«Cierto que sería inútil limitarse a la condena de las corridas sin tener en cuenta el terrible trato que sufren los animales por su carne o por sus pieles en granjas y mataderos. La fiesta de toros constituye la parte visible de un iceberg: la actitud depredadora del hombre sobre el mundo animal y sobre el medio físico.» ~ Antonio Elorza
Todos somos Tordesillas. Todos vivimos y participamos en una sociedad especista que esclaviza a los animales nohumanos. Condenar a una determinada población por hacer lo mismo que se hace en el resto de la sociedad es algún tipo de incoherencia o hipocresía.
Lo que sucede en el denominada Toro de la Vega no es esencialmente diferente de lo que ocurre cotidianamente a nuestro alrededor. Por ejemplo, en los mataderos. O cuando la gente se sienta a comer trozos despezados de animales, o cuando compra otros productos de origen animal, o asiste a espectáculos en donde son utilizados animales nohumanos. Se trata de actividades que implican utilizar a otros animales sin su consentimiento y vulnerando sus intereses. Les causamos sufrimiento y muerte para nuestro beneficio.
No hay ninguna diferencia con el hecho de comer animales o de consumir cualquier producto de origen animal. Detrás de todos ellos hay víctimas que son esclavizadas y asesinadas.
A las víctimas no les importa si las esclavizamos y asesinamos al aire libre o lo hacemos a puerta cerrada. Sólo quieren vivir y disfrutar de su vida en libertad. Igual que nosotros. La sintiencia es inherente a todos los animales que poseemos sistema nervioso.
Por tanto, denunciar la tauromaquia o el Toro de la Vega de forma aislada es algo injusto. Porque no estás denunciando los mataderos y el resto de formas de explotación animal. Las tauromaquia (o cualquier festejo taurino) es sólo son una parte más de la opresión especista. Hablar de ella como si fuera algo excepcional, único o diferente es equivocado. Participar en la tauromaquia o en el Toro de la Vega es lo mismo que sentarse a la mesa a comer animales. En todos los casos se disfruta a costa de la explotación de otros animales.
Que incluso haya taurinos en contra del Toro de la Vega demuestra la arbitrariedad que existe en nuestros juicios acerca de la relación que tenemos actualmente con los demás animales. Establecemos diferencias irrelevantes entre las distintas formas de explotación, según nuestra conveniencia o gusto.
Por otro lado, aunque cause sufrimiento, la tauromaquia no es una "tortura" en el sentido estricto de la palabra.
Quienes participan en la tauromaquia no disfrutan por el sufrimiento, sino a costa del sufrimiento. Esta es una distinción muy relevante. No disfrutan sabiendo que sus víctimas sufren, sino que precisamente ignoran dicho sufrimiento, para concentrarse en la estética o en la emoción que motiva el espectáculo.
Miremos lo que dice Leonardo Anselmi, activista contra la tauromaquia - y bien conocido por todos los taurinos y antitaurinos:
Miremos lo que dice Leonardo Anselmi, activista contra la tauromaquia - y bien conocido por todos los taurinos y antitaurinos:
«"Vi la grabación de la corrida en la que José Tomás indultó a Idílico. Estéticamente fue espectacular". ¿Aficionado repentino? "Una cosa no quita la otra. Hay que reconocer el aspecto cultural y tradicional de la tauromaquia", aclara.»
¿Es Anselmi un sádico? Según el razonamiento de los propios antitaurinos sí lo sería. Pero yo creo que no lo es. Y lo que dice demuestra que se puede simplemente disfrutar de la tauromaquia por una cuestión de estética, no por sadismo.
No es sadismo ni crueldad. Es especismo. Lo mismo da que la consecuencia de ese especismo sea la tauromaquia o sea un matadero. No hay diferencia. No hay diferencia ni para las víctimas ni desde el punto de vista de la ética.
No es sadismo ni crueldad. Es especismo. Lo mismo da que la consecuencia de ese especismo sea la tauromaquia o sea un matadero. No hay diferencia. No hay diferencia ni para las víctimas ni desde el punto de vista de la ética.
Si consumimos productos de origen animal (carne, lácteos, huevos, lana,...) estamos causando de manera directa y deliberadamente sufrimiento y muerte a millones de animales inocentes. ¿Dónde está pues la diferencia moralmente relevante más allá de nuestros gustos subjetivos?
Casi todos los seres humanos participan en la explotación de los demás animales. No lo hacen porque sean sádicos o malvados, sino porque creen que los demás animales son seres inferiores que existen para nuestro beneficio. Es un problema de prejuicio. Igual que el problema del racismo o el sexismo.
Por tanto, si no hay diferencia entra la tauromaquia y el resto de la explotación especista, pedir sólo el fin de la tauromaquia (o sólo el fin del Toro de la Vega), ignorando así al resto de las víctimas del especismo, es como pedir a una sociedad que esclavizara seres humanos que deje de esclavizar sólo a los blancos, ignorando al resto de víctimas de la esclavitud por ser de otra raza. Del mismo modo, abogar a favor del fin de un determinada forma de explotación animal, en lugar de pedir el fin de todo uso de animales nohumanos, es una discriminación injusta contra los demás animales.
Hay varias causas que explican la prevalencia de una campaña ultra-monotemática (como es la iniciativa contra el "Toro de la Vega") frente a la difusión del veganismo. Una de ellas es psicológica: tendemos a empatizar más fácilmente con individuos concretos y localizados que con cifras abstractas de individuos a los que a menudo ni siquiera podemos ver ni conocer.
La campaña contra el Toro de la Vega (y demás campañas similares) no está promoviendo el respeto por todos los animales. Más bien lo está ignorando y marginando. Porque está ignorando y marginando al resto de animales nohumanos que igualmente serán explotados y asesinados. Explotados y asesinados incluso por gente que participa en esa campaña, y que consumen productos de origen animal.
Es una campaña arbitraria, injusta, y que no ayuda en nada a solucionar el problema. Más bien al contrario, ese tipo de campañas hostiles sólo consigue que la gente se reafirme aún más en sus intenciones y busquen patrocinadores y ayudas de políticos para continuar con más fuerza lo que hacen. Tal cual ha ocurrido con la tauromaquia.
La única abolición real es el veganismo. La abolición de la esclavitud que padecen todos los animales nohumanos. Pero esa campaña no promueve el veganismo. Solamente habla de una sola víctima de la opresión especista como si las demás no existieran. Esa campaña no tiene nada que ver con el veganismo. El veganismo abarca a todos los animales explotados por causa del especismo.
Promover una campaña antitaurina es como hacer una campaña contra la pederastia que sólo tenga en cuenta a los niños blancos, discriminando al resto de niños sólo por no ser de raza blanca. O que solamente tenga en cuenta a los niños varones, pero que discrimine a las niñas por su sexo. ¿Qué pasa con el resto de víctimas?
Si viviéramos en una sociedad - como ocurría hace miles de años - donde los humanos fueron esclavizados sin distinción, ¿acaso no sería racista pedir que solamente los humanos blancos estuvieran libres de la esclavitud, discriminando a otros humanos no-blancos? ¿Acaso no sería sexista pedir que solamente los varones fueran libres de la esclavitud, discriminando así a las mujeres? Entonces, ¿acaso no es especista pedir - ya sea en un evento o una campaña - que solamente unos animales nohumanos de una especie concreta (toros, perros, caballos,…) estén libres de nuestra explotación?
El hecho de que la tauromaquia no sea esencialmente diferente de cualquier otro uso de animales nohumanos implica que no tiene justificación que nos centremos en denunciar la tauromaquia e ignoremos el resto de la opresión especista contra los demás animales.
Debemos rechazar las campañas antitaurinas por la misma razón que rechazaríamos una campaña en favor de las vacas que son asesinadas en los mataderos y que al mismo tiempo ignorara a los cerdos, pollos y demás animales igualmente asesinados en esos mataderos. De lo contrario estamos aceptando la injusta discriminación del especismo y apoyamos la misma arbitrariedad moral que decimos rechazar.
Debemos rechazar las campañas antitaurinas por la misma razón que rechazaríamos una campaña en favor de las vacas que son asesinadas en los mataderos y que al mismo tiempo ignorara a los cerdos, pollos y demás animales igualmente asesinados en esos mataderos. De lo contrario estamos aceptando la injusta discriminación del especismo y apoyamos la misma arbitrariedad moral que decimos rechazar.
La forma correcta de abolir la tauromaquia, y toda forma de explotación animal, consiste en ir a la raíz del problema: la mentalidad especista que considera que los demás animales son seres inferiores que existen para nuestro beneficio, y que permite y motiva nuestra violencia contra ellos.
Mientras no consigamos que este paradigma moral que impera en nuestra sociedad sea cuestionado y rechazado, no conseguiremos evitar que sus consecuencias se sigan sucediendo.
Si queremos cambiar la situación actual, tenemos que confrontar el prejuicio del especismo en las personas que se encuentran a nuestro alrededor, y en nosotros mismos, y no desviar nuestra atención aisladamente a otros casos de opresión especista que ocurren a cientos o miles de kilómetros, sólo porque nos parezcan más crueles o notorios.
Pensar que lo erróneo en nuestra actual relación moral con los demás animales es solamente la "crueldad" significa fomentar la idea de que esclavizar a otros animales resulta inmoral sólo si se les maltrata o se les hace sufrir. Pero la esclavitud es igualmente injusta sin importar la manera en que se lleve a cabo. Y nuestra actual relación con los demás animales sólo puede ser calificada correctamente como esclavista. En tanto que los tratamos literalmente como nuestra propiedad.
La esclavitud es una violación del principio de igualdad: supeditamos los intereses de los nohumanos a los nuestros, para nuestro propio beneficio; les sometemos a la condición de propiedad para usarlos como recursos, como medios para satisfacer nuestras necesidades y deseos.
El problema es el hecho mismo de que utilicemos a los animales nohumanos como medios para nuestros fines; y no la manera en que les utilicemos. El error está en la esclavitud y no en la manera específica en que esclavizamos a los demás animales.
El problema es el hecho mismo de que utilicemos a los animales nohumanos como medios para nuestros fines; y no la manera en que les utilicemos. El error está en la esclavitud y no en la manera específica en que esclavizamos a los demás animales.
Incluso aunque algunos seamos veganos, todos somos Tordesillas, porque todos formamos parte de una sociedad que se basa en la explotación de los animales nohumanos. Pero tenemos la obligación de cambiar esta situación.
Si todo este razonamiento es correcto, entonces la única opción lógica es el veganismo.
Hola Luis, un saludo.
ResponderEliminarCasualmente somos casi tocayos mi nombre es Luis Fernando Buelvas Tovar, queria comentarte que llevo un año de dieta vegetariana (no soy vegano aún) con la cual y gracias al ejercicio he perdido 12 kilos de peso y me he sentido en muchos aspectos de salud bastante bien, sin embargo, he sentido pérdida de elasticidad en la piel, dolores y sonido en las rodillas, ocasionalmente calambres musculares, creo que mis niveles de colágeno se han reducido, que deberia hacer o que debo incuir en mi dieta ?
Hola, Luis.
ResponderEliminarLo siento, pero no puedo asesorarte sobre ese tema en concreto porque no soy nutricionista ni médico. Sólo puedo recomendarte páginas que explican cómo llevar una alimentación vegana saludable. Puedes verlas enlazadas en la columna de la izquierda de este blog. Exactamente en donde pone "Alimentación y modo de vida vegano".
No tengo ni idea de a qué se deba ese problema que señalas. Tal vez no tenga que ver necesariamente con la alimentación. En todo caso, si lo deseas, puedes escribirme a mi correo electrónico e intentaré ponerte en contacto con algún nutricionista o médico vegano, o que simpatice con el veganismo, que viva en tu mismo país o ciudad:
luis.tovar.alvarez@gmail.com
Un saludo.
Estoy gratamente impresionado porque usted es de los pocos antis que reconocen un reflujo histérico en la retórica. Nos atribuyen enfermedades mentales que no tenemos y todo por una falta de distinción entre ser sádico de verdad, y tener, por otro lado,la madurez de saber ver sangre sin sentir morbo por ello, que es lo que sucede al taurino. No he conocido el primer taurino que goce con la sangre y el dolor del toro, pues la tauromaquia consiste en la estética de la danza entre toro y torero, y para ello es indispensable que el toro embista,combata, sea fiero y dé miedo. La única queja ética posible sería entonces la del contractualismo del carácter: que se revele indolencia en la personalidad de alguien que ve sangrar sin que ello le despierte cosas negativas o positivas, pues lo pasa de largo. Carruthers, gestor de la ética del contractualismo del carácter en su enunciación, dice sin embargo que no se deben obviar los matices. Sería bueno que los antitaurinos leyeran el significado antropológico del sacrificio, pues no todos los sacrificios tienen el mismo valor, presentación y significado en las estructuras humanas a través de la historia. Aunque usted señale que todos los actos son especistas y por ello caben en la misma amalgama, yo digo que no es lo mismo, porque de ser así el sacrificio "humanitario", que conocemos bajo la forma de eutanasia, no sería éticamente aceptable en perros moribundos, así sus intenciones de carácter con respecto a quien lo comete sean buenas (como evitar dolor a un animal: sigue siendo un sacrificio, si lo despojamos de cualquier significado que lo particularice). Sería bueno que leyeran a Pitt-Rivers. Por otro lado, el enfoque de "especismo como forma de discriminar un ser vivo en función de su especie", también debe ser aplicado a vegetales, seres vivos que son discriminados a tenor de pertenecer a una especie distinta. Si se repara que las plantas no sienten, entonces debe evitarse la palabra especismo, (que sí lo habría indudablemente) y usarse la palabra Sensocentrismo, para significar una ética que respete a todos los seres sintientes. Sin embargo, esta también plantea dudas considerables sobre el origen de nuestras intuiciones morales, y las reglas éticas con respecto a aquellos animales con una sintiencia primitiva (esto es, no atada ni siquiera a un sistema límbico, por ej, mamíferos inferiores tienen un arco dolor de 2 segundos porque de inmediato su cerebro olvida la sensación, así que el dolor solo tiene función de "poner alerta") tan atrasada que ni siquiera puede considerarse la existencia real de dolor en ellos. Esto representaría serias desventajas también para pollos y gallinas con respecto a la consideración moral directa. También es inconveniente cualquier postura intuicionista sobre los derechos de los animales. ¿Qué queda entonces? La aceptación de Francione, pero también la explicación pública de que ustedes quieren la desaparición de perros y gatos, si ello conlleva a que el ser humano someta a otras especies a sus caprichos. Una sin salida.
ResponderEliminarMe parece que estás muy equivocado en todo. E ignoras gran parte de los argumentos expuestos en esta nota.
EliminarEn primer lugar no soy ningún "anti". No te dirijas a mí en esa forma. No soy antitaurino. Yo estoy en contra de la tauromaquia al igual que estoy en contra de cualquier uso de animales nohumanos para cualquier propósito. Pero la tauromaquia no merece ninguna atención especial o preferente respecto de cualquier otra forma de explotación especista. La tauromaquia es igual de injusta y aborrecible que los mataderos, las peleas de gallos, la experimentación con animales nohumanos, la pesca, o las granjas de visones. Cualquier utilización de animales nohumanos es injusta como tal, porque al hacerlo atentamos contra sus intereses: su interés en continuar viviendo, su interés en evitar el daño y el sufrimiento, su interés en ser libres y no estar sometidos o destruidos por la voluntad de otros.
El hecho de que todos los taurinos no sintáis placer con el sufrimiento, no significa que lo hagáis no esté mal. Sólo significa que no sois sádicos. Pero sí actuáis motivados por un prejuicio especista. La tauromaquia como actividad está moralmente mal, es injusta, y debe desaparecer, junto con el resto de usos de animales nohumanos.
Si nos educaran desde niños para disfrutar viendo a seres humanos a los que se forzaba a despedazarse entre ellos (como ocurría en las peleas de gladiadores de la Antigua Roma) seguramente lo veríamos como algo estéticamente apreciable. Y de hecho, mucha gente disfruta viendo películas y series de gladiadores romanos. Pero el hecho de que hubiera una motivación estética o lúdica detrás de las luchas de gladiadores en el Imperio Romano no significa que no fueran actividades inmorales. Porque, en primer lugar, implicaban esclavizar a seres humanos. Lo mismo que ocurre con la tauromaquia y el resto de la explotación especista. Si la esclavitud es injusta para los humanos entonces también lo es para los demás animales.
http://filosofiavegana.blogspot.com.es/search/label/tauromaquia
También te equivocas cuando equiparas el "sacrificio" de animales nohumanos con la eutanasia. Porque el sacrificio forzado de animales nohumanos se hace para beneficiar a los humanos, no a los animales nohumanos. Eso es explotación. Es esclavitud. Consiste en vulnerar sistemáticamente los intereses de los demás animales para nuestro beneficio a costa de privarles de libertad y de perjudicar su salud o destruir su vida. En esto consiste la injusticia
En cambio, la eutanasia (en el caso de que realmente lo sea) se practica exclusivamente en beneficio de la persona que es eutanasiada - y sólo en casos excepcionales de enfermedades terminales muy graves y degenerativas, para evitar el sufrimiento de un moribundo. No es un propiamente un sacrificio, aunque se le denomine de esa manera. Porque todo sacrificio, por definición, implica obtener un beneficio a cambio de aquello que destruyes o pierdes. Pero la muerte como tal no puede ser nunca un beneficio para la persona que muere.
Además, estás equivocado en tu concepción del especismo. El especismo no es "la discriminación de seres vivos", como erróneamente dices. El especismo es la discriminación moral sobre seres sintientes por motivo de la especie a la que pertenecen. Así que no se puede aplicar a los seres vivos en general, por estar vivos, ya que sólo se refiere a los que poseen capacidad de sentir.
Eliminarhttp://www.defensanimal.org/articulo/3-versiones-del-especismo/
El término "sensocentrismo" es erróneo y es una postura dogmática. La sensación no es el centro de la ética. El fundamento de la ética es la lógica; no la sensación. Los seres sintientes merecen consideración moral porque esto se deduce de los principios básicos de la lógica.
http://filosofiavegana.blogspot.com.es/2013/11/fundamentacion-logica-de-la-moral.html
Y bueno, eso que dices que "los mamíferos inferiores (?) no tiene sistema límbico" es una pura mentira. Todos los animales con cerebro poseen sistema límbico. Y por tanto, es un hecho que pueden experimentar sensaciones, emociones y deseos.
"El sistema límbico es una de las partes más antiguas del cerebro en términos filogenéticos y evolutivos pues sus primordios ya se encuentran en los peces, el "cerebro límbico" sería precedido evolutivamente por el puente de Varolio y tronco encefálico (un antecedente aún más primitivo en filogenia es el bulbo raquídeo). En tal caso el sistema o "cerebro límbico" es prácticamente la mayor parte del cerebro de los tetrápodos: anfibios y reptiles."
http://es.wikipedia.org/wiki/Sistema_l%C3%ADmbico
A ver si te actualizas un poco en ciencia, por favor. Que la sandez que has dicho es muy muy grande.
Y aunque algunos otros animales no tengan sistema límbico - como ocurre en el caso de algunos invertebrados - eso no implica que no tengan la capacidad de sentir. Ellos poseen sistema nervioso, y por tanto, pueden experimentar sensaciones y tienen conciencia. A nivel biológico, el elemento o característica moralmente relevante es la subjetividad. Si un ser puede sentir, entonces merece ser considerado y respetado como persona.
Nosotros - si te refieres a los veganos - no queremos la desaparición de perros y gatos. Sólo abogamos por la desaparición de la explotación especista. Esto no implica necesariamente la desaparición de nadie. Pero aunque así fuera, no sería una objeción válida contra el veganismo.
Hola. El veganismo, si bien es la solución radical al problema ético de la explotación y tortura animal, se me hace una cuestión duramente filosófica y con un porvenir, a mi entender, bastante cuestionable. En primer lugar se daría la paradoja de un mundo en el que los animales no humanos vivirían libres de exclavitud y los animales humanos seguiríamos viviendo explotados, a no ser, que el veganismo se anime también a abolir nuestra explotación (como algún sector antiespecista ya hace). Con el modelo actual y terminandose el combustible fosil, el veganismo resultaría en la condena de millones de personas a labrar la tierra (pensemos: un motocultor tiene unos 7 caballos de potencia) y producir los derivados vegetales que unos pocos disfrutarían. Ellos comerían de lo que producen, que suele ser poca variedad.
ResponderEliminarPor otro lado, la historia se volvería a repetir: resultando imposible contener a los otros animales no humanos herbívoros para que no se coman nuestras cosechas, acabaríamos cercándolos o matándolos (razonar por ahora es imposible), y para ello delegaríamos en un sector especializado de nuestra sociedad porque no se puede estar en misa y repicando (cultivar lleva tiempo). Y entonces volveríamos a olvidarnos de aquello que no vemos, el sufrimiento animal. Pero no hay que irse al futuro para ver cómo esclavizamos y aniquilamos a otros animales para producir nuestros vegetales, ni tampoco fijarnos en la agricultura convencional o industrial. Para producir vegetales en un suelo labrado, hace falta eso, suelo. Un suelo fértil, con vida y materia orgánica en descomposición (sin eufemismos, vida muriendo) y elementos químicos aprovechables por las plantas. Lo más lógico es usar caca de animales no humanos o robarle la fertilidad a otros ecosistemas. Otra opción sería la hidroponía, yo no la quiero.
Existen además, multitud de sociedades relativamente pobres (comparandolo con un mileurista urbanita) condenadas al sufrimiento y desaparición posterior ante un panorama vegano. No todo es vega fertil para producir, más bien, una pequeña parte.
Por último creo que no es correcto pensar que el animal humano explota y tortura por una especie de percepción de superioridad respecto al resto de animales. No es una lógica hitleriana. Matar animales, una vez superado el trauma inicial de asesinar, ha sido la forma más fácil de subsistir históricamente en muchos casos. Algunos de esos animales son superiores en muchos aspectos y eso el ser humano lo ha tenido en cuenta siempre, de ahí la ritualización. Está claro que el nivel de explotación actual es excepcional en la historia y debería reducirse hasta sus mínimos como sociedad avanzada que pretendemos ser. Pero la cuestión es si la explotación y/o asesinato de otros animales es inherente o no a nuestra condición humana. La tauromaquia desde luego no lo es. Entretenimiento de una sociedad feudal.
Cada vez que leo o escucho a alguien argumentar en contra o poner en tela de juicio el veganismo aduciendo los problemas de la agricultura, sabiendo que el 50 % o más de la superficie agrícola es para alimentar al ganado, o sea, para un capricho del paladar obscenamente derrochador de recursos: terrenos, nutrientes... cada vez que oigo o escucho tal aberrante razonamiento, más convencido estoy de mi veganismo y de lo absurdas que son las excusas para seguir comiendo carne y secreciones animales.
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