisamente ser extremista. Esos crímenes sólo merecen un rechazo total. ¿Por qué no deberíamos adoptar el mismo rechazo a esas acciones cuando las víctimas son otros animales sintientes, aunque no sean humanos?
El apelativo de "extremista" atribuido con connotación peyorativa está basado en realidad en una falacia: la falacia del término medio.
La falacia del término medio afirma que, para decidir cualquier cuestión, la respuesta correcta se encuentra necesariamente situada en la mitad entre dos puntos diferenciados. Pero este razonamiento es falaz, porque la verdad o la corrección de un hecho no tiene que estar situada necesariamente en un punto intermedio.
Un ejemplo para ilustrar la insensatez de esta falacia del término medio: cuando tengamos un grave conflicto con otra persona, tenemos por un extremo la opción de de asesinarlo y en el otro extremo contrario tenemos la opción de buscar una solución dialogada respetando su vida; el término medio sería darle una paliza. Si es cierto que "los extremos nunca son buenos" entonces lo correcto sería elegir darle una paliza. Esto es lo que resulta de asumir que lo correcto está siempre necesariamente en el término medio.
Además de todo esto, resulta que la posición que afirma que el extremismo es erróneo incurre en una contradicción lógica. ¿Por qué? Porque el rechazo al extremismo ya sería en sí mismo una postura extremista. Si la condena del extremismo se convierte en un postulado de base y no acepta la posibilidad de que el extremismo pueda ser una postura buena o correcta entonces esa condena es extremista y se contradiría a sí misma. De este modo, el rechazo al extremismo no se sostiene desde el punto de vista lógico.
En otras ocasiones he visto afirmar que el veganismo es extremista porque se opone al "ciclo natural de la vida". Pero esto no tiene ningún sentido. En primer lugar, porque apelar al ciclo de la vida o a la naturaleza no equivale a una justificación moral. Hay animales —aparte de los humanos— que matan a otros de su misma especie, practican el canibalismo y fuerzan sexualmente a las hembras. Todo eso forma parte del "ciclo de la vida". Así que dando por válido ese criterio de apelación a la naturaleza se podría justificar todo tipo de crímenes, también contra seres humanos. Este argumento se basa a su vez en otra falacia: la falacia naturalista ["si es natural entonces es bueno, correcto u obligado"].
El veganismo no se opone ni a la naturaleza ni a la vida. El veganismo sólo se opone a que explotemos a los demás animales; por las mismas razones morales que el feminismo se opone a que explotemos a las mujeres.
Por otra parte, el veganismo, a pesar de que se opone como principio a la explotación animal, no es necesariamente una posición extremista. De hecho, se puede situar entre la actitud de vivir ignorando que los animales son sujetos —y por lo tanto no deben ser tratados como objetos— y la actitud de condenar la vida misma debido a que es imposible vivir sin causar alguna clase de daño a otros seres sintientes aunque fuera indirectamente y sin intención de hacerlo.
Según explica el activista James LaVeck, la falacia del término medio es habitualmente usada por los partidarios de la opresión para intentar acallar los movimientos sociales de justicia aliándose con aquellos que dicen ser "moderados" para reprimir las demandas de quienes son tachados de "extremistas". Es una estrategia muy habitual usada para promover reformas superficiales y conseguir que las cosas continúen como están.
El veganismo se basa solamente en razones y la razón no es extrema. La razón está centrada sobre los hechos y la lógica. La filosofía de los Derechos Animales es una postura fundamentada en la razón. La idea de Los Derechos Animales es una conclusión lógica a la que nos lleva el comprender que nuestro modo de comportarnos debe estar supeditado a la ética, esto es, a la consideración moral de todos los seres conscientes; sin discriminaciones arbitrarias como son el sexo, la raza o la especie.
Uno tiene que posicionarse si va a estar a favor de la explotación animal o en contra de ella. Debemos decidir si queremos seguir causando daño innecesario e injustificado a otros animales o si vamos a detenerlo y comenzar a respetarlos como merecen. Uno tiene que tomar partido necesariamente por una de las opciones. No hay término intermedio.
Si les parece extremista proponer que dejemos de hacer daño a los animales innecesariamente entonces debe ser que están en el extremo contrario de esa posición, es decir, que están a favor de hacer daño a los animales sin necesidad ni razón que lo justifique.
La oposición a cualquier norma o convención es tildada de extremismo y vista con desdén. Estamos en sociedades en las que lo diferente da miedo porque supone un cuestionamiento de las propias creencias y valores.
ResponderEliminarLa primera mujer que participó en un marathon, allá en los años 60, fue agredida e insultada por los corredores varones... ¡y mira dónde estamos y lo que hemos conseguido!
Creo que los que defendemos a los animales y criticamos y boicoteamos con nuestro estilo de vida la crueldad de las industrias varias hacia ellos estamos un paso por delante del resto... Y no lo digo yo, Gandhi ya lo descubrió en su momento, manifestando su convicción de que el vegetarianismo suponía un progreso moral para el hombre.
Sigamos practicando nuestros actos de amor y respeto... es sólo cuestión de tiempo que el veganismo y ecologismo profundo sea la norma en lugar de la excepción.
Hola, Miss Plath. Gracias por tu comentario.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo respecto de lo que señalas acerca del rechazo a ideas que cuestionan las creencias asumidas en nuestra sociedad. Pero luego mencionas un par de puntos que me gustaría precisar.
En primer lugar, no puedo estar de acuerdo con la idea de que el vegetarianismo sería un progreso moral. Puesto que el vegetarianismo es explotación de los animales no humanos. El vegetarianismo es una dieta que acepta y promueve el consumo de lácteos y huevos y miel. Por tanto, si lo coherente con el respeto a los demás animales es no usarles para ningún propósito, entonces debemos rechazar el vegetarianismo. Así lo explico con más detalle en esta nota:
http://filosofiavegana.blogspot.com.es/2011/01/el-vegetarianismo-es-un-error.html
Por otra parte,el veganismo y el ecologismo profundo no son posturas compatibles. El veganismo parte de la base del reconocimiento de los animales sintientes como personas. Lo cual implica no usarles como propiedad, como simples medios para nuestros fines. Pero el ecologismo profundo no parte de esta misma base, sino que otorga un igual valor moral a todos los seres de la naturaleza en general. Sin importar si sienten o no sienten. El ecologismo profundo está en general contra de la agricultura y a favor de la caza como forma de vida. Es una ideología muy próxima a lo que se conoce como primitivismo, que se opone a la idea básica de civilización tal y como la conocemos.
De todos modos, hay formas de encarar la cuestión del ecologismo (entendido como la protección del medio ambiente) que sí son compatibles con el veganismo:
http://filosofiavegana.blogspot.com.es/2011/08/ecologismo.html
Un saludo.