13 de octubre de 2020

Cámaras en los mataderos, vendas en las conciencias


Una publicación en el diario El Salto plantea un interrogante acerca de la instalación de cámaras en los mataderos promovida en España por la organización Equalia.

La organización Equalia funciona como asesora de la industria de explotación animal a la que le preocupa que no se cumplan las normas que benefician la propia economía de la industria y a los consumidores de productos de origen animal. Con la instalación de cámaras, la industria de explotación animal podrá publicitar que los animales son tratados 'humanitariamente' y que se tiene en cuenta su bienestar. No es necesario interpretar nada. La propia Equalia declara que «la mejora de la protección de los animales en el momento del sacrificio contribuye a mejorar la calidad de la carne y tiene un efecto positivo indirecto en la seguridad laboral en los mataderos». Creo que es imposible ser más claro.

La verdad es que no sólo Equalia funciona como asesora de la industria de explotación sino que a día de hoy la mayoría de organizaciones animalistas actúan exactamente del mismo modo; colaborando con los explotadores institucionales para corregir y mejorar la forma en que los animales son explotados bajo parámetros económicos.

El tema de la instalación de cámaras en un matadero ha debido de surgir una docena de veces en medios informativos. Lo peculiar en esta publicación es que se incluya una crítica por parte del activista Aitor Garmendia, en la que explica que la instalación de cámaras no favorece a los animales, que siguen siendo violentados en muchas maneras legalmente aceptadas, y que estas cámaras de hecho son una herramienta a disposición de los explotadores institucionales y ni siquiera es de acceso al público en general. De todos modos, quien desee ver lo que sucede en un matadero tiene cientos de vídeos a su disposición en las redes sociales.

Es de agradecer que al menos se incluya alguna voz crítica; sin embargo no es una crítica al propio paradigma del 'Bienestar Animal', y por eso pienso que es necesario un cuestionamiento más profundo del problema. Es un hecho que las normas de 'Bienestar Animal' no protegen a los animales de ser sometidos, confinados, agredidos y matados en diversas formas para ser convertidos en productos para consumo humano. ¿Cómo podrían protegerles unas normas que están diseñadas para esclavizarlos y matarlos? Creo que el punto que deberíamos cuestionar antes de nada es el hecho de que consideremos a los animales como recursos que existen para satisfacer nuestros deseos. La cuestión fundamental que habría que plantear es por qué tratamos a seres conscientes como si fueran objetos a nuestra disposición.

A mi modo de ver, si aparece el tema de los mataderos, la pregunta que deberíamos presentar en primer lugar es: «¿Por qué hay mataderos?» No necesitamos comer animales; no necesitamos consumir sustancias de origen animal para poder alimentarnos y estar sanos. Así pues, ¿por qué continuamos utilizando y matando animales para servirnos de comida? ¿Por qué les infligimos un daño que no se puede justificar ni excusar apelando a una necesidad?

La propuesta de instalar cámaras en los mataderos paradójicamente sirve para cegarnos todavía más respecto de la injusticia que cometemos sobre los animales; centrándonos una vez más en el trato concreto que damos a los animales que explotamos y no en el hecho mismo de que los explotemos.

Por cierto, en los mataderos no sólo acaban los animales criados para servir de carne sino también los que fueron explotados para quitarles su leche y sus huevos. Consumir productos lácteos y huevos significa también financiar los mataderos y la industria de explotación animal. Toda esta violencia sería fácilmente evitable dejando de consumir productos de origen animal y eligiendo el veganismo.