El veganismo fue definido de manera explícita con el propósito de oponerse a la dominación y explotación sobre los animales. Ésta es la injusticia fundamental que reside en nuestra relación con los demás animales y que merece una atención particular para poder resolverla. El veganismo tiene un sentido muy específico que se refiere exclusivamente a la injusticia de la explotación animal. Esto no significa que no debamos reconocer y afrontar la existencia de otras injusticias pero sí debemos reconocer que el veganismo se centra en una sola injusticia.
La violencia sobre los animales por motivos diferentes a la explotación no concierne directamente al veganismo. Sin embargo, mientras no haya un cuestionamiento serio de la cosificación e instrumentalización que hacemos de los animales no parece nada claro que podamos detener los otros daños y perjuicios que provocamos sobre los animales, puesto que la desconsideración por los intereses de los animales tiene su raíz precisamente en la creencia de que los animales son medios para satisfacer los deseos humanos y no poseen un valor moral intrínseco que debemos respetar.