Aunque que fuera por una simple cuestión de claridad conceptual, deberíamos diferenciar claramente entre razones y beneficios. No son lo mismo. Una razón no es un beneficio. Ni un beneficio es una razón. No son sinónimos.
Un beneficio sería cualquier hecho que aumente o potencie la salud o el bienestar de alguien —es un fenómeno propiamente empírico. En cambio, una razón es un pensamiento que refleja la adecuación de nuestras ideas y acciones a la lógica.
Ahora, dentro de la razón podríamos distinguir a su vez entre razón instrumental y razón moral. Una razón instrumental es un argumento que explica la adecuación de un medio respecto de un objetivo concreto. En cambio, una razón moral es un argumento que explica la adecuación de un hecho a un principio imperativo.
La razón instrumental es el razonamiento que nos señala, por ejemplo, que debemos trabajar si queremos satisfacer nuestras necesidades vitales. Establece la relación lógica entre los fines que pretendemos y los medios que se requieren para lograr estos fines. No tiene misterio.
Por otro lado, la razón moral es la que nos señala que estamos obligados a cumplir determinada norma de forma imperativa. Por ejemplo, la razón moral nos señala que lo correcto es reconocer que A es A. No importa que a nosotros nos beneficiara creer que A es B, o que para conseguir algún objetivo necesitemos hacer creer a otros que A es B. La razón moral nos obliga a reconocer que A es A. Esto es lo correcto en sí mismo. Como bien explicaba el filósofo Franz Brentano: «La sanción ética es un mandamiento semejante a la regla lógica.» [Franz Brentano, El Origen del Conocimiento Moral, 1889] Así, una moral racionalmente fundamentada se sustenta en el principio de identidad. Por esto no es correcto tratar a las personas como si fueran cosas; porque los sujetos no son objetos. Tratar individuos como si fueran objetos es lo que denominamos cosificar. No es lógicamente correcto tratar a los sujetos como si fueran objetos.
Ahora, si comprendemos a un nivel básico la diferencia entre beneficio y razón, así como la diferencia entre razón instrumental y razón moral, entonces podemos pasar al siguiente punto que es el que pretendo tratar en esta nota.
Un beneficio sería cualquier hecho que aumente o potencie la salud o el bienestar de alguien —es un fenómeno propiamente empírico. En cambio, una razón es un pensamiento que refleja la adecuación de nuestras ideas y acciones a la lógica.
Ahora, dentro de la razón podríamos distinguir a su vez entre razón instrumental y razón moral. Una razón instrumental es un argumento que explica la adecuación de un medio respecto de un objetivo concreto. En cambio, una razón moral es un argumento que explica la adecuación de un hecho a un principio imperativo.
La razón instrumental es el razonamiento que nos señala, por ejemplo, que debemos trabajar si queremos satisfacer nuestras necesidades vitales. Establece la relación lógica entre los fines que pretendemos y los medios que se requieren para lograr estos fines. No tiene misterio.
Por otro lado, la razón moral es la que nos señala que estamos obligados a cumplir determinada norma de forma imperativa. Por ejemplo, la razón moral nos señala que lo correcto es reconocer que A es A. No importa que a nosotros nos beneficiara creer que A es B, o que para conseguir algún objetivo necesitemos hacer creer a otros que A es B. La razón moral nos obliga a reconocer que A es A. Esto es lo correcto en sí mismo. Como bien explicaba el filósofo Franz Brentano: «La sanción ética es un mandamiento semejante a la regla lógica.» [Franz Brentano, El Origen del Conocimiento Moral, 1889] Así, una moral racionalmente fundamentada se sustenta en el principio de identidad. Por esto no es correcto tratar a las personas como si fueran cosas; porque los sujetos no son objetos. Tratar individuos como si fueran objetos es lo que denominamos cosificar. No es lógicamente correcto tratar a los sujetos como si fueran objetos.
Ahora, si comprendemos a un nivel básico la diferencia entre beneficio y razón, así como la diferencia entre razón instrumental y razón moral, entonces podemos pasar al siguiente punto que es el que pretendo tratar en esta nota.
Desde una perspectiva racionalista, sólo habría una sola razón que puede justificar el veganismo: una razón moral. Si bien, podemos dividir esta razón a su vez en dos principios —igualdad y valor inherente. El veganismo es un imperativo por dos razones morales:
[1] Los seres sintientes poseen un valor inherente, que es intrínseco a su condición de sujetos, y que es independiente de su valor instrumental o valor extrínseco. Esto significa que es incorrecto tratarlos como si ellos sólo tuvieran un valor externo o económico. Esto significa que debemos considerarlos como lo que son; como sujetos y no como objetos.
[2] El principio de igualdad nos exige considerar como iguales aquellos elementos moralmente relevantes que sean iguales. Por esto no debemos discriminar ni supeditar los intereses de otros animales a los nuestros, porque son los mismos intereses, desde el punto de vista lógico, aunque estén presentes en diferentes individuos.
[1] Los seres sintientes poseen un valor inherente, que es intrínseco a su condición de sujetos, y que es independiente de su valor instrumental o valor extrínseco. Esto significa que es incorrecto tratarlos como si ellos sólo tuvieran un valor externo o económico. Esto significa que debemos considerarlos como lo que son; como sujetos y no como objetos.
[2] El principio de igualdad nos exige considerar como iguales aquellos elementos moralmente relevantes que sean iguales. Por esto no debemos discriminar ni supeditar los intereses de otros animales a los nuestros, porque son los mismos intereses, desde el punto de vista lógico, aunque estén presentes en diferentes individuos.
El veganismo sólo se sustenta en estas razones morales. Ni la razón instrumental ni el beneficio pueden justificar que rechacemos la explotación animal como una cuestión de principio.
El beneficio no es una justificación moral. El hecho de que algo nos beneficie puede ser bueno para nuestra vida, para nuestra salud o nuestra economía. Pero eso no puede justificar que sea correcto en ningún caso desde el punto de vista moral. El beneficio no pertenece al ámbito de la ética.
El beneficio no es una justificación moral. El hecho de que algo nos beneficie puede ser bueno para nuestra vida, para nuestra salud o nuestra economía. Pero eso no puede justificar que sea correcto en ningún caso desde el punto de vista moral. El beneficio no pertenece al ámbito de la ética.
Si los beneficios que obtenemos de la explotación animal no la justifican moralmente, ¿cómo podrían los beneficios justificar el veganismo? No pueden. Hablar de beneficios sólo significa que practicar el veganismo puede ser bueno para nosotros y nada más. No equivale a que estemos éticamente obligados a ser veganos. Así que el beneficio no puede justificar el veganismo como imperativo moral.
Además, los beneficios que obtenemos de aplicar el veganismo podemos obtenerlos igualmente sin tener que aplicar el veganismo. Por ejemplo, en el caso de la dieta vegana, la nutricionista Ginny Messina señala:
Además, los beneficios que obtenemos de aplicar el veganismo podemos obtenerlos igualmente sin tener que aplicar el veganismo. Por ejemplo, en el caso de la dieta vegana, la nutricionista Ginny Messina señala:
«Podemos —y debemos— decirle a la gente que una dieta vegana es una buena elección para una alimentación saludable; pero no podemos decirles que es la única opción. Una dieta basada en plantas que incluya pequeñas cantidades de productos animales puede ser igualmente saludable.»
Los perjuicios que nos ocasiona indirectamente la explotación animal, ya fueran medioambientales o de salud, sería posible resolverlos sin necesidad de abolir dicha explotación. Por ejemplo, eliminando la ganadería industrial y volviendo a un modelo parecido al que se practica en el siglo XIX se solucionarían casi todos los problemas medioambientales y de salubridad que hoy ocasiona la explotación industrial de animales. ¿Es esto lo que queremos: una esclavitud más ecológica y más sana para los que se benefician de ella? Por no hablar de las nuevas tecnologías que mejoran la eficiencia de la explotación animal industrializada y que también ayudan a resolver esos efectos secundarios indeseados.
Todo esto sin tener en cuenta que muchas formas de explotación animal son prácticamente inmunes a las objeciones basadas en la salud y el medio ambiente. Por ejemplo, ¿las peleas de gallos perjudican la salud humana o el medio ambiente? No. Así podríamos listar numerosos usos de animales que no conllevan un efecto dañino a la salud humana y el medio ambiente.
Los problemas medioambientales también podrían solucionarse en gran parte sustituyendo a los mamíferos y las aves por los insectos para el uso de alimento, ya que el gasto de mantenimiento y la producción de residuos sería significativamente menor. Pero tenemos evidencia de que los insectos son seres sintientes, al igual que también lo son los mamíferos, aves y peces. Si entendemos que el especismo es una discriminación injusta ¿por qué aplicamos parámetros que aceptan una discriminación moral basada en la especie? Aparte de la inconsistencia empírica de los argumentos que sostienen los enfoques basados en la salud y el medio ambiente, resulta que son enfoques que están discriminando injustamente entre las víctimas de una misma injusticia.
Todo esto sin tener en cuenta que muchas formas de explotación animal son prácticamente inmunes a las objeciones basadas en la salud y el medio ambiente. Por ejemplo, ¿las peleas de gallos perjudican la salud humana o el medio ambiente? No. Así podríamos listar numerosos usos de animales que no conllevan un efecto dañino a la salud humana y el medio ambiente.
Los argumentos basados en el beneficio nos conducen en favor de la esclavitud. La esclavitud humana ha existido —y sigue existiendo— en casi todas las culturas y épocas humanas precisamente porque es beneficiosa para los esclavistas y para quienes consumen dicha esclavitud. Quienes se oponían a ella y luchaban para que fuera abolida han fundamentado su postura siempre en razones morales, y han conseguido convencer a los demás apelando a su conciencia moral.
La esclavitud siempre ha proporcionado beneficios a quienes se aprovechaban de ella —propietarios y consumidores. La única razón por la que la esclavitud humana fue combatida y finalmente abolida se debió a motivos morales. Sólo de este modo —mediante la concienciación moral— puede conseguirse la abolición de la esclavitud de los animales no humanos, a pesar de los beneficios que los humanos podamos obtener de dicha esclavitud. Beneficios que, por otra parte, se podrían obtener sin utilizar a los individuos no humanos.
Sé que algunos alegarán que todo vale con tal de promover el veganismo y conseguir reducir la explotación animal. Sin embargo, aparte de que este criterio consecuencialista resulta muy cuestionable desde el punto de vista ético, tampoco hay evidencia que esa perspectiva nos ayude a lograr el objetivo. Al contrario, las evidencias recopiladas hasta ahora —tal y como el psicólogo Casey Taft ha explicado en su trabajo— nos indican que promover el veganismo apelando a la conciencia moral de la gente sería la forma más efectiva de motivarlos a que tomen la decisión de hacerse veganos.
A nivel moral, un fin loable no justifica un medio infame. Medios y fines deben ajustarse, por coherencia, a los mismos principios éticos. A nivel práctico, intentar promover el veganismo apelando a la salud y al medio ambiente es inconsistente.
Promover el veganismo por los beneficios para la especie humana es difundir un mensaje antropocéntrico que asume que la vida y el bienestar de los humanos que explotan animales es más importante que la de sus víctimas. Promover una mentalidad especista que ignore los intereses de los animales es justo lo opuesto a lo que pretende el veganismo.
A nivel moral, un fin loable no justifica un medio infame. Medios y fines deben ajustarse, por coherencia, a los mismos principios éticos. A nivel práctico, intentar promover el veganismo apelando a la salud y al medio ambiente es inconsistente.
Promover el veganismo por los beneficios para la especie humana es difundir un mensaje antropocéntrico que asume que la vida y el bienestar de los humanos que explotan animales es más importante que la de sus víctimas. Promover una mentalidad especista que ignore los intereses de los animales es justo lo opuesto a lo que pretende el veganismo.
Ni la salud personal ni la cuestión medioambiental por sí mismas conducen al veganismo ni lo justifican como una obligación moral. Ignorando el enfoque ético lo que conseguiremos no es tanto promover el veganismo sino más bien fomentar la renovación de la explotación animal para hacerla más saludable para los humanos y más ecológica.
Sólo una filosofía moral que reconoce a todos los seres conscientes como personas con derechos inherentes puede justificar el veganismo como principio ético y mantenernos en él.
Sólo una filosofía moral que reconoce a todos los seres conscientes como personas con derechos inherentes puede justificar el veganismo como principio ético y mantenernos en él.
Qué bueno y claro Luis, gracias.
ResponderEliminarSolo un par de ajustes sin importancia:
- Párrafo 4º : ...que nos señala, por ejemplo, que debemos trabaja"-mos:r-" si queremos satisfacer nuestras...
- [1]....valor extrínseco. Esto significa "-que-" es incorrecto tratarlos como si ellos...
Muchas gracias por el aviso. Si es sólo para cuestiones de estilo te agradezco si mejor me lo comunicas por correo o mensaje privado. Gracias de nuevo.
EliminarBuenas Luis,
Eliminarno sé cómo contactar contigo de manera privada y estoy muy interesado en preguntarte acerca de algunos posts de tu blog, en concreto sobre el que tinenes etiquetado como antiespecismo en el índice.
Si pudieses indicarme cómo, me te lo agradecería mucho
Un abrazo!
Hola, Julio.
EliminarPuedes escribirme a mi cuenta de Facebook o a mi correo personal. Aquí te dejo los datos:
https://www.facebook.com/Luis.Tovar.Alvarez
luis.tovar.alvarez@gmail.com
Muchas gracias!
EliminarPensaba que me llegaría una alerta al correo con tu respuesta, pero no...
Te escribiré al correo!
Hasta luego
Excelente, gracias por la informacion tan valiosa e importante, estamos en el mismo barco y eso es lo mas importante
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