Una de las supuestas razones que se suelen alegar desde posturas heterosexistas u homófobas para justificarse es alegar que la homosexualidad no es "natural". Por lo tanto, desde su punto de vista, practicarla no sería algo bueno o correcto porque no es natural. Lo que sí sería correcto es prohibirla e intentar ponerle remedio, o, en todo caso, no darle nunca el mismo estatus de validez y reconocimiento que tiene la heterosexualidad.
Como respuesta a esa objeción, se han publicitado diversos estudios científicos que demuestran que, lejos de ser algo "anti-natura". el comportamiento homosexual es algo relativamente habitual en la naturaleza y se puede observar en la conducta de muchos otros animales, aparte del ser humano.
Sin embargo, considero que este enfoque es problemático y cuestionable por diversas razones.
En primer lugar; el hecho de que algo sea natural —¿acaso habría algo que no forme parte de la naturaleza?— no nos dice nada acerca de si es beneficioso o perjudicial, o acerca de si moralmente correcto o incorrecto. Muchos elementos naturales son perjudiciales como, por ejemplo, las setas venenosas. Hay conductas naturales que son lesivas y dañinas, como es el caso de la depredación y el canibalismo. Que algo sea natural no significa que no sea perjudicial o que sea inmoral, o ambas categorías a la vez.
En primer lugar; el hecho de que algo sea natural —¿acaso habría algo que no forme parte de la naturaleza?— no nos dice nada acerca de si es beneficioso o perjudicial, o acerca de si moralmente correcto o incorrecto. Muchos elementos naturales son perjudiciales como, por ejemplo, las setas venenosas. Hay conductas naturales que son lesivas y dañinas, como es el caso de la depredación y el canibalismo. Que algo sea natural no significa que no sea perjudicial o que sea inmoral, o ambas categorías a la vez.
Lo que otros animales —u otros humanos— hagan, por el simple hecho de que lo hagan, no es algo relevante para establecer lo que moralmente está bien o o que está mal. Por el simple hecho de que una conducta sea habitual en la naturaleza, o en nuestra sociedad, no implica que sea éticamente buena o mala. Lo único que nos indica esto es que se realiza de manera frecuente o espontánea. Los asesinatos y las violaciones sexuales son conductas habituales que, por desgracia, ocurren todos los días.
Muchos animales —incluyendo por supuesto a los humanos— agreden y matan para comer y coaccionan sexualmente a otros individuos. El comportamiento de los demás individuos no es una base racional para establecer lo que moralmente está bien hacer.
Es la ética, fundamentada en la lógica, lo que nos indica la diferencia entre el bien y el mal. Por ética entendamos la igual consideración y respeto a todos los individuos sintientes y sus intereses básicos. Ésta es la base moral de los Derechos Animales.
En cuanto a la sexualidad, lo único moralmente relevante a tener cuenta es si se trata de un acto consentido, por alguien que puede dar su consentimiento consciente, y si no viola la seguridad física de nadie. Todo lo demás sería una cuestión puramente privada. Intentar atacar a la homosexualidad alegando que "no es natural" sería tan absurdo como reivindicar su legitimidad apelando al mismo criterio de naturalidad. Nada de esto tiene que ver con su moralidad.
El simple hecho de que algo sea "natural" no lo convierte en moralmente aceptable. Entiendo que para determinar racionalmente la moralidad de un acción hay que basarse en si cumple unos criterios lógicos básicos; en si se realiza con el consentimiento libre y voluntario de los individuos implicados; y en si causa un beneficio o perjuicio a todos aquellos que se puedan ver directamente afectados por dicha acción.
A menudo se alega también que la homosexualidad no es aceptable porque no es practicada por la mayoría de la población, que es heterosexual. Pero aunque una opinión, creencia o costumbre sea mayoritariamente sostenida por la mayoría de la población esto no implica que dicha opinión sea verdadera de hecho o moralmente aceptable. La pretensión de sostener que algo es verdadero o bueno sólo porque mucha gente lo haga o lo crea así es una falacia lógica.
Aunque la mayoría de la gente estuviera convencida de que vivimos en una Tierra plana, esa mayoría no daría un solo ápice de veracidad a dicha creencia. La verdad de una creencia únicamente está relacionado con su correspondencia a los hechos empíricos comprobados y a los principios básicos de la lógica.
Aunque la mayoría de la gente estuviera convencida de que vivimos en una Tierra plana, esa mayoría no daría un solo ápice de veracidad a dicha creencia. La verdad de una creencia únicamente está relacionado con su correspondencia a los hechos empíricos comprobados y a los principios básicos de la lógica.
Otras veces se dice que la homosexualidad no es aceptable porque es intrínsecamente estéril. Pero en este caso ocurre que tampoco tiene ninguna relevancia moral si determinada conducta tiene un supuesto propósito evolutivo. Esto último sería volver a caer en la falacia de que algo es bueno sólo porque es "natural".
La moralidad de la homosexualidad no tiene que ver con que sea "natural" o no, sino solamente con el hecho de que no implique un daño intencionado y se realice con el consentimiento libre e informado de los participantes. Exactamente el mismo criterio que debe seguir la heterosexualidad. La heterosexualidad no es moralmente aceptable a menos que se lleve a cabo con el consentimiento libre e informado entre adultos, y no implique un daño o perjuicio intencionado. Lo mismo vale, por lo general, para cualquier tendencia sexual.
Resulta ridículo ver a menudo que las posturas homófobas traten de reivindicarse apelando a la naturaleza pero que cuando su argumento de que la homosexualidad no es natural se evidencia insostenible acaben diciendo que precisamente el hecho de que otros animales practiquen la homosexualidad es una razón para proscribirla, ya que de lo contrario estaremos rebajándonos a comportarnos "como animales". Primero dicen que la naturaleza es la norma y, cuando el argumento falla, a continuación alegan que comportarse de forma natural es despreciable.
Aquí vemos la misma pauta ilógica que siguen la posturas especistas que tratan primero de justificar nuestra explotación sobre los demás animales alegando que utilizar animales es algo "natural", porque es algo que otros animales también hacen, pero cuando se les demuestra que el canibalismo también es natural —y por lo tanto, según su criterio, debería ser algo aceptable— acaben diciendo que el canibalismo no es aceptable porque nos rebajaría a comportarnos como "animales".
La discriminación heterosexista supone un problema serio que afecta directamente a la vida de millones de homosexuales —y en general a personas que no encajan en la sexualidad tradicional. En el fondo todas las mentalidades opresoras siguen la misma estructura básica. Lo único que diferencia la homofobia del racismo o el especismo es una determinada característica de las víctimas que no coincide con el paradigma establecido. Individuos discriminados y oprimidos por no ser heterosexuales, o por no ser de la raza indicada, o por no ser humanos. Todos ellos, todos nosotros, seres que sienten, que sufren, que tienen intereses propios, que aspiran a disfrutar libremente de su vida y su bienestar.
Sólo cuando comprendamos que lo único que importa es la la capacidad de sentir, y no la raza, la especie o la orientación sexual, y actuemos en consecuencia; sólo entonces dejaremos de causar víctimas inocentes cuyo único delito fue ser diferentes en su aspecto, o en su orientación sexual, o en su inteligencia o en su forma de comunicarse.