20 de marzo de 2009

Argumentos válidos





A la hora de rechazar el uso de animales en la ciencia, muchos activistas suelen hacer bastante hincapié como argumento para rechazar dicha práctica en la inutilidad de muchos experimentos. Pero ese no puede ser un argumento válido en defensa de los derechos de los animales nohumanos.

En primer lugar; no es verdad que esa experimentación no tenga utilidad. Sí la tiene y ha servido para avanzar el conocimiento científico y sus aplicaciones prácticas posteriores. De hecho, si estuviera permitida la experimentación libre con humanos tendríamos muy probablemente mejores conocimientos conocimientos y terapias (una cuestión que se plantea en la película Al cruzar el límite).

Aunque también es cierto que algunos científicos distorsionan o exageran acerca los logros que se pueden conseguir con la experimentación: promesas acerca de una cura del cáncer (o mejor dicho, los cánceres) y encontrar terapias para muchas otras enfermedades incurables hoy día sin ninguna prueba que demuestre una mínima probabilidad de encontrarlas. La necesidad del uso de animales nohumanos no es un hecho demostrado. No es lo mismo que algo resulte útil o beneficioso a que sea necesario.

Exponiendo la inutilidad de determinada experimentación científica podemos hacer ver la poca credibilidad de ciertos científicos, que procuran exagerar y encubrir los grandes fallos que también tiene la actividad que desempeñan, cuya consecuencia es sufrimiento y muerte para millones de animales inocentes cada año. Pero ése no es un argumento moral para no forzar a otros animales (ya sea con humanos o no-humanos).

El argumento moral para rechazar la experimentación con animales es que los animales tienen interés en vivir y en no ser dañados, y ese interés no puede ser destruido por otros aunque saquen un beneficio con ello.

Por mucho que nos beneficie la explotación de otros animales no estamos justificados para hacerlo si nos atenemos al principio de igual consideración: no hacer a los demás lo que no queremos que hagan con nosotros, sin discriminación de raza, sexo, especie o cualquier otra característica irrelevante en lo que concierne a la capacidad de sentir y de querer vivir.

La vida de los seres sintientes tiene un valor inherente para ellos mismos. No existe justificación moral para destruir una vida sintiente para beneficio de otros.

Los animales nohumanos no son culpables de las enfermedades que nos aquejan a los humanos, por lo tanto no deben pagar por ello. Otra cosa es que convenzamos a los demás sobre esto. A mí me convence ¿y a ti?

2 comentarios:

  1. Hola, me gustaria saber los argumentos acerca de la probloematica de:
    1) ¿ que hacer con la sobrepoblacion animal?... como controlarias eso?..habria que estilirizar? y eso no es violencia o maltrato animal? y plata para eso?
    2) ¿ como lo haces con los ingresos de la gente que vive de la ganaderia?...y todos los puestos de trabajo que se dan alrededor de este negocio?
    de que viviria esta gente?


    mirando el beneficio espiritual y hasta fisico que significa ser vegano si un gran porcentaje de la poblacion se hace vegano o por otro lado que se le dice a otros para convencerles del cambio...

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    1. Hola, Álvaro.

      No considero que objetivamente haya ninguna "sobrepoblación animal". Ese concepto es puramente antropocéntrico. Cuando la población de determinados animales molesta a los humanos entonces se dice que hay "sobrepoblación" como si los humanos tuvieran la potestad legítima de determinar cuántos animales debe haber en el mundo. En el mundo natural, la población animal se regula por sí sola de acuerdo a los recursos disponibles. No hay ninguna "sobrepoblación". Lo que está sucediendo es que los humanos no paran de crecer en población y están sistemáticamente invadiendo los hábitats de los demás animales para urbanizar y aumentar el número de viviendas. Los animales aparecen entonces por estas zonas, en las que siempre habían vivido, y los humanos deciden que hay "sobrepoblación" para así intentar justificar que esos animales sean exterminados y ya no resulten una molestia. La única "sobrepoblación" real de la que se puede hablar es de la población de seres humanos extendiéndose por todo el planeta y destruyendo las poblaciones de los otros animales.

      La gente que vive de la ganadería, o de cualquier otra forma de explotación animal, puede dedicarse a la agricultura u otra actividad laboral que no implique utilizar animales. Terminar con la explotación animal no conlleva eliminar puestos de trabajo ya que los consumidores continuarán demandando otros productos en sustitución de los productos animales. Al eliminar la explotación animal, la demanda de productos no se elimina en sí misma sino que se reforma o reconduce a la demanda de productos sin sustancias de origen animal. De hecho, ya está ocurriendo que cada vez más empresas están ofertando productos veganos. Así, el dinero que el Gobierno emplea para subvencionar la explotación animal podría emplearlo en ayudar a reconvertir la industria de explotación animal en explotaciones agrícolas de vegetales.

      Hacernos veganos puede conllevar diversos beneficios colaterales, pero la única razón que sostiene el veganismo es el respeto moral hacia los demás animales como seres que poseen un valor inherente que no debemos vulnerar por motivos instrumentales.

      Un saludo.

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