20 de marzo de 2020

El otro lado oscuro del animalismo


«No podemos resolver un problema con la misma forma de pensar que lo ha provocado» — Albert Einstein

Peter Singer y Paola Cavalieri son dos académicos especialistas en filosofía moral que han escrito diversas obras sobre la consideración moral de los animales. Hace poco publicaron conjuntamente un ensayo titulado «El otro lado oscuro del COVID-19», en el que proponen que se cierren a nivel mundial los denominados "mercados húmedos" [mercados donde matan a los animales para venderlos directamente de comida] porque hay indicios claros de que sirven como medio de transmisión de enfermedades de animales hacia humanos.

Esto es un ejemplo, entre otros muchos, en los que podemos ver a animalistas aprovechando la actual crisis del coronavirus para pedir que cierren los mercados que matan animales porque pueden ser un foco de infección para los humanos. Más aún, hay animalistas que piden que dejemos de criar y comer animales para impedir radicalmente que se produzca la transmisión zoonótica hacia humanos. 

Sea cual sea la medida que se proponga, todas estas propuestas tienen en común que su sujeto de preocupación son los humanos; no los animales. Todos los mensajes en esta línea asumen la creencia de que los intereses humanos son más importantes que los intereses de los animales. Esto es fomentar precisamente lo que en el artículo de Singer y Cavalieri se denuncia como «la presunta superioridad de nuestra especie». O dicho de otro modo: están reforzando el antropocentrismo.

Cuando proponemos que los humanos deben dejar de infligir daño a los animales porque ese daño puede perjudicar a los humanos lo que estamos haciendo nada más es reforzar el egocentrismo humano. Incluso aunque ese daño sea manifiesto, los humanos no buscarán dejar dañar a los animales sino que buscarán otra forma de continuar infligiendo ese daño pero sin el perjuicio para los humanos.

Hay animalistas que alegan que conseguir cerrar esos mercados sería una acción positiva para los intereses de los animales. Me parece que se equivocan. Cerrar esos mercados no evita que los animales sigan siendo explotados. Si esos mercados se cierran entonces lo que harán será abrir mataderos con controles sanitarios en su lugar. Eso fue lo que pasó en Europa: sustituyeron los mercados públicos de animales por mataderos controlados —sustituyeron una forma de explotación animal por otra. Así los humanos evitan enfermedades mientras que los animales siguen siendo masacrados. Los animales seguirán siendo explotados y matados igualmente. Los humanos que explotan animales ganan; los animales pierden. Ni siquiera desde un punto de vista puramente pragmático se trata de una medida que ayude a los animales.

Tendemos a suponer que los animalistas pretenden defender los intereses de los animales frente a los abusos de los humanos. Tendemos a suponer que los animalistas pretenden defender que los animales sean reconocidos como miembros de la comunidad moral, y que los humanos dejemos de discriminar y sacrificar sus intereses por motivos instrumentales. Visto lo visto, esta suposición parece arriesgada de mantener. Lo que estamos viendo es que muchos animalistas parecen más preocupados por los humanos que explotan animales que por los animales que son víctimas de la explotación.

Proponer que dejemos de practicar la explotación animal porque esto beneficiaría a los humanos difunde un mensaje antropocéntrico que asume que la vida y el bienestar de los humanos es más importante que la de nuestras víctimas. Promover una mentalidad especista —que ignora los intereses de los animales— es justo lo opuesto al sentido que algunos consideramos que debería tener el animalismo. Si el animalismo no tiene como objetivo defender los propios intereses de los animales entonces el animalismo es sólo otra versión del antropocentrismo.

Si el propio movimiento animalista se dedica a reforzar todavía más nuestro ya de por sí fuertemente arraigado prejuicio antropocéntrico, entonces ya no cabe esperanza de que haya justicia para los animales.


5 comentarios:

  1. Lo que es interesante es el grado de negación de la masa antropocéntrica que da infinitas explicaciones, hasta conspiranoicas, para describir la existencia del nuevo virus que asola a la humanidad, pero ignoran olímpicamente la observación científica sobre el origen claro relacionado al consumo de animales. Eso ni se habla o en todo caso se despotrica contra los chinos.
    Se ve a una mayoría lamentándose o preocupándose mucho por las consecuencias de su propio (o similar) consumo, pero no pueden ver que sus hábitos son los que disparan sus propios males.
    Coincido en que no es correcto creer que eliminar ciertos comercios de animales contribuye a cambiar las relaciones humanos-no humanos, pero no me parece mal tratar de hacerle ver a los negadores su propia contradicción como una forma de despertarlos a la lógica...

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    1. Bueno, no sé hasta qué grado existe una negación social a la tesis de la transmisión zoonótica. Desconozco si se ha realizado alguna encuesta al respecto. Supongo que dependerá del contexto. En la gente con cultura científica no alcanzo a ver esa negación.

      De todos modos, incluso aunque dejáramos de utilizar animales, la transmisión zoonótica no se puede eliminar radicalmente. Hay otras formas en las que se puede producir que no implican un consumo de animales. Aparte de que la transmisión zoonótica depende mucho de las condiciones de higiene y otros factores secundarios. Así, yo no veo contradicción en el hecho particular de reconocer la transmisión zoonótica y continuar consumiendo animales. De la misma manera que no veo una contradicción entre reconocer la infección por hongos y continuar asistiendo a la piscina pública para hacer natación. Sabemos que la existencia de espacios públicos deportivos puede facilitar determinados contagios, pero eso no es un argumento que justifique eliminar dichos espacios, dado que la causa principal del contagio está en la calidad de la higiene de las personas.

      Yo entiendo que está mal ignorar el respeto y la consideración moral por los animales. Y eso es lo que hacemos cuando hablamos de la higiene en el consumo de animales en lugar de explicar que el hecho de utilizar animales es una injusticia.

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  2. Hola, como estas? y si hago la conexión sobre el coronavirus con los ANIMALES no humanos diciendo, por ejemplo: "esto hace el uso y abuso de los animales, dejemoslos en paz" también sería antropocéntrico?

    Gracias

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    1. Hola.

      Entiendo que esa expresión es antropocéntrica porque está teniendo en consideración sólo los intereses de los humanos y no los intereses de los animales. Señalar que hay que dejar en paz a los animales porque si no los dejamos en paz esto puede perjudicarnos a nosotros los humanos me parece un caso muy claro de antropocentrismo.

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  3. Cuando firmé una iniciativa, hace años, para que cerraran las granjas de perros,ya había algo en mi cerebro que chirriaba. Todo lo que expresas ordena mis conexiones neuronales que volvieron a desconectarse cuando firmé hace poco por el fin delos mercados húmedos.
    Gracias, de nuevo.

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