5 de diciembre de 2013

¿Es un deber ayudar a otros?



A menudo sucede que hay cuestiones morales que no se pueden concluir con simple o no.

A mi modo de ver, una de estas cuestiones es la cuestión de la ayuda, el auxilio o la solidaridad. Es decir, qué postura moral debemos adoptar ante la situación de que una persona tenga una determinada necesidad o deseo y nosotros tuviéramos la capacidad de prestarnos a satisfacer dicha necesidad. Esto se encuadra dentro del altruismo.


Antes de nada señalo que este ensayo no pretende averiguar si queremos ayudar o si nos gusta ayudar. No. Eso son categorías aparte. Lo que pretendemos esclarecer aquí es si tenemos una obligación moral a priori y general de ayudar a otras personas. Por tanto, nos situamos en el contexto ético; no en el de los gustos o inclinaciones personales.


La argumentación que expongo a continuación pretende clarificar este asunto desde un punto de vista racional.


Empecemos por lo más básico:


¿Qué es una obligación moral?

Reconocer el principio ético de igualdad o igual consideración implica, entre otras cosas, que los intereses de los individuos sintientes merecen la misma consideración moral.

Este principio también implica que puesto que todos somos de hecho iguales en tanto que somos seres con capacidad de sentir y tenemos los mismos intereses básicos. Por tanto, todos los seres sintientes debemos ser considerados por igual como seres como miembros de la comunidad moral.


Cuando un ser está incluido dentro de la comunidad moral esto significa que debemos respetarlo como persona y que, por tanto, no podemos tratarlo como un objeto, ni como un simple medio para nuestros fines, ignorando su voluntad y sus intereses básicos o subordinándolos a los nuestros.


Así, cada miembro de la comunidad moral debe ser respetado como persona y también en sus intereses fundamentales: supervivencia, libertad, integridad física, felicidad.

Sin embargo, algunos defienden la idea de que no solamente tenemos un deber de respetar a los demás, sino que también estamos obligados a actuar en su beneficio. Si otros tienen necesidades entonces debemos hacer algo por ellos, aunque nosotros no hayamos causado su situación ni seamos responsables de haberlos traído al mundo. 

A mi modo de ver, habría un error de base en ese planteamiento. 

Este error se basaría en no comprender que la obligación de respetar a una persona y respetar sus derechos fundamentales no equivale a la obligación por nuestra parte de satisfacer los intereses que protejan esos derechos en concreto. Por ejemplo, tenemos el deber de respetar el interés en vivir de todos los animales que sienten, pero no tenemos la obligación de satisfacer ese interés empleando nuestra vida en mantener la suya. Así como explica la filósofa Adela Cortina«del hecho de que los seres sintientes aspiren al placer no se sigue que tengan derecho a él, ni que los demás tengan el deber de proporcionárselo». No vale simplemente con declarar que otros seres sintientes tienen tales o cuales deseos para condicionar una obligación moral si no hay un fundamento ético que lo justifique.

Si no tenemos obligación moral de utilizar nuestra vida para conservar la de otros entonces una situación de necesidad no sería un argumento que justifique por sí solo que moralmente debamos ayudar a nadie que se encuentren en dicha situación. De hecho, todos nos encontramos en una permanente situación de necesidad, pues necesitamos siempre satisfacer una serie de cosas para poder vivir —necesitamos aire, alimento, refugio. Una situación de necesidad no tiene nada de extraordinario sino que en realidad es precisamente lo habitual.

Los deberes morales se refieren a los deberes morales que tienen los agentes morales y esos deberes se aplican a las acciones que realizamos. Esto quiere decir que debemos supeditar nuestro comportamiento a la ética. Y que debemos hacerlo porque podemos entender y asumir que es lo correcto. El fundamento de la ética está en nuestra libertad como seres responsables para elegir entre lo correcto y lo incorrecto. Sin libertad no puede haber ética. Sin libertad lo único que hay es mera imposición a través de la fuerza o de la violencia —pienso que no son lo mismo aunque a menudo se confundan.

Defender que tenemos una obligación de satisfacer las necesidades de los demás es precisamente una violación flagrante del principio moral de igualdad. Porque esa postura nos convierte automáticamente en medios para los fines de otros; nos convierte en meras herramientas para satisfacer los intereses de otros sacrificando los nuestros. Esa postura viola la igualdad al supeditar forzadamente unos individuos al servicio de los intereses.

Por lo tanto, cuando se habla de un supuesto deber moral de ayudar a otros lo que se defiende no es el derecho de auxilio ni el ayudar a los necesitados; lo que defiende aquí es la explotación, esto es, utilizar a seres sintientes como simples medios para los fines de otros —sin su consentimiento y contra su voluntad.

Ahora bien, que no tengamos un deber general de auxilio no significa que no se pueda ayudar a alguien siempre que eso no implique violar los derechos de otros. Pero el auxilio en sí mismo no es ningún deber, aunque si se realiza libremente y dentro de la ética entonces se puede decir que es una virtud: una acción que favorece voluntariamente los intereses de seres sintientes y que no implica vulnerar los intereses de otros.

Por supuesto, todo lo que expongo aquí solamente son una serie de principios y líneas generales. No una respuesta concreta para cada caso concreto. Pero si al menos tenemos claro las bases fundamentales del razonamiento moral entonces nos resultará más razonable resolver los casos concretos con un mínimo de justicia.


Postular una obligación moral a priori de ayudar a otros carece de fundamento racional

La responsabilidad moral no nos dice por sí sola cuáles deberes morales hemos de acatar. Sólo nos indica que tenemos la obligación de acatar la ética.

Afirmar que tenemos el deber de ayudar porque somos agentes morales, pero sin justificar por qué tenemos supuestamente ese deber, es como decir que tenemos el deber de tocar música simplemente porque tenemos la facultad de tocar música.

Quienes defienden que tenemos un deber de ayudar a otros nunca aportan ningún argumento razonado para sostener lo que proponen. Su exposición se limita al siguiente esquema: «Tenemos la obligación de hacer X, por lo tanto cuando alguien necesite X entonces tenemos la obligación de hacerlo». Este postulado incurre en una falacia  de petición de principio; se tata de un tipo de argumentación circular que declara que tenemos el deber de ayudar porque hay personas que necesitan ayuda, por lo tanto, tenemos el deber de ayudar. La conclusión es idéntica a la premisa.

No vale con decir simplemente que alguien necesita ayuda o que necesita algo. Todos estamos en situación de necesidad. Todos necesitamos cosas. Decir que alguien está en «situación de necesidad» es poco más que una obviedad, o señalar un puro hecho, pero no es ningún argumento sobre nada. Afirmar no es lo mismo que argumentar. Imponer normas no es lo mismo que razonarlas.

Nos encontramos ante el problema que padecemos cuando desconocemos la lógica básica y en lugar de basar nuestro pensamiento en la lógica decidimos intentar justificar desesperadamente nuestros prejuicios asumidos. Lo cual inevitablemente, y siempre, conduce a la violencia.

¿Si nosotros estuviéramos en el lugar de la persona que ha sufrido un percance desearíamos que alguien nos ayudara? Pues seguramente sí. Yo no pongo eso en duda. Sólo señalo que ese hecho, por sí solo, nunca puede justificar una obligación de ayudarlo. Para que pudiera postularse tal obligación tendría que derivarse necesariamente de aplicar algún principio ético, pero después de analizarlo he comprobado que eso no ocurre.


Revisemos concisamente algunos principios básicos de la ética:


En primer lugar; el principio de responsabilidad, que establece que somos responsables de nuestros actos y lo que con ellos causamos directamente.

¿Hemos causado nosotros el suceso? Si no es así entonces no somos responsables de él y no tenemos obligación de actuar para solucionarlo. La causalidad es la relación necesaria entre dos hechos sucesivos en la que el hecho posterior está determinado por el anterior. 

En términos morales, esto significa que somos responsables de todo aquello que nosotros hemos causado con nuestros actos y que no hubiera ocurrido de no haber intervenido directamente nosotros. Es decir, yo no podría haber publicado este comentario si Internet no hubiera existido previamente, pero quienes crearon y mantienen Internet no son los causantes y responsables de lo que yo digo o defiendo. Yo soy el responsable. Lo soy no sólo por ser el causante directo e intencionado, sino también porque soy, al menos hasta cierto punto, perfectamente consciente y dueño de mis actos.

Sin causalidad, sin relación causal entre una voluntad y una acción, no hay responsabilidad moral. A no ser que elijamos prescindir de la lógica y nos basemos en meros prejuicios y sentimientos.
En segundo lugar; el principio de valor intrínseco que establece que los seres conscientes somos somos fines en sí mismos y no medios para los fines de otros pues tenemos un valor inherente que no se puede vulnerar por razones instrumentales.
¿El hecho de que haya personas con necesidades en el mundo nos obliga a actuar para satisfacer sus deseos? No, porque no somos instrumentos para satisfacer las necesidades o deseos de nadie. Debemos respetar a las demás personas del mismo modo, pero del valor intrínseco no se deriva que tengamos que mantener la vida de nadie.
En tercer lugar; el principio de igual consideración que establece que todos los elementos, moralmente relevantes, que sean iguales, o muy similares, deben ser considerados de forma igual.

¿Acaso el deseo que otros individuos tienen de conservar su existencia o de evitar el daño o de disfrutar de un bienestar justifica que yo satisfaga dichos deseos sólo porque son iguales, o muy similares, a mis propios intereses? No, porque el principio de igualdad moral sólo obliga a considerar los intereses iguales al mismo nivel, pero no obliga a considerarlos como si fueran idénticos.

La igualdad moral es una aplicación del principio lógico de identidad, pero la igualdad no equivale a identidad. Nuestros intereses básicos son iguales, pero no son exactamente los mismos puestos que pertenecen a individuos diferentes. Podemos considerarlos iguales, pero no idénticos. No hay ningún elemento que sea idéntico a otro. Todos podemos ser considerados iguales en tanto que somos igualmente animales o seres sintientes. Pero no somos idénticos, ya que empíricamente somos individuos diferentes. Quienes afirman que debemos atender a los intereses de los demás exactamente como si fueran nuestros propios intereses no están aplicando la igualdad sino forzando la identidad o uniformidad.

La igualdad coloca todos los intereses iguales al mismo nivel, pero no los uniformiza artificialmente —como si fueran un solo interés— ni antepone unos a los de otros. Esta distorsión del concepto de igualdad es denominada por algunos de sus defensores como igualitarismo y espero poder hablar de ella en otra ocasión.

Por otra parte, el simple hecho de que sintamos el impulso de ayudar es una sensación, pero no es un conocimiento ni un razonamiento. Yo puedo sentir el mismo impulso, pero no por ello deduzco que tengamos un deber de ayudar. Tenemos un sentimiento que nos motiva a ayudar a otros, sí. Pero de un sentimiento no se puede derivar un deber, porque entonces cualquier cosa que sintamos implicaría un deber de los demás a actuar de acuerdo a nuestros sentimientos personales. Esto sería caer en el subjetivismo y la arbitrariedad.

La ayuda forzada es una forma de explotación

Explotación significa utilizar a un ser como medio para conseguir un fin. Esto es la explotación. Ya sea explotar animales, minerales o vegetales, explotación es sinónimo de instrumentalización, de utilizar a un ser como un mero recurso. Ahora bien, mientras que explotar minerales o vegetales no plantea en principio ningún problema moral en sí mismo, el hecho de explotar a animales, a seres sintientes, sí que es un claro y grave problema moral. Esto se sostiene en dos razones: porque la explotación de seres sintientes se hace sin su consentimiento; y porque viola sus intereses básicos: conservar la vida, evitar el daño, estar libres de sometimiento.

La explotación de seres sintientes es intrínsecamente y doblemente inmoral porque viola tanto el principio de personalidad o respeto por la persona —al cosificar a individuos que sienten y tratarlos como si fueran objetos, meros recursos— así como el principio de igualdad o igual consideración, al supeditar y anteponer los intereses de unos [los explotadores] por encima de los intereses de otros [los explotados].

Por tanto, cuando se dice que tenemos un supuesto deber de ayudar a otros individuos que tengan necesidad de ser ayudados sin que tengamos nosotros ninguna responsabilidad directa sobre la situación de dichos individuos, no solamente se está ignorando el principio de causalidad —con lo cual ya se está adoptando una postura irracional— sino que está diciendo que nuestros intereses tienen que estar supeditados y sometidos a los de otros. Eso es una flagrante violación del principio de igualdad y es precisamente la idea sobre la que se basa la explotación animal: los humanos tienen una serie de necesidades y deseos y para satisfacerlos consideran legítimo utilizar a los animales como medios para los fines humanos.

La explotación ocurre cuando usamos a unos individuos forzadamente —sin su consentimiento o contra su voluntad— para satisfacer los deseos o necesidades de otros individuos. En este caso, el planteamiento que se disfraza bajo el término «ayudar» precisamente se basa en esa idea. El argumento sobre el que se intenta justificar la ayuda no es la responsabilidad moral, sino que es el simple hecho de que alguien necesite ayuda y otro pueda ayudarle. Así que ese planteamiento sirve perfectamente, y es análogo, a los argumentos que se utilizan para intentar justificar la explotación animal.

Ese argumento dice que estamos obligados a satisfacer las necesidades de otros simplemente porque ellos tienen esa necesidad y porque podemos satisfacerlas. Es decir, es un argumento basado en la idea de que no somos personas libres para vivir nuestra vida sino que debemos estar obligados a satisfacer los deseos de otros. Por eso es habitual que tantas personas cuando se les plantea el veganismo pregunten: «¿Y entonces los animales para qué están?; ¿para qué sirven?» Obviamente los animales no están en el mundo para satisfacer las necesidades de otros. No somos instrumentos. Somos sujetos, fines en sí mismos, no fines para otros. Estamos para vivir nuestra propia vida en libertad, como individuos que somos.

Claro que algunos dicen que debemos ayudar siempre que no nos implique un perjuicio, pero dejando de lado que no está muy claro qué quieren decir exactamente con perjuicio en ese contexto —para mí es un perjuicio que alguien me obligue a hacer algo que no deseo, a emplear mi tiempo en cosas que no estoy de acuerdo, aunque supuestamente no me provoque un daño— hay que tener en cuenta dos puntos.

Primero, que ayudando a unos podemos estar perjudicando indirectamente a otros. Tener en cuenta en solamente nuestro perjuicio y no también el de otros sería, otra vez, una violación del principio de igualdad. Si ayudamos a un león en la naturaleza a sobrevivir de un daño, estaremos ayudando también a que siga depredando. Y en ese caso seríamos nosotros los responsables de esas víctimas, que no habrían sucedido en caso de no haber ayudado al león a sobrevivir. Igualmente, si ayudamos, por ejemplo, a un grupo de visones a escapar de sus jaulas y dejarlos libres, estaremos ayudando a que cause víctimas ya que es una animal depredador carnívoro. Víctimas que no habrían habido de no haber intervenido nosotros.

Segundo, que un deber moral no depende en absoluto de si nos perjudica o nos beneficia. Un deber moral es algo que estamos obligados a hacer independientemente de nuestros deseos, necesidades o preferencias. Por eso se llama deber, y no elección moral. Si tenemos el deber de respetar a los demás y por tanto no usarlos como comida, entonces aunque estemos en medio de una isla desierta y la única forma de sobrevivir fuera cazando, seguiría siendo un asesinato el hecho de matar a alguien para comerlo. Estaría mal y no deberíamos hacerlo. Un deber moral es de obligado cumplimento tanto si nos beneficia como si nos perjudica.

Un deber moral no se puede establecer racionalmente en base a que beneficie o perjudique a intereses subjetivos, sino solamente en base a un referente objetivo y universal. Esto es, la lógica. Los intereses son moralmente relevantes no porque satisfacerlos, respetarlos o vulnerarlos, sea algo beneficie o perjudique a los individuos, sino porque coinciden con el principio lógico de identidad. La identidad, es decir, la consciencia de uno mismo y de lo que nos rodea, es lo mismo que la sintiencia. La sintiencia —la facultad de experimentar sensaciones, de tener voluntad e intereses— es moralmente relevante porque coincide con el principio de identidad. No es por otra razón.

Tenemos el deber de respetar a los los seres sintientes porque tenemos el deber lógico de respetar el principio de identidad. Y los seres sintientes son los únicos que tienen identidad, consciencia de su existencia. En este caso, hablo de deber como sinónimo de necesidad. Es necesario respetar la lógica puesto que la lógica es la estructura misma de la existencia y el pensamiento. No hay existencia que no respete la lógica ni tampoco es posible razonar sin basarse en la lógica.

Un concepto central de la ética es la responsabilidad. Es decir, hay personas que son responsables de sus actos —estos son los agentes morales— y hay otras que no lo son, por falta de capacidad para razonar moralmente, comprender las normas éticas y llevarlas a cabo. Y quienes somos responsables de nuestros actos, efectivamente no podemos ser responsables de aquellos sucesos que no están causados por nosotros. Plantear lo contrario es salir del ámbito de la razón para entrar en el de la coacción o imposición violenta.

¿Habría alguna situación en la que estemos obligados a ayudar?

Sí, la hay. Por ejemplo, la contaminación que nosotros provocamos es nuestra responsabilidad, así como los daños que se deriven de ella. Por tanto, lo que deberíamos hacer es dejar de contaminar, escogiendo fuentes de energía alternativas no contaminantes —o que reducen la contaminación al mínimo.  Estos perjuicios que causa obviamente también son nuestra responsabilidad, por lo tanto deberíamos ayudar a las víctimas de dicha contaminación, puesto que somos nosotros los responsables y causantes de su situación.

Por ejemplo, si hay un vertido químico en un río y aparecen peces, u otros animales marinos, muertos, que contienen contaminantes en su organismo entonces me parece que está bastante claro la causa de su muerte. Lo mismo ocurre con otros animales que beban agua en dicho río.


Ahora bien, si hay un terremoto o una erupción volcánica o un tornado, o cualquier otro fenómeno geológico o atmosférico no causado por nosotros, entonces no tenemos en principio ningún deber moral de ayudar a nadie que sea víctima de dichos fenómenos si no están bajo nuestra tutela directa —nuestros hijos u otras personas que estén bajo nuestro cuidado.


No se puede justificar moralmente que tengamos un supuesto deber de ayudar. Pero esto no quiere decir que no debamos hacerlo o que esté prohibido hacerlo. Nuestro deber moral es respetar y ser responsables de nuestros actos. Todo lo demás o está fuera del ámbito de la obligación moral o se trata de una virtud. Una virtud es algo que se hace para beneficiar a alguien sobre quien no tenemos responsabilidad obligada.


Sólo somos responsables obligados a ayudar [o cuidar] de aquellos individuos que debido a nuestros actos sean dependientes de nosotros —nuestros hijos o las personas que libremente hemos acogido para cuidarlas— o que hayan sido afectados perjudicialmente por nuestras acciones.


¿Y qué sucede con los animales que viven libres en la naturaleza?

Los derechos de los seres sintientes no deben ser violados por quienes tienen el deber de no violarlos, es decir, por los agentes morales. Hablar de violación de derechos en sentido moral sólo se puede atribuir a un agente moral: alguien que es responsable de sus actos. Pero no todos los seres sintientes son agentes morales, la vasta mayoría no lo es, por lo tanto ellos no pueden moralmente violar los intereses de nadie. Esta responsabilidad se extiende a los actos de todos aquellos que están bajo tutela de los agentes morales —hijos naturales o adoptados. También se extiende, en segundo grado, en general todos aquellos que están en el mundo por causa de los agentes morales, y que no pueden o no quieren responsabilizarse de sus actos: mentalmente discapacitados o psicópatas.

Todo aquello que sucede entre individuos que no son responsables, ni dependen de nadie responsable, no tiene relación alguna con la moral, ya la situación que no está causada ni interferida por individuos que sean responsables de sus actos. Nuevamente, atendemos al principio de causalidad. Si un hecho no está participado por un agente moral entonces no tiene relación con la ética. Es un hecho sin más. La depredación o la rotación de los planetas son puros hechos de la naturaleza. No hay nada propiamente moral ahí.

En cambio, los animales no humanos que han sido traídos al mundo por humanos que son agentes morales se convierten en responsabilidad de otros agentes morales en el momento en que estos intervengan en sus vidas.

Y quienes liberan a animales no humanos que han sido traídos al mundo por humanos se convierten automáticamente en sus responsables. Esos no-humanos no serían libres de no haber sido por la intervención de esos liberadores. En ese momento, se convierten en sus responsables de por vida. No los están retornando a su estado originario de libertad porque nunca fueron libres, sino que fueron criados por el hombre.

¿Qué pasa con los humanos que cometen crímenes, incluyendo a aquellos que no pueden responsabilizarse de su conducta? Los criminales y los humanos moralmente discapacitados han sido traídos al mundo por agentes morales y por tanto son siempre responsabilidad de los agentes morales. Por eso, tenemos legitimidad en controlarlos si los otros agentes morales que los trajeron al mundo no pueden hacerse cargo de ellos. Ellos no estarían aquí si no fuera por las acciones de agentes morales, así que son nuestra responsabilidad. 

Cuando hablo de responsabilidad moral no quiero decir que tengamos la obligación a priori de hacernos cargo de los seres que otros agentes morales han traído al mundo, si ellos no pueden hacerse cargo o declinan su responsabilidad. Lo que argumento es que tenemos la legitimidad de hacernos cargo de ellos si podemos y queremos. Pero no tenemos la legitimidad de someter a nuestro control a los individuos no humanos que han nacido libres. La responsabilidad moral puede ser legitimidad para actuar o puede ser obligación.

No tenemos la obligación de adoptar a nadie que no exista por nuestra causa directa, pero sí podemos legítimamente hacernos cargo de quienes hubieran sido abandonados por agentes morales.

No es irracional ni arbitrario pretender que todos los que razonamos a cierto nivel, todos los que somos agentes racionales, nos ajustemos a las leyes de la lógica, como tampoco lo es pretender que todos los agentes morales acatemos las normas éticas. Justamente es todo lo contrario. Las normas morales se fundamentan en los principios básicos de la lógica. Son conocimientos de orden objetivo y universal que estamos obligados a acatar, porque la lógica es inherente a nosotros mismos, sin ella no podríamos pensar ni razonar.

Tenemos la responsabilidad de favorecer que todos los agentes morales se comporten de forma moralmente correcta por la misma razón que es nuestra responsabilidad aprender a razonar correctamente y explicar a los demás cómo se debe razonar correctamente. Para evitar así errores contra la lógica que nos induce a creencias y deducciones erróneas y perjudiciales.

Por eso, entiendo que todos tenemos la responsabilidad de hacer activismo, pero no tenemos necesariamente la obligación a priori de hacerlo, puesto que tenemos derecho a vivir nuestra propia vida o puede ocurrir que estemos en circunstancias personales que no nos permitan hacer activismo. No obstante, por el simple hecho de vivir y participar en esta sociedad especista considero que tenemos la responsabilidad de cambiarla, o de lo contrario seríamos cómplices de ella.

Aparte, creo importante señalar que los demás animales son seres racionales, porque ellos también razonan, aunque no serían agentes racionales puesto que no tienen la capacidad de comprender las leyes que determinan el razonamiento y aplicarlas de manera abstracta.

En definitiva, no habría ninguna razón que justifique moralmente que intervengamos en las vidas de los no-humanos libres para someterlos a nuestra dominación. De hecho, hay razones que evidencian que dicha intervención es una forma de explotación. Luego no solamente no está justificada sino que además sería inmoral.

La ética no es un asunto personal, sino que nos atañe a todos los que somos responsables de nuestros actos. Formamos parte de una comunidad moral, diferente de la comunidad social, y tenemos legitimidad en intervenir sobre las acciones de otros agentes morales que no cumplan con su deber. De ahí proviene la legitimidad moral del activismo y de las leyes.

El asunto parece meridianamente claro si aplicamos el principio lógico de causalidad. Todo lo demás es mero subjetivismo arbitrario. Quienes quieren dominar a los animales no humanos libres —bajo la excusa de que sufren o padecen daños— entiendo que están motivados porque a ellos les hace sufrir el pensar en esa situación. No hay más argumento, pero se trata de un argumento irracional, y por tanto no es válido éticamente.

Conclusión: no hay un deber moral a priori de ayudar a otros

Nuestra obligación es respetar a las personas y fomentar que los demás agentes morales hagan lo mismo. Ésta es nuestra obligación esencial. Una de las razones principales por las que hay tantos problemas en el mundo se debe a que no seguimos ese principio moral básico. Si lo hiciéramos, las cosas serían muy muy diferentes. Por supuesto, nada de esto nos impide ayudar en determinados casos, si podemos y queremos. Pero del respeto mismo no se deriva ningún deber de ayudar. Afirmar que estamos obligados a ayudar a los demás, simplemente porque ellos lo desean, no es un argumento y es una falta de respeto a nuestra condición de personas. Las personas no somos instrumentos para servir a los demás, y tenemos un derecho inalienable a ser libres y vivir nuestra propia vida.

Como diría Tom Regan, el hecho de que hagamos sufrir a otros animales es algo que está mal, pero no radica ahí el error fundamental en nuestra relación con ellos. El error moral está en el hecho de haberles cosificado, en el hecho de considerarles como recursos que existen para nuestro beneficio. Cuando decimos que el sufrimiento no es lo importante, lo que queremos decir es que el sufrimiento no es relevante a la hora de determinar la injusticia de la esclavitud. Tanto si sufren mucho o poco, el hecho mismo de esclavizar a otras personas —humanos y no humanas— es radicalmente inmoral.

A mi modo de ver, la causa de que los demás animales sean explotados no radica solamente en la discriminación injusta que padecen. A la discriminación especista hay que añadir el prejuicio utilitarista que dice que los individuos no tenemos un valor moral inherente que debe ser respetado, sino que todos podemos ser forzados a ser medios para satisfacer las necesidades de otros, o ser utilizados como instrumentos para conseguir algún fin o ideal.

Hay personas que rechazan el especismo pero que no rechazan la explotación, ni la dominación, y no reconocen a los seres sintientes como personas con derechos. En el contexto animalista, los ejemplos más evidentes los encontramos en quienes asumen la doctrina del utilitarismo, o alguna de sus variantes.

Del mismo modo que en el contexto humano, podemos ver como diferentes posturas políticas no aceptan o rechazan explícitamente el racismo —desde el comunismo hasta el fascismo— pero no reconocen que los seres humanos sean personas con derechos inalienables sino que los ven como meros instrumentos para lograr algún ideal y estar totalmente sometidos a una autoridad establecida.

Así que considero que el especismo no es el único problema al que nos enfrentamos. Se puede rechazar el especismo pero sin rechazar la violencia ni la dominación. La creencia de que no tenemos derecho a vivir nuestra propia vida, y que estamos obligados a vivir como siervos de otros, o sometidos a a los dictados de algún ideal político irracional, es una perversa idea que está en el núcleo de todas las ideologías opresoras, ya sean jerarquistas o igualitaristas.

La libertad por definición significa estar libre de coacciones que impiden desarrollar tu personalidad y tomar decisiones por uno mismo: no estar sometido a la voluntad de otros ni tener nuestros intereses supeditados a los suyos.

Nadie puede disponer de un derecho legítimo a imponer a unos individuos que satisfagan las necesidades o deseos de otros. Eso es explotación. Las personas no son recursos, aunque puedan ser tratados como tales: como esclavos. Cada persona es un fin en sí misma y no un medio para los fines de otros. Cada persona valora su propia vida y tiene voluntad individual. 

El respeto por la persona es el centro de la ética. En el momento en que no respetamos la voluntad ni los intereses de una persona estamos tratándola como si fuera un objeto cuyo único valor es la utilidad instrumental que tiene para otros. Es el total desprecio por la persona y sus derechos. Esto es nada menos que violencia en uno de sus mayores grados: la cosificación.

Nada se postula aquí en contra del derecho de auxilio. Un derecho es una protección de un interés legítimo. Que alguien tenga derecho de auxilio significa moralmente que debemos respetar que se le preste auxilio. No significa que estemos obligados a prestarle dicho auxilio —salvo en el caso de que seamos responsables de su vida y de su situación. Sin embargo, no conozco ningún argumento que justifique una obligación moral de prestar auxilio indiscriminadamente a cualquiera que lo necesita o lo exija.

Por tanto, esto no quiere decir que debemos no ayudar o que no podamos ayudar. Sólo significa que no somos herramientas para satisfacer las necesidades de otras personas. Somos personas, somos fines en sí mismos, y no estamos en el mundo para servir a nadie, sin importar a quién ni por qué.

Otra cosa diferente es que ayudemos voluntariamente o que contraigamos responsabilidad —como cuando tenemos un hijo o provocamos un suceso concreto directamente con nuestros actos— pero como individuos no somos responsables de otras personas por el mero hecho de que existan o porque les suceda algo.

No cabe duda de que algunas nuestras intuiciones morales se basan en prejuicios, emociones o ideas preconcebidas. La idea de que debemos ayudar a los demás —por el mero hecho de que ellos existan o porque podamos hacerlo— es una de esas intuiciones erróneas. Esto ya no sería ayuda propiamente dicha sino una forma de explotación.

Desde el punto de vista moral, el altruismo no es intrínsecamente bueno ni obligado. El altruismo puede ser ético pero también puede ser inmoral. De hecho, la opresión es una forma de altruismo forzado en la que se obliga a unos a satisfacer los deseos de otros.

Determinadas formas de altruismo podrían estar motivadas no por ética sino por el deseo personal de dominar a otros, de destruir su autonomía, para satisfacer el propio egoísmo usándolos como instrumentos para lograr alguna finalidad que consideran deseable como la compañía o erradicar el sufrimiento del mundo.

En resumen: tenemos solamente la obligación de ayudar a las personas de las que seamos responsables por estar bajo nuestra tutela o por ser directamente perjudicadas por nuestras acciones. Pero no tenemos una obligación a priori de actuar en beneficio de otros sólo porque ellos tengan necesidades o deseos. Esto no implica —como muchos concluyen erróneamente— que tengamos una obligación de ignorar a los demás. Podemos voluntariamente ayudar a otros, siempre que sea dentro de los límites de la ética. Lo que esto  implica es que somos libres de vivir nuestras vidas como deseemos, siempre que no violemos los derechos de otros. 

Cualquier otro planteamiento no considera a los individuos como personas sino como meros recursos, es decir, como simples medios para lograr alguna finalidad o ideal.


30 comentarios:

  1. Hola LuisBuenas noches. Leo tu blog muchas veces y es de una lógica tan sencilla que me hace reflexionar sobre muchas cosas.Espero puedas tirar de la punta de la lana enredada que son los pensamientos que tengo en la cabeza :-)Lupita y sus intereses. Lupita es una gata que entró en mi vida.Como casi todos mis compañeros. Le encanta la terracita, da igual la hora.Si quiere salir, me lo hace saber.Yo le explico que hace frío, que ya no son horas, que está oscuro...Me mira y veo en sus ojos la intención. Me habla, me dice: - ¡Ábreme! ¡Quiero salir! Como ve que no hago nada por ayudarla a realizar su deseo, calcula, salta y descuelga las cortinas.Al final le abro.Sale, está 10 minutos haciendo lo que tiene necesidad de hacer y pide entrar.Le abro y se me sienta al lado para compartir un rato.Y me pregunto, yo me pregunto aunque séla rrespuesta ¿Ella es libre? No.Me doy cuenta de la dolorosa realidad que conlleva ser nohumano, ser llamado "mascota", ser manejado y esterilizado/a sin dar su consentimiento. Además del sufrimiento de los demás animales. No quiero que nadie me malinterprete, esta es una reflexión mía que nada tiene que ver con los rescates y las adopciones.De hecho sólo convivo con un gato que adopté conscientemente, Pablo, pero esa es otra historia.Mis demás compañeros, 7 en concreto, se cruzaron en mi vida y formaron parte de ella.En una realidad antiespecista, no deberíamos mantener nohumanos en nuestras casas, controlarles la comida, sus tiempos, confinados en espacios que no tienen nada que ver con lo que seguramente ellos elegirían.
    No puedo evitar pensar que formo parte de ese "bienestarismo" disfrazado de buenas intenciones...
    No tengo a mucha gente con la que compartir estas cuestiones porque parece que poca gente se plantea estas cosas al menos en mi entorno.

    Y pienso.
    Pienso que por mucha buena intención que se tenga ¿No serán sólo parches?
    Si no se cambia la mentalidad de raíz, jamás cambiarán las cosas de verdad.
    ¡Perdona por el ladrillo!
    Gracias por tu atención.
    Un saludo

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    1. Hola, Lorena. Gracias por tu comentario.

      La verdad es que no sé muy bien qué te podría aportar respecto del caso que expones. Si te he entendido bien, creo que ya lo has dicho tú casi todo, aunque sea de pasada.

      Mi postura es que no deberíamos interferir en las vidas de otros animales. Aunque entiendo que la situación de perros y gatos es distinta a la de otros nohumanos, puesto estos han sido afectados por las acciones humanas desde hace muchos siglos. Por eso, desde un punto de vista moral, no me preocupa el caso concreto de alguien que adopte a un perro o un gato que ha sido víctima de la explotación especista. Lo que me preocupa es que a esa persona nohumana se le alimente a costa de la explotación de otros animales. Lo que me preocupa es que alguien que haya adoptado a un perro o a un gato, no sea responsable de su conducta y permita que haga daño a otros animales.

      Tampoco tiene por qué ser una adopción, estrictamente hablando, porque en el momento en que intervienes deliberadamente en favor de alguien, a favor de su vida, entonces adquieres responsabilidad sobre lo que esa persona hace.

      Sin duda, como bien apuntas, si decidimos dedicar nuestra vida a cuidar de las víctimas del especismo, en realidad no estamos haciendo nada por evitar la causa de su desgracia y de la de muchos otros millones de individuos inocentes. Esto no resuelve el problema. Si acaso lo agrava, puesto que perpetúa la idea de que los animales nohumanos deben estar bajo dominación humana, y de que no hay problema en someterlos sino que el problema está en el modo en los dominamos.

      Lo que yo considero que debemos hacer es centrar nuestros esfuerzos en el activismo educacional. Creo que promover el veganismo es lo más importante y lo más útil que podemos hacer si de verdad nos tomamos en serio a los demás animales. Si de verdad los consideramos personas que tienen derechos que debemos respetar. Sin veganismo no hay ética, y, por tanto, no hay respeto. No es aceptable ninguna práctica o postura que no tenga al veganismo como base.

      De todos modos, el simple hecho de que te pares a reflexionar sobre ello ya es algo bueno. Es muy bueno que hagas examen crítico sobre tus ideas y acciones. Es algo que todos deberíamos hacer en serio sobre nuestra vida. Y me alegra mucho saber que este blog te motiva y te ayuda en ese cometido.

      Y, por supuesto, tampoco debemos limitarnos sólo a la primera idea o conclusión que saquemos por nosotros mismos. También es conveniente intercambiar ideas y dialogar con otras personas. Aquí me tienes siempre para hablar y discutir sobre cualquier tema relacionado que consideres importante.

      Un saludo.

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  2. Muchas gracias por tu respuesta.
    Es como si tirases del hilo de la madeja de ideas que a veces se me forma en la cabeza :-)
    Cuando dices que somos responsables de esas vidas a las que ayudamos y debemos hacerlo procurando no dañar a otras vidas, estoy en ello también ya que voy a probar con piensos veganos para todos mis compañeros.
    No sería coherente ser yo vegana y darles a ellos una alimentación a base de su prójimo.

    Me has ayudado mucho, quiero perfilar mis ideas y tengo en mente más adelante una exposición en alguna feria vegana que se organice sentando estas bases del veganismo.
    El veganismo debería ser el principio, no el final.
    Todo lo demás, repito como dije en mi anterior intervención, me parecen parches.

    Si los seres humanos tomaran realmente consciencia de su prójimo y consideraran a los nohumanos sus iguales creo que serían más factibles todas las leyes que en este momento no son efectivas en lo que a materia de protección animal se refiere.

    Hay que buscar la abolición total de la esclavitud, no regularla.
    Una vez más, gracias por tu tiempo.
    Un saludo

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  3. Yo creo que se debe proteger siempre a los seres indefensos, pero no entiendo por que muchas personas optan por proteger solo a ciertas criaturas. Los bebés no natos merecen protección, exactamente igual que los animales, no es correcto decir que una vida humana vale mas que la de un animal, asi como tampoco que una que ya nacio vale mas que una por nacer, si vamos a proteger la vida, protejámosla en su totalidad, me parece una hipocrecia decir que protejemos la vida si mandamos a abortar a un niño que aun no nace solo porque fue concebido de una cierta manera y bajo circunstancias que no fueron las mas ideales, lo mismo con aquellos que van en contra del aborto pero no tienen problema en ir y matar animales solo porque son eso, animales y no personas. La vida es vida, no importa si es animal, humana, nacida o no, y los gobiernos, los buenos gobiernos, deberían hacer todo lo posible por proteger cada vida por igual. Se muy bien que prácticamente todos los seres vivos del mundo vinimos de un solo ancestro en común, o sea que venimos del mismo sitio y por ende somos iguales, mientras que un niño que esta en gestación, ya en el momento en que es concebido, tiene su propio material genético, mezcla del de su madre y su padre, el cual tendrá para toda la vida, pero además ya tiene huellas digitales, si eso no cuenta como una persona, una persona VIVA, un ser que merece ser defendido, entonces no son mejores que los que mutilan y maltratan animales, porque finalmente son seres pequeños e indefensos que no pueden protegerse solos contra el mundo. Esa es mi opinión, porque estoy contra el aborto sin excepción y además soy animalista, o sea, pro-vida en todo sentido, me gustaría que quien escribió este articulo trate de reflexionar un poco

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    1. ¿Pero en qué te basas para sostener dichas creencias? ¿Tus creencias son válidas simplemente porque tú crees en ellas sin más? ¿Dónde están los argumentos? Te limitas a expones lo que tú crees pero sin aportar razones que lo justifiquen.

      El simple hecho de que un ser esté vivo no aporta ninguna justificación moral. La vida por sí sola es un mero proceso natural que no aporta ninguna razón que expliqué por qué debemos respetarla.

      Los seres que carecen de sistema nervioso no pueden experimentar sensaciones, y por lo tanto carecen de intenciones o deseos. Para poder tener intereses es necesario poder sentir, y esta facultad sólo la permite la posesión de un sistema nervioso. Precisamente en eso consiste su función y es la razón por la que ha surgido evolutivamente. Si un ser no posee intereses entonces no hay nada que respetar ahí. La ética consiste, por definición, en la consideración de los individuos y sus intereses, puesto que son los únicos seres que tienen conciencia:

      http://filosofiavegana.blogspot.com.es/search/label/fundamentaci%C3%B3n

      Así que no son los seres vivos en general quienes merecen respeto moral, sino solamente los seres sintientes. Es decir, los seres que tienen capacidad de sentir. Hay seres vivos que no son sintientes, como es el caso de los vegetales, y por lo tanto nada malo hay en explotarles (utilizarlos como simples medios para un fin) puesto que carecen de sensaciones e intereses que respetar:

      http://filosofiavegana.blogspot.com.es/2012/06/y-que-pasa-con-las-plantas.html

      Lo mismo ocurre en el caso del aborto: los fetos sólo merecen consideración moral si son sintientes. Pero los cigotos y embriones no son sintientes. Luego no habría nada moralmente malo en abortarlos:

      http://filosofiavegana.blogspot.com.es/search/label/aborto

      Por tanto, me parece que eres tú quien tiene que reflexionar. Pero no "un poco" sino mucho, pero mucho, e informarte correctamente al respecto de estos asuntos.

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  4. Tampoco tienes deber moral de ayudar a los animales, lo haces porque quieres, pero no provocaste tú su situación.
    De hecho, cada persona entiende a su manera y desde su punto de vista lo que es la moral, y desde esa perspectiva lo que importa y no, y es posible que no existan las verdades universales, pero el caso es que nunca los humanos nos pondremos de acuerdo en todo, aunque siempre creamos tener la razón y defendamos lo que al menos creemos cierto y justo... y moral.
    Es verdad que los no nacidos humanos no tienen desarrollado el cerebro ni el sistema nervioso durante las primeras semanas o meses de gestación, pero de ahí a que, por el solo hecho de no sentir, su vida no valga nada es cuestión de como vemos las cosas.
    Eso de que sólo los seres vivos "sintientes" merecen respeto y consideración moral es una decisión tuya, y tal vez de otras personas también, pero es tu punto de vista, que no es científico sino filosófico.
    Los no nacidos en sus primeras etapas no tienen conciencia y voluntad, pero se les está impidiendo el privilegio de llegar a tenerlas, junto con el privilegio de vivir. En un futuro utópico tal vez (que no por ser futuro significa que sea poco importante).
    La conciencia, la voluntad, el pensamiento y la vida es lo más valioso que se puede tener, y se le está negando a alguien esa oportunidad, oportunidad que nosotros si tuvimos. Que mas da si se da cuenta o no, el hecho es el mismo. La vida no vale o merece consideración solo por la capacidad de sentir dolor, sino por lo que se puede hacer con ella.
    La vida vegetal es otra cosa, aunque ha habido evidencias de que, aún sin tener cerebro ni sistema nervioso, los vegetales también sienten de alguna manera. No igual que sienten los animales, y no está del todo explicado este hecho, pero es cierto (aunque no voy a ahondar en este tema).
    Hay personas para quienes los animales no valen nada y no importa que sufran, para otras valen mucho y si importa ( a mí si me importa su sufrimiento y por eso no como carne, aunque tampoco soy vegana ni los veo igual que a las personas).
    Otras consideran que los embriones y fetos humanos son desdeñables, unas simples células insignificantes y sin ningún valor, pero es así como comenzó la existencia de todos nosotros. "Lo que importa no es lo que serás, sino lo que eres ahorita". "¿Por qué no importa lo que seré?".
    "Algún día seremos cadáveres, pero ahora no lo somos". Sí, pasamos por diferentes etapas antes de ser cadáveres. Así como una persona de edad madura no es un anciano, un joven no es un adulto, un niño no es un joven o un adolescente, un feto no es un niño, un embrión no es un feto, un cigoto no es un embrión. Son etapas diferentes desde el principio hasta el final de una existencia.
    ¿Quien tiene la razón o no? ¿Quien decide lo que vale o lo que importa y lo que no? ¿Qué es la moral y donde se debe aplicar y donde no? De hecho todos lo queremos hacer, aunque no nos pongamos de acuerdo.

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    1. No es cierto que cada persona entienda la moral "a su manera". Muchas personas tenemos una noción común y compartida de lo que significa la moral. Y considero que la definición que yo defiendo sería la correcta, porque es más acorde con la lógica y el conocimiento que tenemos de la conducta humana.

      ¿Por qué dices que es posible que no existan las verdades universales? ¿En qué se basa en posibilidad? Afirmar algo no es lo mismo que demostrarlo. Además, tenemos pruebas de que hay verdades universales. Por ejemplo: que el universo existe es una verdad universal que no depende de ningún criterio subjetivo.

      Aparte de que el postulado "no hay verdades universales" resulta contradictorio puesto que de ser cierto se estaría postulando a sí mismo como una verdad universal.

      No es necesario que nos pongamos de acuerdo "en todo". Sólo basta que nos pongamos de acuerdo en que debe ser la razón el criterio común de todas nuestras acciones. Con eso sería suficiente para poder llegar a acuerdos razonables incluso en aquello en lo que estamos en desacuerdo.

      Las cuestiones morales no depende de "cómo vemos las cosas" sino que dependen de la razón La moral no se basa en gustos personales. La moral se refiere a aquellas normas objetivas de conducta que debemos acatar.

      El criterio de que sólo los seres sintientes merecen ser sujetos de consideración moral no es "una decisión mía". Estás muy equivocada. Tampoco es un "punto de vista". Es una deducción racional basada en la lógica. De hecho, es la única deducción que podemos hacer a partir de los principios de la lógica. Te explico en resumen:

      Dado que sólo los seres sintientes poseen conciencia, sólo los seres sintientes son sujetos; son seres conscientes que experimentan sensaciones, emociones y sentimientos; y que tienen intereses, deseos e intenciones. Por tanto, sólo ellos merecen ser considerados y respetados como personas, puesto que tienen un valor intrínseco como seres sintientes (ellos se valoran a sí mismos) mientras que el resto de seres son no-sintientes y, por tanto, son objetos que carecen de sensaciones o intereses.

      Puedes leer una explicación más detalla en esta recopilación de artículos sobre la fundamentación lógica de la moral:

      http://filosofiavegana.blogspot.com.es/search/label/lógica

      ¿Por qué no te informas o preguntas acerca de los fundamentos de mi postura (que se pueden encontrar en este mismo blog en lugar de hacer suposiciones erróneas y equivocadas?

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    2. Si un ser no tiene conciencia ni voluntad entonces no es una persona y no se puede justificar racionalmente que deba ser considerado como tal.

      Resulta irónico que me acuses de que mi postura es "una opinión" y que dijeras que cada uno entiende la moral "a su manera" cuando al mismo tiempo te dedicas a postular lo que es valioso o lo que merece consideración como si fueran nociones objetivas. Si fueras coherente con tu postura subjetivista entonces no podrías ni deberías decir a nadie lo que debe o no debe hacer. El problema es que la coherencia es un principio lógico (objetivo) y, por tanto, el subjetivista puede saltárselo sólo porque le dé la gana.

      No hay ninguna evidencia de que los vegetales puedan sentir. Los vegetales carecen de sistema nervioso y de neuronas. No tienen ningún organo que pueda procesar percepciones subjetivas Dices que "es cierto" sin tener ninguna prueba. Por tanto, s no sabes lo que significa sentir (y lo confundes con el simple hecho de reaccionar mecánicamente a estímulos) o simplemente te inventas las cosas a tu capricho.

      Sobre el tema del aborto, te remito a estos artículos en donde explico mi postura al respecto:

      http://filosofiavegana.blogspot.com.es/search/label/aborto

      Si tú no sabes lo que es la moral eso no significa que la moral no tenga un significado objetivo y que los demás sepamos lo que es la moral. Estás incurriendo en la falacia de la ignorancia: como tú no sabes lo que es la moral entonces deduces que no se puede saber lo que es o que cada uno se inventa su propia moral de forma caprichosa.

      Las cuestiones morales no las "decide" nadie. La moral se deduce, se comprende, se acata. Pero no hay nadie que puede establecer lo que es moral. La moral es un conocimiento objetivo que se deriva de la lógica y que se aplica sobre la realidad empírica.

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  5. Existen verdades absolutas respecto a los hechos, pero la moral es más subjetiva, y la Naturaleza ha hecho (aunque nos parezca y de hecho sea algo muy cruel) que haya animales depredadores de otros. La moral en la Naturaleza no existe. La justicia tampoco existe naturalmente, es una aspiración humana. Así hay por ejemplo leones que matan a animales más indefensos para servirse de ellos.
    Sin embargo, la compasión y la sensibilidad si forman parte de la Naturaleza humana (por lo menos en general, no siempre), y es como ponernos en el lugar del otro y saber que no es correcto que esté así, aunque la Naturaleza ha determinado: unos se comen a otros para sobrevivir, seres vivos se comen a otros seres vivos... ya sea animales o plantas.
    Si se reconoce que una planta es inferior, a los animales se les ve inferiores al hombre porque es innegable que el intelecto y capacidad de éste lo pone muy por encima de ellos. Su cerebro es mucho más evolucionado, su mente bastante más compleja.
    Decididamente no somos iguales a los animales... o si somos animales realmente, pero no uno más... aunque a pesar de esto, el hombre es capaz de las estupideces y salvajadas más grandes; de lo mejor y más sublime y así como de lo peor y más bajo.
    No favorezco el maltrato ni crueldad contra los animales.

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    1. ¿Pero en qué te basas para suponer que la moral no es un hecho? La moral es un conocimiento objetivo que deducimos a partir de la lógica y lo aplicamos sobre hechos empíricos comprobables.

      Es mentira que la moral no exista en la naturaleza. Nosotros somos seres morales, tenemos conciencia moral, y formamos parte de la naturaleza. Así que lo que dices es demostrablemente falso. La moralidad es una capacidad natural:

      http://filosofiavegana.blogspot.com.es/2013/07/el-origen-de-la-moral.html

      Lo mismo vale para la justicia, que es una parte de la moral.

      Decir que la moral no existe simplemente porque hay animales que carecen de conciencia moral es como decir que la inteligencia no existe porque hay seres humanos que han nacido literalmente sin cerebro o decir que la ciencia no existe porque hay gente que vive completamente ajena a la ciencia. Es absurdo e improcedente.

      La ligereza con la que haces afirmaciones tan erróneas pone de manfiesto tu falta de información y de estudio sobre las cuestiones de las que hablas.

      Los humanos somos iguales a los animales en el hecho de que somos sintientes. Esto es lo único que importa a nivel moral. Que seamos iguales no significa que seamos idénticos en todos los aspectos. Somos diferentes en algunos aspectos, del mismo modo que también hay diferencias importantes entre seres humanos. Cuando decimos que somos iguales nos referimos al principio ético de igualdad. Somos iguales en el hecho de que sentimos y poseemos intereses básicos. Y esta característica es la única relevante en lo que se refiere al criterio de inclusión en la comunidad moral.

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    2. totalmente de acuerdo con esto... cuando se le imponen valores a las cosas es cuando también se crean todo tipo de problemas... que no habían antes. También es cuando adquieren el valor en sí mismo.Por lo demás, juzgar fatla de conocimientos y demás es algo muy bajo, lleno de ego... si realmente decimos que como veganos tenemos compasión, esa compasión se extiende a los otros seres humanos también, pero pues cada quién.

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  6. Cuál es la justificación para que fomentar que los agentes morales respeten a los demás sea nuestra obligación (deber)? Teniendo en cuenta que eso sería ayudar a un mundo más ético o a las personas que no son respetadas, y no está dentro de lo que significa respetar a los demás. "Nuestra obligación es respetar a las personas y fomentar que los demás agentes morales hagan lo mismo.". La misma pregunta sobre la contaminación, en una parte dice que debemos elegir energias sustentables, ahora no lo encuentro.

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    1. Bueno, creo que ahora comprendo mejor lo que quieres decir. La cuestión que planteas es importante. Mi razonamiento es el siguiente, expuesto de forma concisa:

      Yo entiendo que si todos los agentes morales por nuestra condición tenemos una obligación de cumplir la ética, entonces cualquier agente moral estaría legitimado en actuar para conseguir que todos los agentes morales cumplan la ética. Ya sea mediante la persuasión o mediante la coacción. Obviamente esa persuasión o esa coacción deben estar supeditadas a la ética. El fin no justifica los medios (medios y fines se justifican según principios éticos).

      Esta legitimidad se fundamenta en la propia moral: la ética consiste en que los agentes morales están obligados a cumplir con determinadas normas objetivas. Por tanto, se nos puede obligar a acatar las normas morales en virtud de la propia naturaleza imperativa que tiene la ética.

      Sobre el tema de la fundamentación de la moral he publicado varios artículos que agrupo bajo la ética de lógica:

      http://filosofiavegana.blogspot.com.es/search/label/lógica

      Respecto del tema de la contaminación, me parece evidente que aunque el daño que causamos no sea intencional ni voluntario ni directo, sin embargo somos nosotros los que causamos ese daño, por tanto hay un grado de responsabilidad que debemos asumir. Por eso entiendo que debemos buscar y aplicar métodos que reduzcan y eliminen ese daño que causamos a otros animales.

      Nada de esto tiene que ver con "ayudar" en el sentido de beneficiar a alguien de forma altruista y voluntaria. Todo tiene que ver con la obligación moral. La ayuda, en sentido de solidaridad, no es una obligación moral; tal y como explico en este mismo artículo.

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    2. Hasta el segundo parrafo lo entiendo. Pero, ¿por qué estar legitimados a hacer algo nos da la obligación moral de hacerlo? Si estar legitimados solo significa que podemos hacer algo, así como estamos legitimados a ayudar en ciertas circunstancias, no veo la relación. Acá mismo dice que no tenemos el deber de ayudar, ¿por qué es diferente con ese caso en particular, el de hacer que otros cumplan con su obligación moral? Lo que leí no fue que podamos intervenir para que otros respeten a los demás, dice que debemos hacerlo, que es parte de nuestra propia responsabilidad u obligación moral.

      Una pregunta aparte: Si está bien que la ética nos obligue a cumplir ciertas normas, ¿por qué es diferente cuando se trata de ayudar a los demás? En casos determinados, no cualquiera. No es que estemos a servicio de los demás, puede ser solo cuando se trate de evitar que se frustren intereses básicos de otros, mientras esto no perjudique los propios o de terceros.

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    3. Pero yo no he dicho que nos "dé la obligación" de hacerlo. Yo no he dicho eso. Eso no está en mi comentario. Lo que yo he dicho exactamente es que tenemos la obligación de acatar la ética. Y entiendo que de ese imperativo se deriva lógicamente que sería lícito, sería legítimo, el persuadir u obligar a otros agentes morales a cumplir con la ética [dentro de los límites de la propia ética, obviamente].

      ¿Dónde he dicho yo que estemos "obligados" a conseguir que los agentes morales cumplan la ética? No recuerdo haber dicho jamás tal cosa. Pero a lo mejor tú podrías aclararme ese punto. No tengo constancia de haber hecho semejante declaración,

      La segunda pregunta que planteas es precisamente la cuestión sobre la que trata esta entrada. Lo que me has preguntado es la cuestión a la que respondo en este artículo que estamos comentando. Todo el texto argumenta las razones por las que considero que no existe la obligación de ayudar a otros como principio moral.

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  7. En la conclusión, al principio dice que tenemos la obligación de fomentar que los agentes morales respeten a los demás.

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    1. Sí, quizás no me expresé del todo correctamente dicho así tal cual. Aunque al declarar ese punto me refería a unos razonamientos que ya había expuesto en el segmento anterior de ese mismo texto. Puedes leerlos un poco más arriba de la frase que has señalado.

      En todo caso, explico lo que pretendía decir:

      Considero que tenemos la obligación de fomentar el cumplimiento de la moral. Por ejemplo: si alguien con quien tenemos algún tipo de relación hace algo que está mal tenemos la obligación de advertirle de su error. Por ejemplo: tenemos la obligación de hacer visible que la ética existe y es una obligación moral. A eso me refiero cuando hablo de fomentar. Claro. La ética no es un asunto personal. Es un asunto que atañe a todos los agentes morales. Así que no se puede reservar al ámbito privado. Si tenemos relación con otros agentes morales, no podemos simplemente ignorar la ética en nuestra relación con ellos.

      Al escribir esa frase también estaba recordando el hecho de que tenemos una obligación derivada de nuestra condición de seres sociales. Es decir, si formamos parte de esta sociedad entonces asumimos la obligación de reformarla para que sea una sociedad más acorde con la ética.

      Por ejemplo: si tenemos en cuenta que aun siendo veganos seguimos formando parte de una sociedad especista, entonces adquirimos una obligación de difundir el veganismo. Porque al participar en esta sociedad estamos participando indirectamente en la explotación animal. Nuestros impuestos financian subvenciones a la industria de explotación animal. Nuestro dinero va a empresas que participan en algún grado en esa explotación aunque nuestro consumo vaya dirigido sólo a productos que no provienen de esa explotación.

      Por tanto, si el veganismo es un imperativo moral entonces sólo nos quedan dos opciones coherentes: 1) abandonar esta sociedad; ó 2) hacer todo lo posible para cambiarla en un sentido abolicionista que nos conduzca a una sociedad libre de explotación animal.

      Yo escojo la opción 2 y hago todo lo posible por ayudar a conseguir ese cambio de forma progresiva. Y estoy convencido de que todos y cada uno de nosotros podemos aportar algo positivo en esta tarea y que podemos conseguir una sociedad vegana.

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  8. ¿Podrías explicar más a profundidad esta frase que pones: "La responsabilidad moral puede ser legitimidad para actuar o puede ser obligación" ?
    No creo entender bien por qué asocias responsabilidad con legitimidad, son cosas diferentes. Al menos, eso me parece.

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    1. Bueno, pero que sean cosas diferentes no implica que no puedan estar asociadas. Estoy de acuerdo en que son diferentes, pero considero que hay una asociación necesaria entre ellas. Porque para que haya legitimidad moral primero tiene que haber responsabilidad moral. De lo contrario no tendría sentido. Me explico a continuación:

      La legitimidad moral respecto de un hecho significa que podemos actuar de determinada manera sin quebrantar la ética. Por ejemplo, estamos legitimados en adoptar a una víctima de la explotación especista. En cambio, no estamos legimitados en secuestrar a un animal libre para someterlo a nuestro dominio. La legitimidad depende de la responsabilidad moral y de la justificación moral.

      Por otra parte, la responsabilidad moral está basada en la conciencia moral y en el principio de causalidad. Es decir, si nosotros tenemos conciencia moral, entonces somos responsables de nuestros actos. Y asimismo somos responsables de todo aquello que esté causado por nuestras acciones.

      Por eso he dicho que la responsabilidad moral no implica necesariamente que estemos obligados a hacer determinadas cosas que sean legítimas. Hay acciones legítimas moralmente pero que no son obligadas. Por ejemplo, si tú tienes un tropiezo accidental en la calle y te caes al suelo, sería legítimo que yo te ayudara a levantarte. Pero no estoy obligado a hacerlo. Y no tendría sentido que nos preguntáramos todo esto si antes yo no fuera responsable (agente) moral.

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    1. Me refiero específicamente a la obligación moral. Esto es, la obligación que tenemos de acatar la ética. La ética consta de una serie de principios, los cuales se derivan de los principios de la lógica. Y las normas morales a su vez surgen derivadas de esos principios éticos.

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    1. Antes de nada; yo no consigo entender por qué no escribes tus comentarios en el mismo hilo de conversación en el que ya estábamos, en lugar de publicar un comentario independiente cada vez que comentas. Tal y como lo haces me resulta mucho más difícil seguir la conversación. Te agradecerías que por favor te atuvieras a un solo hilo de conversación.

      Volviendo al tema, yo planteo como hipótesis que quizás no sabes mi respuesta porque no lees o no comprendes correctamente mis palabras. ¿En qué me baso para suponer esto?

      Me baso en que tú estás citando una parte de mi comentario en la que precisamente no doy ninguna razón. Por tanto, no estoy seguro de si ves la diferencia entre afirmar y argumentar. En algunas partes simplemente afirmo, y en otras partes argumento el fundamento de mis afirmaciones. Pero tú citas una afirmación y luego dices que no ves la razón de por qué afirmo tal cosa. Claro, es que el argumento que sostiene dicha afirmación viene justo después. Cito mis propias palabras que venían a continuación de las que tú citabas:

      La ética no es un asunto personal. Es un asunto que atañe a todos los agentes morales. Así que no se puede reservar al ámbito privado. Si tenemos relación con otros agentes morales, no podemos simplemente ignorar la ética en nuestra relación con ellos.

      Lo que he señalado en este razonamiento es que la ética no es una cuestión individual (en el sentido de que no se limita al individuo singular). La ética es un asunto común a todos los agentes morales. ¿Cierto? Somos varios agentes morales, por tanto no puede plantear la ética sólo como algo que yo hago individualmente, sino que es una tarea común a todos los que somos responsables de nuestros actos.

      Si la ética consiste en cumplir obligadamente con determinados principios morales, entonces es obvio que yo tengo la obligación de cumplirla, pero sin embargo no puedo tener la obligación de forzar a otros agentes morales a que cumplan la ética. Porque eso sería una contradicción con la propia ética en sí: los individuos no podemos ser forzados a ser instrumentos para conseguir algún objetivo, por tanto no es justo obligarme a mí mismo a que otros cumplan con sus obligaciones. En ese caso yo sería tratado como un mero medio para conseguir un fin. Y eso sería una violación del valor intrínseco que nos constituye como personas.

      Todos los agentes morales tenemos la misma condición moral y las mismas obligaciones. Este vínculo entre nosotros es lo que fundamenta la existencia de la comunidad moral (de la cual también forman parte los sujetos morales que no son responsables de sus actos). Si formamos parte de una comunidad, entonces no podemos vivir egoístamente de manera que ignoremos al resto de miembros de la comunidad.

      Ahora bien, si en efecto la ética es un asunto comunitario, que es algo que parece evidente por su propia definición, entonces debemos preocuparnos por el resto de miembros de nuestra comunidad. Esta preocupación significa preocuparnos porque ellos comprendan y cumplan con la ética . Pero si vivimos individualmente (atendiendo sólo a nuestra vida individual) entonces no estamos viviendo comunitariamente.

      Tú dices que yo no explico por qué creo tal cosa, pero yo veo que sí expongo argumentos de por qué afirmo tal cosa. Por tanto, parece que hay algún problema de comunicación entre nosotros.

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    2. Por otra parte, creo que tal vez estás confundiendo el significado del término ayudar. Cuando yo expongo en este artículo que no hay ninguna razón que justifique una supuesta obligación moral de ayudar a otros, me refiero a que no estamos obligados a priori a satisfacer los deseos o necesidades de otros. A eso me refiero con ayudar en el sentido de solidaridad. Ayudar a otros significa actuar para favorecer que ellos cumplan con sus objetivos, deseos o necesidades.

      Pero si tenemos la obligación moral (acéptalo como premisa si quieres hipotética) de fomentar que otros cumplan la ética, eso no es ayudarles en el sentido que estoy expresando el concepto de ayuda. Eso sería simplemente cumplir con nuestra obligación y que los demás cumplan con la suya. No es ayudar; es acatar un principio ético.

      Así que en ningún caso el análisis que yo he expuesto sobre la relación entre solidaridad y obligación moral se puede aplicar a la cuestión sobre si tenemos obligación de fomentar la ética, porque pertenecen a categorías diferentes. La obligación moral es aparte de la solidaridad (ayudar a otros). Acatar la ética es una cosa; y ayudar a que otros satisfagan sus deseos o necesidades es otra cosa muy distinta.

      Hay personas que defienden que la solidaridad es una obligación moral, y yo he razonado en este texto que no dicha obligación no puede existir como principio ético, y que la obligación de ayudar sólo se puede producir como un deber derivado de nuestros actos voluntarios.

      Aparte de todo esto; veo que has ignorando completamente mi argumento basado en el contexto social. Yo he dado dos argumentos para sustentar mi afirmación de que tenemos una obligación de fomentar la ética. El primero es el argumento de la comunidad moral. El segundo es el argumento basado en la comunidad social. Sobre este último argumento no has referido nada. Y yo no voy a añadir nada más salvo el hecho de recordar que ese argumento está ahí.

      Lo que más me llama la atención es que digas que yo no explico por qué o que no aporto razones. Podría entender que no comprendieras mis argumentos, o que éstos no te convencieran o te parecieran insuficientes. Pero no entiendo que digas que yo no explico lo que digo o que no expongo argumentos. Eso me resulta incomprensible. Deduzco por tanto que debemos de estar asimilando el contenido de las frases de forma completamente diferente o quizás tenemos concepciones muy distintas de lo que significa razonar o explicar.

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  11. Si todos lo seres sintiente no humano sedentarios reclamaran su territorio que por mucho tiempo lo han habitado, ¿que espacio les corresponde a los humanos para no perturbar el medio natural?

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    1. Es una cuestión interesante. Yo soy partidario de que la humanidad controle su población y deje de expandirse por el planeta, porque estamos invandiendo territorios que los otros animales necesitan para poder vivir independientemente. Por desgracia, la tendencia predominante es justamente lo contrario —cada vez hay más humanos y menos animales; cada vez hay más territorio urbano y menos territorio silvestre. Es inevitable que así suceda en una sociedad basada en el antropocentrismo.

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  12. HOLA, ustedes no creen en una "Deidad suprema" verdad? ¿Por qué?

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    1. Hola. No hace falta que grite.

      ¿Ustedes quienes? ¿Los veganos? Los veganos no tienen creencias religiosas por el hecho ser veganos. Hay veganos que las tienen y hay otros que no. Eso no tiene que ver con el veganismo.

      La cuestión racional no es tanto por qué no creemos en algo sino más bien por qué se supone que deberíamos creer en tal cosa.

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  13. Que me dices acerca de las Vacunas y la ética? DEBERÍAMOS vacunarnos, o no?

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    1. Hay dos ensayos que tratan sobre ese tema. Le paso los enlaces:

      https://enfoqueabolicionista.blogspot.com/2020/12/los-veganos-que-reciben-una-vacuna-para.html

      https://filosofiavegana.blogspot.com/2017/08/acerca-del-uso-de-medicamentos.html

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