«Como cualquiera que haya estado involucrado en cualquier tipo de activismo sabe —digamos el movimiento feminista— una de las primeras tareas es hacer que la gente comprenda que están viviendo bajo condiciones de opresión y dominación. No es algo obvio. Y quién sabe qué formas de opresión y dominación estamos simplemente aceptando ahora, sin siquiera notarlas.» ~ Noam Chomsky [Sobre el anarquismo, 1970]
Considero que la siguiente cita escrita por Rita Hardiman y Bailey W. Jackson describe correctamente el tipo de dinámica opresora que fundamenta la supremacía de los seres humanos sobre los demás animales:
Debido a que parece que gran parte los activistas en su mayoría no comprenden este punto, podemos ver que casi todas las campañas que se pretenden en favor de los animales se centran casi siempre en los "horrores", los "abusos" y la "crueldad" que padecen las víctimas de la esclavitud. Todo lo que engloba en general el concepto de "maltrato animal".
Esa forma concreta de enfocar el problema de la explotación animal opera dentro de la mentralidad del antropocentrismo. Cuando hablamos de "crueldades" o de "maltratos" estamos dando a entender que el problema no está en el hecho de que utilicemos a otros animales sino que sólo se encuentra en la forma en que los utilizamos. Todas las iniciativas animalistas en contra de la crueldad y el maltrato parten de no cuestionar el especismo y la supremacía humana sobre los demás animales.
Nuestra violencia contra los animales es continua y sistemática. Sin embargo, los medios informativos y los grupos animalistas la muestran como un hecho excepcional —como un fenómeno que sólo ocurre en casos aislados, como cuando alguien apalea a un perro— que sólo ciertos individuos realizan, y no como una estructura organizada en la que todos estamos participando diariamente.
Es un hecho que actualmente la mayoría de las organizaciones animalistas resultan estar entre las principales promotoras del especismo. Estas organizaciones se centran sólo en unos muy determinados animales no humanos, de ciertas especies, mientras que ignoran por completo al resto. Estas organizaciones no exigen que respetemos a los demás animales de la misma manera que debemos nosotros ser respetados sino que por lo general sólo piden que no explotemos a ciertos animales en formas demasiado crueles.
Uno de los fundadores del veganismo, Donald Watson, acertó de lleno al afirmar, en un comunicado del año 1947, que lo que debemos hacer por justicia es renunciar por principio a nuestra tradicional y egocéntrica actitud de creer que tenemos derecho a utilizar a otros animales para nuestros fines y que, por tanto, deberíamos satisfacer nuestras necesidades mediante formas que no impliquen usar a otros animales.
En el año 1951, en respuesta al problema de cómo definir lo que era el veganismo, la Vegan Society decidió publicar un breve artículo en el que su vicepresidente de entonces, Leslie Cross, aclaraba finalmente la definición, ideales y objetivos del veganismo:
El veganismo desafía la creencia en la "superioridad humana" sobre los otros animales. El veganismo está pues en el extremo contrario a la dominación especista sobre los animales no humanos. El fundamento del veganismo surge del principio ético básico de que ninguna persona debe vivir sometida a nuestros deseos y necesidades.
En esencia, el veganismo no propone nada nuevo que el abolicionismo de la esclavitud o el feminismo no hubieran postulado ya en el pasado reciente respecto de los seres humanos. El veganismo entiende que la opresión tampoco es justa cuando la ejercemos sobre personas no humanas.
La controversia de fondo en todo este asunto se resumen en cuestionar por qué deberíamos preocuparnos por respetar sólo a aquellos individuos que son de nuestra especie. Si lo relevante es la individualidad y los intereses comunes que todos compartimos, ¿por qué poner el límite de consideración moral en la especie humana?
La capacidad de sentir no es exclusiva en los seres humanos sino que también es una cualidad de otros animales. Otros animales también son seres concientes con intereses propios.
Muchas y muy graves injusticias son cometidas por seres humanos contra otros seres humanos. Pero si nosotros mismos estamos participando activamente en la explotación de otros animales inocentes entonces, honestamente, ¿en que nos diferenciamos de quienes nos oprimen?
Siempre me ha llamado poderosamente la atención que algunas organizaciones "animalistas" lleven a cabo -o digan llevar a cabo- "investigaciones". No veo que el especismo y la explotación de lo animales no-humanos necesite ser investigada, se hace patente en cuanto uno sale de casa (o incluso antes). Se trata sin duda de una señal inequívoca de que son organizaciones que buscan actos especialmente violentos y desagradables, algo que sólo consigue desviar la atención de la problemática real.
ResponderEliminarPor cierto, he puesto investigaciones entre comillas porque en la mayoría de los casos suele tratarse de grabar imágenes en algún recinto concreto donde se explotan animales no-humanos, lo cual no creo que pueda llamarse realmente "investigación". Yo diría que es algo que se aproxima más al periodismo sensacionalista.
Saludos.
Coincido plenamente con tu reflexión.
EliminarHace tiempo,escribí una entrada relacionada con esa cuestión:
http://filosofiavegana.blogspot.com.es/2012/03/esta-oculta-la-explotacion-de-los.html
Un saludo, Igor.
Gracias por el enlace Luis.
EliminarUn saludo.